Elogio al prójimo y lamento propio

Ezra

CARSON, Calif. (23 de abril, 2005) - El vestuario de Chivas USA era una tumba. El epitafio estaba ahí, imperecedero, cruel como toda verdad: 3-1. Derrota con nombre y apellido.


La frustración sólo entiende de susurros. El dolor es afonía.
En una esquina del vestuario reposaba la radiografía del Galaxy: ahí estaban definidos los movimientos de cada uno de los jugadores de Steve Sampson.
En la teoría no hay secretos, en la práctica todo es misterio.
"Fueron mejores que nosotros", afirma Ezra Hendirckson. Con pocas palabras se firman las derrotas.
"Jugamos mal el primer tiempo", explica Matt Taylor. "Nos hicieron tres goles que pudimos haber evitado", opina.
Los discursos son más breves que el marcador. Saben que las explicaciones tienen el sabor de las excusas y las explicaciones saben a pretextos.
Tres derrotas, un empate y el viaje a Nueva Inglaterra. Nubarrones que en cajan perfectamente con los ceños fruncidos.
Trabajo


Antes, en la conferencia de prensa, Thomas Rongen puso palabras puntuales a los sentimientos.
"Desilusionados por el resultado", afirmó el holandés con rostro grave, el cuerpo tenso y las amnos más que entrelazadas asfixiándose una con otra.
Lamentó el rendimiento del primer tiempo. "Jugamos mal", afirmó.
Puso como pecados los tres goles recibidos. "No debimos permitirlos. Fueron goles de rechaces, goles originados a balón parado. Goles que debieron evitarse y que no lo hicimos porque no defendimos correctamente".
Recorre el escenario. Una veintena de medio anglos e hispanos recogen cada palabra. La enciclopedia trágica del después empieza a llenar sus páginas.
El tono de voz no alcanza a erigir un elogio para la actitud del equipo en el segundo tiempo.
"Salimos a jugar con orgullo, con deseos de anotar y de empatar", comenta y se detiene al momento de analizar la expulsión de Aarón López.
"En el segundo tiempo hicimos mejor algunas cosas, pero era difícil con un hombre menos y el Galaxy manejando el marcador", sentencia Rongen.
"Fueron mejores. Sobretodo se defendieron muy bien, nos detuvieron bien atrás", agrega el holandés.
El presente matemático de su equipo no lo sepulta moralmente.
"Creo que podemos ser competitivos en esta temporada, creo que podemos jugar bien y de frente a cualquier equipo y nadie nos puede juzgar por un partido, por este [partido", asegura.
"Esta noche [la del sábado] salimos con mucha energía, con deseos de ganar este partido. Respondimos a la expectación, pero los goles cayeron y cambió todo", dijo.
El infortunio muestra saña. El hospital crece en Chivas USA. A la lista de lesionados de Chivas USA se sumó Arturo Torres. Un tirón en un cuadríceps lo tendrá entre una o dos semanas inactivo.
Paciencia, trabajo y concentración en el horizonte de Rongen y por supuesto pagar una apuesta. "Fue un six pack nada más y no una caja completa. Eso puedo pagarlo", dijo en la única sonrisa que se permitió.
Tiempo de pagar y tiempo de cobrar apuestas. El martes es la cita en el Home Depot Center. Antonio Cué se pintará de verde el pelo, un tinte que seguramente ya debe tener en la cabellera, de coraje y molestia vividas la noche del sábado.
Rafael Ramos Villagrana es redactor del diario
La Opinión
de Los Ángeles, y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.