Inició la séptima edición de la Copa Sudamericana de la Conmebol en su fase preliminar, versión 2008. El sitio indicado fue el mítico Estadio Centenario de Montevideo, con un férreo y cerrado partido entre el local River Plate de Uruguay, que doblegó por 2-0 a la Universidad Católica de Chile.
El primer duelo del torneo más importante del segundo semestre futbolístico del continente inició con un retraso de 12 minutos, con una baja temperatura en la capital uruguaya de 10 grados centígrados, pero con la calidad de un juego desparpajado de unos Darseneros que dominaron de principio a fin a los cruzados, que muy poco pudieron hacer para evitar que el elenco de Juan Ramón Carrasco impusiera sus condiciones de velocidad y certeza.
Sergio Souza, centro delantero de apenas 1.63 metros de estatura, fue el artífice de la victoria charrúa. El ariete se movió rápidamente, buscó abrir huecos por las bandas y prácticamente maniató a los centrales visitantes Marcos González (ex Columbus Crew) y Facundo Imboden -ambos rebasan los 1.80 metros- con un fútbol práctico, de constantes llegadas por las bandas, consolidado también en un excelente trabajo físico de todo el plantel rojiblanco.
Así, el River Plate uruguayo, último invitado de los 34 participantes en la fiesta continental, sacó un buen triunfo que deja prácticamente en la lona a la "Cato", ya que deberá sacar al menos un 3-0 a favor en el juego de vuelta, a celebrarse el 7 de agosto en el Estadio San Carlos de Apoquindo, de Santiago, para avanzar a la ronda de grupos. El DT chileno Fernando Carvallo sabe que es difícil la empresa, más no imposible.
Los primeros escarceos fueron para River. Fabricio Núñez y Jorge Rodríguez tomaron la iniciativa de ir al frente y buscar hacerle daño al arquero José María Buljubasich. Las débiles marcas de Albert Acevedo y Eros Pérez le abrieron los huecos a los carrileros locales Pablo Tiscornia y Mauricio Prieto, que enviaron centros con peligro para los arietes charrúas.
De hecho, Jorge Ormeño, elemento de la UC de buenas hechuras, gran clase y toque fino, perdió la batalla en la zona ancha del campo frente a Bruno Montelongo, quien le hizo la vida imposible al medio de contención cruzado.
El primer gol del encuentro lo marcó el "chaparrín" Souza, a los 44', al resolver dentro del área rival con un disparo bien colocado que batió a Buljubasich y compañía. Con el 1-0 a favor, finalizó el primer tiempo, con la cara de pocos amigos del estratega Carvallo.
La segunda mitad perdió brillo, fue de mayor lucha y menos fútbol. Carrasco hizo sus tres cambios y ninguno le funcionó para acrecentar el marcador. De hecho, cuando sacó a Núñez, el jugador hizo tremendo berrinche; se fue por un costado, caminó hacia rumbo desconocido por haber salido del campo, pero volvió luego de 5 minutos de total desconcierto para enfriar su enfado en el banquillo, ante la mirada atónita de su entrenador.
El 2-0 llegó más por error de los cruzados que por algún acierto de los Darseneros. Corrían los 75', y Buljubasich se vistió de villano. En un despeje sin mayor problema, cerca del vértice de su área penal, el arquero visitante sacó un tornillo terrible que ni siquiera pasó el medio campo; el rechazo lo tomó Rodríguez y se perfiló de zurda para incrustar el balón en el fondo de la red de la Católica, sin que el propio Buljubasich pudiera evitar el gol, ya que jamás pudo regresar a tiempo a su portería.
Ahora y tras la justa victoria del River Plate, habrá que esperar al ganador de esta serie preliminar; el triunfador se medirá al vencedor de la llave entre el Olimpia de Paraguay y el Blooming, representante de Bolivia.
Abel Reyes Díaz, investigador de contenidos editoriales deportivos, ha trabajado también en Editorial Televisa como Editor en Jefe y copywriter de Fox Sports México, así como en el Periódico Reforma y Grupo Radio Centro; colabora a la vez con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.