Goleada diluye la ilusión de MetroStars

Brian Namoff (izq.) disputa el balon con el gotico Mike Magee.

EAST RUTHERFORD, NJ.- D.C. United aseguró su clasificación a la ronda de playoffs de la MLS, al derrotar sin discussion alguna a MetroStars, en su propio escenario, por cuatro tantos contra uno.


El vencedor funcionó siempre mejor en el orden colectivo e individual y aún en momentos en los cuales perdía por la minima diferencia, se veía dentro del terreno de juego, una idea mucho más clara de como debía manejarse para dar vuelta el resultado primero y luego intentar, explotando a la perfección los gruesos errores del rival, conseguir el triunfo.
Las cifras finales son claras en establecer la diferencia, convengamos que el segundo gol de D.C. United, definiendo Ben Olsen solo con un excelente golpe de cabeza, fue el comienzo del fin. De allí en más, las pocas luces que le quedaban al local, se fueron apagando y no extrañó la goleada, que incluso pudo ser mayor a favor del visitante.
Pero no se estableció la superioridad en función de los goles, sino todo lo contrario, las conquistas llegaron como consecuencia de un padrón de juego definido y por sobre todas las cosas, en esta oportunidad más que nunca, porque Peter Nowak, tuvo los protagonistas capaces de establecer quien era el mejor dentro del terreno de juego.
Esta vez no quedaron dudas y ese fútbol de tanta garra, de fuerza, de corage, dientes apretados en cada pelota dividida, que generalmente está acostumbrado a practicar el equipo que ha ganado ya nueve copas en su historia, dio paso, no necesitaba otra cosa, a una serie de atributos técnico-tácticos y a un fútbol vistoso, que de haberse jugado en su campo, hubieran permitido el delirio de los fanaticos locales.
D.C. United tiene claro a que juega, donde está su fuerte y donde están sus carencias y las suple con inteligencia y la jerarquía de varios de sus jugadores. Y además MetroStars lo ayudó siempre, refugiándose atrás, intentando un contragolpe centralizado y poco preciso y fundamentalmente olvidandose que el rival ponía solo tres hombres en el fondo, que hubiera sido mucho más fácil agrandando el terreno y por sobre todas las cosas, buscar llegar arriba por el sector izquierdo de esa defensa, donde Bryan Namof, es quizas el punto más vulnerable del conjunto rival.
Fue un legítimo ganador el representante de la capital de la nación, que esperó el momento propicio, sin desesperarse, para capitalizar en goles su dominio del terreno de juego, ante un rival que se quedó en intenciones, que no pudo nunca hacer olvidar, que no estaba en la cancha Amado Guevara, lo contrario del rival, que disimuló a la perfección la ausencia de uno de sus mejores talentos, el argentino Christian Gómez, quien como el hondureño, por acumulación de tarjetas amarillas, no pudo ser de la partida.
Como un enorme esfuerzo el primer tiempo fue victoria del local y se pensó y generó en los muchos aficionados presentes, la ilusión que se podría mantener a lo largo de todo el partido. Pero poco a poco, D.C. United se fue adueñando del balón, tocando con precisión y colocando pelotas en profundidad que le complicaron cada vez más el panorama defensivo al conjunto de Bob Bradley. Aquella última zona, que con el corazón más que fútbol, había aguantado los primeros cuarenta y cinco, dio paso a las impresiciones y cada vez grandes fueron las brechas que permitían transitar con tranquilidad a los mediocampistas rivales, a esa altura, dueños del balón y del panorama del encuentro.
Habían aguantado Tony Meola, impecable en el arco, y los cuatro del fondo, a los que se sumaban Michael Bradley y Mark Lisi, pero de allí en adelante, nada, y de esa forma, con un balón que permanentemente va y viene sobre el área local, se hace muy difícil jugar. Las variantes intentadas no dieron los resultados esperados y cada vez con mayor dimensión aparecía el fútbol de un inspirado Jaime Moreno, el mejor jugador de la cancha, de un Facundo Erpen, dueño de su área y del joven Freddy Adu, que mientras le dieron las fuerzas, jugó un muy buen partido, sin lucir en lo individual, pero con un panorama de cancha, que permite asegurar sin equivocarnos, que su fútbol progresa día a día.
Ganó D.C. United y ganó bien. Por delante le espera un futuro muy prometedor, como para ser, una vez más candidato a estar en la final de la temporada. MetroStars por su parte, ya no solo depende de sus fuerzas, que ayudarán sin duda, aunque también necesita de alguna mano de los rivales que todavía pelean el último lugar y rezar y esperar un milagro, que aunque sí existen, por lo menos yo lo creo, pocas veces se afilian a espectáculos futbolísticos.
Y no nos podemos olvidar, porque corresponde, en un partido difícil, el árbitro del encuentro Michael Kennedy cumplió una estupenda labor y nos place destacarlo, fue el hombre indicado para un encuentro, que en lo previo se preveía mucho más complicado.
Robert Sierra, comparte la conducción del programa "Sólo Fútbol" y en las transmisiones radiales del MetroStars por Radio WADO en Nueva York, es un periodista con años de experiencia en Uruguay y en los Estados Unidos. Si quiere hacerle algún comentario, escríbale a Sierramls@yahoo.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.