Galaxy sucumbe en casa con el Real

El Galaxy de Los Ángeles no sale de su mal momento y cayó en casa 0-3 ante el equipo Real Salt Lake, que no había ganado ningún partido en el 2006.


Las caras nuevas del Galaxy, Kyle Martino y John Wolyniec, no perdieron tiempo en ingresar a la alineación y fueron de la partida. Lo les faltó en conocer a sus nuevos compañeros lo compensaron con su energía.


Eso creo la primera oportunidad para los galácticos cuando Martino dio un buen pase al centro del área del gol. Wolyniec perdió la oportunidad para ser el héroe cuando no pudo conectar con la pelota para meterlo al arco.


El plan del Real fue a defender bien en la media cancha y después de ganar la pelota, para mandarla rápidamente a Atiba Harris, un joven delantero que tiene mucho velocidad. Harris anunció su presencia temprano, con un disparo al minuto ocho.


Controlando la mayoría de las acciones, el Galaxy llegó al arco de Real en el minuto diez cuando Michael Enfield remató de cabeza, pero Scott Garlick salvó.


El esfuerzo del Galaxy no dio frutos, mientras que el plan del Real si. En un contraataque, con la ayuda de un buen pase de Carey Talley, Harris avanzó rápidamente y con un disparo fuerte marcó al minuto dieciocho.


Después del gol, Real Salt Lake cerró la puertas defensivamente, esperando sus oportunidades.


El Galaxy trato varias veces y en distintas maneras a conseguir el empate. Cobi con un cabezazo en el minuto treinta disparó a un lado. Otros jugadores también fallaron a la hora de meterla. Wolyniec tuvo otra buena chance justo al tiempo del descanso.


En el segundo tiempo, Real peleó bien duro para mantener su ventaja. Terminaron con cinco tarjetas amarillas, pero sin ningún tanto en contra.


La suerte del Galaxy cambio de mal a peor cuando, en su concentración para obtener el empate, dejaron la línea de la defensa floja.


Cuando entró Jeff Cuningham en el minuto 74, Real tuvo en la cancha un jugador fresco y peligroso, porque es uno de los mejores en atacar a la defensa con la pelota a sus pies.


También tuvo la ayuda de los defensores, que, en vez de cubrir la llegada de Cunningham, reclamaron al árbitro por un fuera de lugar. Sin embargo, la bandera quedó al lado del juez de linea y Kevin Hartman no podía salvar el remate de Cunningham. Fue el 2-0.


Eso fue el gol que mató el Galaxy. Luego vendría el tanto final, también por Cunningham en el minuto 87. La acción fue un insulto más a un equipo que por mucho tiempo gozó de buenos resultados en casa, pero que en el 2006 no sabe lo que es ganar como local.


Todo el gozo fue para el Real, que al fin ganó, con una victoria muy merecida, su primera en la cancha del Home Depot Center.


Andrea Canales colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.