La juventud al poder

La conciencia educativa de la sociedad moderna esta permitiendo, en muchos frentes, que cada día más jóvenes sean quienes lideran buena parte de un planeta urgido de renovaciones y con necesidades cada vez más temporales a una generación. En pocas palabras, los jóvenes son el futuro y el fútbol no se ha sustraído de ese popular fenómeno que comenzó con la famosa generación de los "yuppies" neoyorquinos y su particular manera de hacerse notar primero en el campo académico, luego en el intelectual y finalmente en el empresarial.


Mirar a nuestras canchas de fútbol hoy es algo similar solo que allí se visten de corto y no portan el maletín de sus secretos financieros recientemente envejecidos al tibio calor de un café en una metrópoli cualquiera de la tierra. No. Nuestros "yuppies" juegan fútbol y no alcanzan los 16 años aún, se destacan más que los demás y se "roban" los titulares de prensa y las grandes entrevistas en los medios masivos de comunicación. Son los nuevos ídolos de la niñez que cada día se acerca más a ellos en edad y se identifica mucho más aún con sus maneras y costumbres.
Repasemos un poco y veamos como el nuevo mundo toma ventaja sobre Europa en este tópico que se empezó además a convertir en una industria típica de exportación solo que esta tiene algunos bemoles curiosos por la edad de los protagonistas y el significado que tienen en los clubes por no poderlos contratar directamente hasta que sean mayores de edad. Hoy por hoy en América son cuatro los nombres que podemos recitar velozmente y de memoria: Lionel Messi y Sergio Agüero en la Argentina, Giovanni Dos Santos en México y Freddy Adu en los Estados Unidos. Eso sin meternos de lleno en los tres escuderos de lujo que promociono México en el reciente Mundial peruano sub. 17 como son Vela, Villaluz y Esparza.
En Colombia hace solo unas semanas y por esas necesidades no programadas en el tercer mundo futbolístico en la bella ciudad de Bucaramanga un niño llamado Sherman Cárdenas por carambola debió vestirse de profesional un domingo de agosto y jugar para el Atlético Bucaramanga ante el Atlético Nacional. Conclusión: un lujo y un golazo que se repitió por días y días en la tele local. El crío solo suma quince años y en su colegio pasó de ser el normal Cárdenas a la figura descollante perseguida a diario por la prensa. Le cambio la vida y hoy su contrato esta en veremos pensando en el futuro como futbolista.
La FIFA legisló hace poco sobre la edad y solo se pueden contratar mayores de 18 años, pero los clubes europeos encontraron el camino corto para seguir intentando y ahora los contratos se ofrecen a sus padres y con ellos viaja el preciado tesoro. Increíble la edad con la que empiezan a sentir el peso y la ansiedad de fortunas en los bancos. Bien por ellos que desde temprano descollaron, pero cuidado que el fenómeno no todos lo manejan igual y por estos días ya hubo "berrinche" en territorio de Washington cuando Adu reclamó más minutos de fútbol a su técnico en el D.C. United de la capital norteamericana.
Creo que Adu es un superdotado al que están manejando bien y con cuidado, pero el fenómeno exterior que el percibe con las apariciones de los Messi, Agüero, Dos Santos y compañía empieza a ejercer sobre Adu una presión extra que en el fondo habla bien de su vergüenza deportiva, pero que en el actual momento es solo la respuesta normal de una crisis de ansiedad en un niño que ya se siente grande y con dinero.
Nowak creo que lo maneja con acierto y de el dialogo entre jugador y técnico debe salir algo edificante porque tan joven no se puede malograr una figura que recibió todo el peso publicitario de una liga en su comienzo. Demasiada responsabilidad para tan corta edad, pero Adu debe entender, como si fuera grande, que ese es el costo de la fama aunque por ella no puede perder la perspectiva.
Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles.