¿Serán los mejores?

En época de peticiones y de regalos que más podría haber esperado Brasil sobre el cierre del año futbolero. Se lo ganó todo. En la gala de FIFA solo faltó que la ceremonia se realizara en portugués porque lo demás fue el homenaje repetido a un Brasil futbolístico sin objeciones, pero quizá con algunos pequeños reproches.


No se puede discutir el galardón de Ronaldinho por su sensacional año en el Barcelona y sus apariciones en la eliminatoria Mundial Suramericana, pero el delantero del equipo azulgrana no hizo parte dela Copa América en donde brilló y despegó con luz propia su compatriota Adriano. Ronaldinho deslumbró al mundillo de los técnicos y capitanes con sus apariciones en la Liga Española en donde su explosión y talento marcaron la diferencia, pero creo que la condición técnica y la capacidad goleadora de Thierri Henry merecían mejor suerte mucho más teniendo en cuenta que la Premier Liegue es tan o más competitiva y exigente que la Liga de las Estrellas.


No se trata de hacer polémica con el tema, pero si fuese bueno que al menos emocionalmente consideráramos el caso de Tití ya que los técnicos y capitanes del planeta fútbol fueron lo suficientemente influidos por la magia brasileña en detrimento de un francés que lleva desde 1998 deslumbrando al mundo con base en arte, técnica, disciplina y sobre todo continuidad.


Brasil igual termina el año como el mejor equipo y ahí no caben dudas de acuerdo con los resultados, pero una vez más insisto en que el fútbol no se puede medir como ciencia exacta y ese es el problema que trae el famoso programa de medición de FIFA que se hace exclusivamente con base en cifras y números . Quizá valga la pena recordar como ganó el scratch la Copa América de Perú en una circunstancia perfectamente válida, pero dejando claro que no fue el mejor y evidenciando una vez más que en el fútbol no siempre los que ganan son los mejores.


Como colofón de los brasileños en el balance del año quedó la figura de Falcao, un hombre con apellido prestado de la historia brasileña, pero que no decepcionó en el fútbol de sala. El sí sin reproche por su nombramiento dejó constancia en las canchas de la genialidad y nos llenó el ojo de espectáculo en el Mundial de China Taipei. Ver jugar a Falcao en el fútbol de Sala fue el equivalente de ver jugar a Maradona en el fútbol grande. Y les juro que no estoy deslumbrado ni exagerando.


Más allá de las nominaciones de FIFA nos queda un año en positivo para el D.C. United por su regreso a la gloria en la MLS, aunque con el paso de los días una noticia preocupante ronda al fútbol de Estados Unidos por el desencuentro entre el sindicato y la federación que podría provocar un caos a nivel de selecciones dentro de un colectivo tan sólido como el de Estados Unidos. Ojalá Santas les traiga a las dos partes soluciones a corto plazo.


Para Argentinas fue un año bueno. Campeón Olímpico, Subcampeón de América y primero en la eliminatoria Mundial. Se fue Bielsa y se sintió en lo futbolístico, pero el combustible que dejó el entrenador le alcanzó a Argentina para cerrar año con techo alto. A nivel de Clubes allí una vez mas el Tolo Gallego demostró que lo suyo es con trabajo cuando en el 2004 cuajó su cuarto título con tres clubes diferentes y coronó al Newlls que antes había coronado Bielsa.


En fin un año con premios oficiales para Brasil y con una Argentina que en Suramerica mereció más, pero que corrió con la misma suerte de Henry en el viejo continente. Una vez más: En el fútbol no siempre ganan los mejores.


Ricardo Mayorga es el primer comentarista de las cadenas Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Angeles.