El crecimiento, desarrollo, evolución, o como usted le quiera llamar, del fútbol en los Estados Unidos es sin duda el corolario de un excelente trabajo de mucha gente con visión y ganas de triunfar. El desafío que se propusieron diez años atrás, no era fácil y sin embargo, sigue adelante. Las piedras que se le van poniendo por delante, solo sirven para fortalecer el camino, en la medida que se sigan tomando las medidas necesarias para superar los malos momentos.
El 2005 llega lleno de ilusiones, de esperanzas, de
superación, de nuevas propuestas y también, no les
queda ninguna duda, de inconvenientes que se irán
planteando y que son el lógico resultado de un mercado
que cada vez tiene mayor atracción.
Los problemas que se han suscitado con la selección
norteamericana y el Sindicato de Jugadores, son un
adelanto mínimo de lo que será el futuro. Nadie tiene
la más mínima duda que el deporte en general, es un
gran negocio, que todo futbolista profesional, por
ejemplo, tiene el derecho de intentar un futuro
económico sólido, pero que mal vamos, si el afán del
dinero, les lleva a intentar tapar el sol con un dedo.
La selección fue y será la gran vidriera, la misma que
los llevó a muchos al equipo o al país en el cual
juegan en la actualidad y no es precisamente
representando a su país de nacimiento, el mejor
momento para realizar planteamientos económicos fuera
de lugar. No estoy diciendo que las aspiraciones de
los jugadores en este caso lo sean, pero sí digo, que
el defender al equipo de todos, debe seguir siendo la
prioridad número uno para cualquier deportista, por
encima incluso de los intereses exclusivamente
personales. Estados Unidos ocupa hoy día un sitial de
privilegio en materia futbolística, al cual es muy
difícil acceder, casi me animaría a decir, que sumado
al mérito del esfuerzo, de la organización y de las
condiciones brillantes en muchos casos de jugadores y
técnicos, ha tenido y tiene mucha suerte de estar
ubicado por la FIFA, por méritos propios por supuesto,
en la ubicación que está. Sería una verdadera lástima
que todo ese enorme esfuerzo se desmoronara, por la
falta de buena voluntad para encontrar la solución a
planteamientos económicos que no pueden ser
irreversibles.
El tema para empezar el año está bien interesante,
pero no es el único que tendremos que afrontar en el
2005. La incorporación de dos nuevos equipos, algo que
nos entusiasma a todos desde todo punto de vista,
también traerá consigo nuevas parcialidades y creará,
de manera especial en la zona Oeste, una rivalidad muy
especial entre Chivas USA y el Galaxy, único equipo
hasta el momento en la ciudad de Los Angeles.
Mexicanos y latinos en general, concurrirán como nunca
a los espectáculos de la MLS, esperemos que para darle
el color y el calor que al fútbol le hace falta y nada
más. Habrá que tomar las medidas necesarias antes del
comienzo de temporada, para evitar que se intenten
importar costumbres de otros países que nada bien le
harían a un medio que puede decir con orgullo, que el
fútbol es un deporte familiar.
Y otro asunto que preocupa y que deberá ser analizado
a fondo es el referente a los arbitrajes. Desde luego
que la MLS no tiene nada que ver en esto, aunque
quizás ya sea hora, de establecer algún mecanismo para
que sí pueda, por lo menos, trabajar en conjunto con
los encargados de las designaciones, lo que redundaría
en gran medida, en beneficio de los espectáculos. Hay
un árbitro para cada partido, es tan viejo el refrán
como el fútbol mismo, no se pueden poner todos los
nombres de quienes han recibido su diploma en un
bolillero y que arbitre el que le toque. De esa manera
cada vez más, nos vamos a complicar y eso,
evidentemente al público no le gusta. Por otra parte,
en todas las grandes Ligas de este deporte, existe un
grupo de árbitros Internacionales, de Primera
División, de Segunda, etc. ¿Por qué no tener un
selecto número de jueces por año?, los cuales se pueden
rotar en cada temporada si no responden a la
expectativa creada. Los mejores para los mejores
partidos. Que un Colegio de Árbitros, o como le
quieran llamar, trabaje con un grupo reducido a
efectos de ir mejorando día a día, que se acepte que
lleguen jueces internacionales de otros países a
dictar cursos o seminarios, que se entienda que en
esta materia, aún estamos lejos de salvar el examen.
Robert Sierra, compartiendo la conducción del programa "Sólo Fútbol" y en las transmisiones radiales del MetroStars por Radio WADO en Nueva York, es un periodista con años de experiencia en Uruguay y en los Estados Unidos. Si quiere hacerle algún comentario, escríbale a Sierramls@yahoo.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.