En menos de un mes, MetroStars estará disputado su décima temporada. Como todos los años, el inicio de temporada, está marcado un nuevo ciclo, lleno de ilusiones, de esperanzas de concretar el sueño de alcanzar, por primera vez en la historia del club, la Copa MLS.
El año anterior hablamos de un proceso en marcha, de
las posibilidades de poder culminar con éxito un
trabajo serio, que nunca estuvo en discusión, pero que
a la hora de la verdad, no dio los resultados
esperados, no con la urgencia que muchos estaban
reclamando. Muchas veces hay que saber esperar y
apostar al esfuerzo a largo plazo para luego obtener
la meta.
En este caso, no se puede tampoco discutir que los
objetivos estaban claros, una idea táctica y técnica
definida, que se mantenga por encima de las
características individuales de los jugadores, un
padrón de juego definido que predomine, aún por encima
del acomodar a cada pieza en el lugar de mayor
rendimiento individual.
Y el otro gran tema, que tampoco merece ni objeción ni
discusión, es que permanezcan los jóvenes valores,
como patrimonio indispensable para un buen futuro,
aunque también en este caso, podemos caer en el viejo
refrán que dice, con juveniles se ganan partidos, pero
no campeonatos. Con el correr del tiempo, esos
jóvenes, se transforman en jugadores experimentados
que pueden y deben ser base de grandes campañas, que
no se puede dudar, llegarán con el correr de las
temporadas para regocijo de los parciales del conjunto
gótico.
Hay varios factores por los cuales estamos doblemente
esperanzados en una gran campaña de MetroStars en la
temporada 2005, argumentos que no se pudieron contar a
favor en los últimos años. En primer lugar, la
continuidad del cuerpo técnico, que ya tuvo el
suficiente tiempo de inversión y que debe
necesariamente comenzar a dar sus frutos.
En segundo lugar, el fogueo necesario de algunas
figuras, Gaven, Magee, Parke, por citar solo tres
ejemplos, que fueron obligados a asumir
responsabilidades para las cuales no estaban
preparados, que salvaron el examen, pero que quizás
aún no pudieron ponerse el equipo sobre sus espaldas
en momentos decisivos.
En tercer lugar, la plena adaptación de jugadores como
Walker y Guevara, el primero un pilar siempre, pero
ahora con mayor ascendencia sobre sus compañeros y el
segundo, siempre buscando el mejor lugar para
beneficiar el equipo. Es claro que Bob Bradley tiene
que haber sacado las conclusiones para ubicar al
catracho para rendir en la plenitud de sus
condiciones, y ya sabemos que en ese caso, resulta un
jugador desequilibrante.
Y todavía tenemos un cuarto y decisivo punto que puede
cambiar la historia. Hablamos de juventud, de
jugadores que aún no estaban prontos, de estrellas
internacionales que no pudieron, a la hora de la
verdad, brillar como se esperaba, quizás porque les
faltó el acompañamiento necesario, por sentirse muy
solos para asumir toda la responsabilidad. El 2005 se
presenta muy diferente. Sumado a todo lo muy bueno que
hemos reseñado, llegan dos jugadores de gran
experiencia, de probado temple en el campo que sea,
con una trayectoria internacional envidiable. Y todo
eso, será el complemento ideal para un MetroStars que
este año tiene todo, para llegar a la cima.
Jeff Agoos y Youri Djorkaeff no podían llegar en mejor
momento. El primero para solidificar una defensa que
derrochó espíritu de lucha en la mayoría de sus
integrantes, pero que se reiteró en graves errores,
propios de la inexperiencia, de la falta de un líder
dentro del terreno de juego. Agoos será la pieza clave
para balancear el equipo, el jugador que el técnico
reclamaba y que llega para sumar. Y ni hablar del
francés, con un panorama de cancha excepcional, capaz
de regular el ritmo de cada enfrentamiento y permitir
el desahogo de Guevara, para que definitivamente,
éste pueda encontrar el camino del gol.
En fútbol nunca se puede asegurar nada. Pero en los
papeles, pocas veces pudimos estar tan confiados en
lograr el mejor rendimiento, como en el año que se
inicia. El rendimiento, en condiciones normales,
parece estar asegurado, la victoria, obviamente es
otra historia, pero si usted acompaña desde la
tribuna, quien le dice... ¿no le parece?
Robert Sierra, compartiendo la conducción del programa "Sólo Fútbol" y en las transmisiones radiales del MetroStars por Radio WADO en Nueva York, es un periodista con años de experiencia en Uruguay y en los Estados Unidos. Si quiere hacerle algún comentario, escríbale a Sierramls@yahoo.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.