Mientras en Buenos Aires Boca Juniors celebra un nuevo título, que amplía su ya reconocida aritmética de campeonatos, y cuando en Inglaterra Max Mosley, el veterano y controvertido presidente del automovilismo, intenta convencer a muchos que sus sistemas son realmente eficientes para ahorrar y Tom Cruise en Nueva York se desvive por "volver a ser bueno" a la misma hora que en Cali, Colombia un equipo como el América reclama su estrella 13 y en Chile se grita a Colo Colo, en Guatemala a Comunicaciones y en El Salvador a Metapán, nosotros con la computadora ardiendo vemos como da "vueltas olímpicas" por el mundo Ingrid Betancourt y al final todo lo queremos relacionar con el futbol o como mínimo con el deporte.
Mosley en el automovilismo al fin de cuentas termina por ser "uno de los nuestros", pero Tom Cruise e Ingrid Betancourt, ¿qué tienen que ver con el deporte? Mucho o nada. Quizá mucho. Los dos ganan siempre por goleada. El actor esta vez se metió al bolsillo cerca de 64 millones de dólares por personificar al fallido asesino de Hitler, y aunque estuvo vetado en Hollywood, regresa poniendo cara de arrepentimiento para reabrir puertas que tenía cerradas por imprudente. ¿Se les parece esta historia en algo al futbol mexicano? Si vuelve Aaron Galindo podría ser, aunque no le noté mucha predisposición al defensor en sus respuestas.
Ingrid por su parte está por colmarme la copa. No hay nada más exacto que aquel dicho callejero que reza sabiamente: "habla más que un perdido cuando aparece". Ingrid se lo tomó a pecho, pero con vuelta olímpica incluida. Comenzó en Francia, recorrió la nobleza europea y ahora camina por Sudamérica derramando bendiciones y lágrimas como si acabara de conquistar un título mundial de boxeo a nombre de la humanidad y frente a los alienígenas. Por eso la veo tan deportiva. Habla más que Maradona, mientras muchos miramos de reojo un arbolito navideño e intentamos adivinar el futuro..
¿Qué pasará con el futbol en este trance del 2009? ¿Golpeará la crisis al más popular de los deportes?, ¿correrá riesgos la organización del Mundial? o la más grande de todas las disciplinas está blindada para salir adelante sin necesidad de sacrificar nada y sin que nadie salga golpeado con esta incertidumbre financiera. De adentro para afuera las noticias -por ahora- son buenas. La MLS no ha sido derrochadora y en el equilibrio de sus inversiones parece dejar la seguridad de una empresa que mermará la velocidad por prudencia, pero no se detendrá en sus objetivos y en sus propósitos. México camina de forma similar y sólo Monterrey, y hablo del equipo no de la ciudad, frenó en seco la construcción de su estadio "mientras se supera la crisis". Los demás y la selección siguen su paso normal de danzarines millonarios. Europa sigue invirtiendo, aunque las últimas noticias sobre Abramovich eran angustiosas y la suerte financiera del poderoso magnate ruso por estas horas es una incertidumbre que para nosotros de cerca golpearía al Chelsea.
La FIFA ni hablar. Hace más de un mes anunció que está asegurada hasta los dientes y que sus eventos no corren riesgo, aunque recomendó austeridad. Por eso hoy en el futbol y en todo el deporte más que nunca es tiempo de reflexiones y de reconciliaciones, porque todos nos necesitamos. Como Tom Cruise sus millones y como Ingrid a sus feligreses. Es tiempo de amor y de humor. Miremos el arbolito, cerremos los ojos, pongámonos positivos y sigamos trabajando. Así. Todos trabajando, esa es la única manera de salir de esta crisis. Eso ya lo sabe Obama, a quien por cierto vi en un muy buen fotomontaje, vestido con la camiseta de la selección de futbol de Estados Unidos. Uno más: bienvenido al futuro.
Ricardo Mayorga ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Todas sus columnas pueden ser leídas en su página www.mayorgadefrente.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
