La historia de esta "reconciliación" entre la CONMEBOL y la Federación Mexicana de Fútbol es similar a las vivencias muy trajinadas de los famosos matrimonios por conveniencia. Y quisiera equivocarme, porque no hay nada más incómodo que un enlace o un negocio en donde priven resultados que no van acordes con las realidades o los sentimientos. Y es que esta relación nació de las necesidades de uno y otro a comienzos de los noventa cuando el auge poderoso del Circuito Cerrado en los Estados Unidos, que casi sin querer descubrió el potencial económico de ese vehiculo informativo con los equipos del fútbol mexicano.
La Copa America de Ecuador fue el primer experimento y de ahí en más, todo fue miel sobre hojuelas en cuanto a los beneficios económicos, a tal punto que se empezó en Miami a plantear en 1993 la posibilidad de "agregar" equipos mexicanos en la Copa Libertadores de America, circunstancia que más adelante se concretó con los resultados ya conocidos.
Al comienzo fueron las grandes taquillas en los bares estratégicamente ubicados en todos los Estados Unidos, los costos de derechos de televisión que generaba México y la entonces poderosa publicidad estática que también atraía al mercado azteca. El resto del continente se movía comercialmente a la antigua.
Hoy, del circuito cerrado se pasó a la poderosa cadena Fox, que afortunadamente nos permite ver toda la Copa en vivo y disfrutar de todo el fútbol del continente y de los muy locales y rudimentarios anuncios de entonces se llega a nombres como el Banco Santander, Toyota y demás empresas que reconocen el poder del fútbol. Ese fue el objetivo comercial pensado por Sudamérica desde Miami, en donde estratégicamente funcionaba entonces una empresa que compartía la administración de derechos con la muy brasileña Traffic. A ella hoy se sumó Torneos y Competencias y de ahí el crecimiento estratégico a nivel de comunicaciones en todo el continente.
México no sólo aportó su dinero y su poder económico, sino sus necesidades deportivas y con base en ellas comenzó el matrimonio que ya lleva 16 años de convivencia y muy pocos desencuentros. Cada quien cuida lo suyo: CONMEBOL sus finanzas y México su competencia, pero sin descuidar las finanzas.
El primer conato de divorcio serio se dio hace muy poco cuando por las razones de esta curiosa "gripe" mal llamada porcina en sus comienzos, los equipos mexicanos San Luis y Chivas se sintieron mal tratados por sus pares sudamericanos, luego de haber llegado a un acuerdo verbal que posteriormente fue escrito de otra manera desde Sudamérica. Y tenia razón México en ese momento de sentirse indignado y por ello tomó esa decisión espontánea de romper relaciones con la CONMEBOL. Divorcio a bordo y con los días los dos entendieron que se habían equivocado.
Una zona perdía dinero y la otra competencia, y de paso también dinero. Por eso aprovecharon el Congreso FIFA de Nassau en las Bahamas y con un paisaje propio de reconciliaciones con el caribe de fondo, música adecuada y unos cuantos "amarillos", las partes se fumaron la Pipa de la Paz. Final feliz. Superado el conato de rompimiento y robustecimiento de relaciones que asegura a México cinco cupos en la Libertadores del 2010.
Por un año, al menos el fútbol profesional mexicano jugará en igualdad con las poderosas Brasil y Argentina en número de equipos, en adelante se dará mas participación arbitral al referato azteca y las divisas no sufren caos en ninguna de las partes. Y como enseñaban los buenos profesores de leyes en la facultad: vale más un buen acuerdo que un mal pleito.
Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles y colabora con sus artículos en FutbolMLS.com. Todas sus columnas pueden ser leídas en su página www.mayorgadefrente.com