Atlante al Mundial de Clubes

Liga de Campeones de la CONCACAF

Los Potros de Hierro cabalgarán lejos e intentarán poner el nombre de la CONCACAF muy alto. El Mundial de Clubes 2009, a celebrarse en los Emiratos Árabes a finales de año, conoció al nuevo representante del área, el Atlante de Cancún, que luego de empatar 0-0 con un alicaído Cruz Azul, obtuvo su boleto a Abu Dhabi al doblegar por 2-0 en el global a La Máquina en el Estadio Andrés Quintana Roo.


El elenco azulgrana fue el mejor club de nuestra zona futbolística de entre 24 participantes de 10 países, el mayor número de escuadrones de la Liga de Campeones de la CONCACAF, ya que esta edición se dividió en grupos.


El Atlante es el segundo invitado a la Copa del Mundo árabe, ya que el Auckland City, de Nueva Zelanda, también se ha ganado su boleto para disputar por el torneo de la FIFA.


En la tribuna apareció Néstor de la Torre, presidente de la Comisión de Selecciones Nacionales, que se tomaba un refresco en la grada llena de atlantistas, mientras escuchaba con atención su clásico cántico de guerra: "Les guste o no les guste, les cuadre o no les cuadre, Atlante es su padre y sino que chi... a su ma...".


En otro de los palcos de honor, el dueño del Atlante, Alejandro Burillo, se ofreció como intermediario para resolver la reciente ruptura de relaciones entre la FMF y la Conmebol, ya que el "Güero" estuvo al frente de los representativos nacionales hasta que finalizó el Mundial de Japón-Corea 2002, al lado de Javier Aguirre, en su primera era como DT azteca, y trató de cerca a la alta jerarquía del balompié sudamericano.


Armando Archundia pitó el arranque de la Gran Final y comenzaron las acciones sobre el campo de juego. A pesar de que Cruz Azul recuperó a su media de contención titular, con Cristian Riveros y Gerardo Torrado, quienes no jugaron en la ida, mostraron poca creatividad frente a los dueños de casa.


Las bajas de Luis Ángel Landín, lesionado en la ida, y Edgar Andrade, también fuera de circulación por una molestia muscular, pesaron en el cuadro que dirige interinamente el ex arquero y estrella del Cruz Azul, Robert Dante Siboldi. La única buena nueva para los celestes fue que el mejor romperredes del torneo de CONCACAF, Javier Orozco, con 7 tantos, arrancó como titular, al lado de Pablo Zeballos.


El primer tiempo fue lo mejor de todo el cotejo. A los 5', Luis Gabriel Rey sacó un fogonazo lejano, después de hacer un túnel sobre Joaquín Beltrán, pero su envío salió desviado del marco de Alfonso Blanco.


La Máquina contestó cinco minutos más tarde. El paraguayo Zeballos se desmarcó por derecha y desbordó, pero su tiro centro no le llegó con ventajas a Orozco.


Comenzó entonces el "show" de los volantes azulgranas. Christian "Hobbit" Bermúdez y Fernando Navarro, dos chaparrones mediocampistas con grandes habilidades, se hicieron dueños de la banda derecha y crearon mucho peligro para Jaime Lozano y Julio César Domínguez. El centro del terreno de juego tuvo dueño con nombre y apellido. Gabriel Pereyra tomó la batuta y se convirtió en el péndulo del cuadro que maneja José Guadalupe Cruz. El "Místico" corrió, se entregó a tope y fue parte fundamental para conseguir la eliminación de su ex equipo.


El nerviosismo hizo presa en dos de los mejores hombres del Cruz Azul, ya que Jaime Lozano y Torrado fallaron varios pases de rutina, ante la presión de Daniel Guerrero y Luis Gerardo Venegas.


Cerca del minuto 20, Navarro se quitó de encima a Torrado y disparó con potencia, sin embargo, Blanco se lanzó para mandar la pelota a córner. En la siguiente jugada, Rey fusiló al arquero celeste en el corazón del área, pero su disparo salió apenas desviado.


Poco a poco, los jugadores de La Máquina perdieron el dominio del balón, regalaban rápido la esférica y terminaron por sufrir el agobio de los locales.


Corrían los 30' y de repente el juego se tornó ríspido, los creativos de ambos clubes fueron detenidos a base de patadas. El juego se le iba de las manos a Archundia, pero salieron a tiempo las primeras tarjetas amarillas que terminaron por apaciguar un poco las aguas caribeñas.


A los 33', Riveros mandó un tiro de zurda que desvió Federico Vilar a tiempo. Un minuto después, "Catita" Domínguez cabeceó solo un centro de Alex Vela, pero el remate llegó directo a las manos del arquero argentino.


Cerca del final del primer tiempo, Javier Orozco recibió un pase filtrado del "Borrego" Torrado, pero al "Chuletita" le faltó puntería para abrir el marcador.


Inició el segundo lapso y en la banca Robert Dante Siboldi lucía muy tranquilo, a pesar de que su equipo necesitaba un milagro para doblegar al Atlante.


Pablo Zeballos se avivó al observar a Vilar adelantado y se animó a disparar desde la media cancha. El capitán azulgrana no alcanzó a regresar a tiempo a su marco, pero el balón pasó apenas por arriba del horizontal.


Con los ingresos de César Villaluz y Edgar Marini, Siboldi se jugaba sus últimas cartas, buscando revolucionar el ataque celeste; sin embargo, la salida de Riveros dejó solo en la contención a Torrado, quien tuvo que cargar en sus hombros a todo el equipo cementero.


El público comenzó a pedir a gritos el ingreso de uno de sus consentidos y el "Profe" Cruz concedió su deseo. A los 68' entró Giancarlo Maldonado con tremendo apoyo de la gente, a pesar de ser suplente en casi todo el campeonato de la CONCACAF y en el Clausura 2009.


A 15 minutos del final, el encuentro entró en un marasmo del cual ya no pudo salir, ante la postura poco propositiva de ambos cuadros. Archundia pitó el final del partido y los Potros de Hierro festejaron en grande la nueva proeza.


En la tribuna, el presidente del Cruz Azul, Guillermo Álvarez Cuevas, lucía nuevamente decepcionado, ya que sus jugadores lucieron con nula creatividad frente a la portería local a lo largo del juego de vuelta. El club azul, que perdió su tercera Final consecutiva, repitió la mala costumbre de llegar abajo en el marcador, ya que en todas han caído en el juego de ida, tal como le pasó ahora ante Atlante, ya que el 2-0 de la primera batalla prácticamente selló el nuevo descalabro celeste. Primero cayó ante Santos Laguna en la Final del Clausura 2008, mientras que en el Apertura 2009 fue víctima del Toluca.


Por su parte, Atlante sumó su segundo título como representante del bello puerto de Cancún. En primera instancia se llevó el torneo Apertura 2007 sobre los Pumas de la UNAM y ahora el título de monarca absoluto de la CONCACAF.


Los jugadores azulgranas, en pleno festejo, mostraron una camiseta con la leyenda: "Campeones, nos vamos a Dubai", cuando en realidad el Mundial de Clubes 2009 se llevará a cabo en Abu Dhabi.


El certamen asiático se realizará del 9 al 19 de diciembre de 2009, con un total de 16 millones de dólares en premios, de los cuales 5 millones de billetes verdes se los llevará el Campeón.
Abel Reyes Díaz, investigador de contenidos editoriales deportivos, ha trabajado también en Editorial Televisa como Editor en Jefe y copywriter de Fox Sports México, así como en el Periódico Reforma y Grupo Radio Centro; colabora a la vez con sus artículos en FutbolMLS.com.