Ryan Suárez afectado tras la conmoción

Ryan Suarez abandona la cancha tras el fortuito golpe contra el arquero Brad Guzan.

CARSON, Calif. (27 de abril, 2005) - Hoy su vida es otra vida. Cambió dramática y drásticamente después de aquella accidentada jugada ante el FC Dallas.


Desde ese sábado, aquel penal cometido sobre Carlos "Pescadito" Ruiz y el brutal choque con el portero Brad Guzan, el mundo de Ryan Suárez ha recorrido todo el espectro de emociones.
En la cancha nada ha cambiado, aunque fuera de la cancha todo ha cambiado.
Aquel sábado en el Home Depot Center, Ryan sufrió su tercera conmoción en cinco años. La escena paralizó corazones de angustia. El defensa de Chivas USA quedó tendido en el césped, inmóvil, inconsciente. El temor a una tragedia crecía conforme los minutos corrían y Ryan seguía quieto, boca abajo, inerme.
Minutos después recuperó el sentido y fue llevado al hospital. Nada que temer y fue dado de alta.
Una semana después, Ryan regresaba al hospital.
El motivo era distinto. Totalmente. Su esposa vivía trabajo de parto porque Santiago Francisco Suárez ansiaba cruzar el umbral al mundo.
De ser pareja Ryan Suárez pasó a ser cabeza de familia.
Y ya nada, afortunadamente, desafortunadamente vuelve a ser igual.
Porque Ryan Suárez piensa en el retiro, justamente a tres meses de cumplir apenas 28 años.
"Bueno soy un experto en esto de conmocionarse, ja, ja, ja. Es mi tercera conmoción en cinco años de carrera, ja, ja, ja. Ya en serio, me sigue doliendo cuando miro la jugada. La vi, volví a ver la repetición y la segunda vez me sentí enfermo, me dolió el estómago de ver lo que había pasado. Mi vida ha cambiado. Ahora están mi esposa y mi hijo. Mi vida son ellos, primero Dios y tercer lugar el fútbol, sin duda, sin ninguna duda", explica.
"Si la decisión fuera de mi esposa, me tendría que haber retirado... no hoy, ayer. Julie no quiere que juegue más al fútbol. Ella se asustó cuando ocurrió la jugada y se asustó más cuando vio que yo no reaccionaba. Porque ella estaba en el estadio el día de esa jugada y de ese accidente, estaba embarazada y estaba a punto de nacer Santiago. Tenía mucho miedo. Después estuvo al lado mío en el hospital y se puso al lado mío, y lloró y yo sólo pude llorar con ella, llorar a su lado, porque...¡uuuuf¡ (jala aire para retener el sollozo y contener las lágrimas). "Yo voy a tratar de trabajar más fuerte, de ser más fuerte, de mejorar y seguir. Porque el fútbol es mi vida, es mi sangre, es mi corazón. Como mi familia, el fútbol es mi pasión, mi gran amor. Voy a tratar de seguir jugando, por mi pasión y con la misma pasión. Pero es claro, si tengo que dejar algo no voy a dejar a mi familia, nunca, voy a dejar de jugar al fútbol. Por lo pronto voy a seguir ayudando al equipo y trabajar para regresar al fútbol lo más pronto posible".
Cuando regrese a la cancha saldrá como siempre. A jugar al tope.
"Lo llevo en la sangre. Con mi padre es así, vivimos fútbol 25 horas al día, siete días a la semana, hablamos, comemos, jugamos fútbol, lo seguimos por el televisor. Crecí con una pelota en mi cama y ahora en mi cama hay una pelota, pero también están ahí mi esposa y mi hijo. La cama está llena. Voy a seguir jugando de la misma manera. Esperaré la decisión del entrenador (Thomas Rongen), parece que él no tiene confianza de que juegue este sábado sino que espere una semana más".
La noche del pasado sábado estuvo llena de emociones encontradas.
"Nació mi bebé este sábado, la verdad ni pensé en el partido contra Galaxy. El día anterior sí y en la semana anterior me dolió saber que no iba a jugar. Después, el sábado por la noche, sudé sangre de dolor y de rabia al saber que habíamos perdido. Mi agente me llamó: "Mira va 1-0 favor Galaxy. Luego 2-0 y 3-0. Una noche de sentimientos encontrados porque era el hombre más feliz del mundo. Estaba en el hospital con mi esposa, mi hijo recién nacido, y me entero de que habías perdido. ¡Qué de emociones viví, Dios!".
Al zaguero de Chivas USA le duele el tono despectivo de los jugadores del Galaxy.
"Vamos a tener una revancha, vaya que la vamos a tener. He oído y he leído lo que han dicho. Sus palabras fueron duras, se pasaron de la raya. Una cosa es que ganen y nosotros perdimos 3-1, pero otra cosa es que ellos ganen y digan que Chivas USA no merece estar en la MLS, no merece ser ni equipo de nivel C del mismo Galaxy, que dicen que nos quedó grande el Clásico. No, eso no se vale, eso no pueden decirlo, entonces vamos a tomar esto en serio, les vamos a demostrar a ellos y a todo el país que Chivas USA llegó aquí porque puede jugar bien, ganar y quedarse aquí por un buen rato".
Tras aquella acción en la que se conmociona Ryan, Carlos "Pescadito" Ruiz dijo que le llamaría para estar al tanto de su lesión. No lo ha hecho. "Sí, llamaron varias veces el entrenador de Dallas (Colin Clarke), llamó Ronnie O'Brien, llamó casi medio equipo de ellos, pero Carlos no, nunca lo hizo".
Sobre su mejoría y las sesiones extras de trabajo diario para recuperarse pronto, Ryan Suárez explica: "La luz me sigue molestando un poco. Pero de todas formas estoy trabajando de regresar lo más pronto posible. Si puedo regresar ante Nueva Inglaterra este sábado, qué bueno, es una decisión de Dios. La decisión final vendrá del neurólogo y se decidirá si puedo viajar con el equipo y jugar. Estoy trabajando para mantenerme en forma, trato de estar cerca del grupo que necesita ayuda para ganar más confianza, y tengo que mostrar mi confianza, mi solidaridad, apoyar como líder de este equipo, para mantener el ánimo en alto", explica.
Rafael Ramos Villagrana es redactor del diario
La Opinión
de Los Ángeles, y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.