Echeverría: Naturalizados a la carta

En el transcurso de la semana nuevamente se prendió la polémica acerca de cuanto afectan la naturalización de extranjeros los procesos de selecciones en Latinoamárica.


La prensa mexicana nuevamente pegó el grito en el cielo cuando el seleccionador Ricardo Lavolpe insistiera en su teoría de que si existe una persona extranjera con pasaporte de ese país, y que se adapte a lo que el quiere dentro del terreno de juego, podría ser junto al brasileño Antonio Naelson "Zinha", miembro del tricolor.
Su teoría gana fuerza luego del aporte del amazónico en la última edición de Copa Confederaciones.
Ya levantaron la mano el argentino Guillermo Franco, y en determinado momento lo hizo también el brasileño Alex Fernandes, claro con el beneplácito de Lavolpe, quien insiste que cada persona que paga sus impuestos en la nación Azteca tiene derecho a las mismas oportunidades de los demás.
Cada quien tendría una visión distinta de este aspecto, pero la naturalización de jugadores podría ser un recurso útil siempre y cuando no se abuse de él.
En estos momentos, la selección mexicana tendría una generación lo suficientemente fuerte para buscar cosas grandes, sin recurrir a una masiva incorporación de naturalizados. En estos momentos "Zinha" ya se ha ganado el derecho a jugar por una selección ajena, ya que ha cumplido con lo que se le ha requerido y además, posee la total confianza del técnico Ricardo Lavolpe.
Si en determinado momento existiera un jugador no nacido en México que pueda marcar diferencia entonces la postura de Lavolpe sería lógica, pero de momento solamente sería jugar con el orgullo de una nación y con el futuro de muchos jóvenes que vienen empujando fuerte por una plaza.
Pero no solo en México, el tema ha sido escabroso. En Guatemala, el club Comunicaciones decidió armarse de nueve extranjeros para tratar de recuperar el título perdido hace cuatro torneos.
El problema, es que como uno de los clubes que más jugadores aporta a la selección, estaría formando parte de una barrera que obstaculize el desarrollo de futuras generaciones y de nuevos entrenadores.
Los 'albos' no tendrían tantos inconformes, si no fuera porque hace algunos años iniciaron un proceso con la finalidad de renovar el grupo. En resumen, los muchachos que vieron acción el torneo anterior verían la banca ante la llegada de jugadores de prestigio.
Tres hondureños, un panameño, un uruguayo y cuatro ticos serían parte de un cuadro con vocación de barrer con todo en su país. Sería también injusto decir que los extranjeros son los que corrompen las ligas en Centroamérica y México, ya que también en muchos casos le dan el aporte extra que las mismas necesitan, pero siempre un recurso mal manejado provoca vicios malignos.
En El Salvador por ejemplo, durante el proceso mundialista a Francia 98, el técnico de ese entonces Milovan D'Joric incorporó al brasileño Nidelson de Mello y al montenegrimo Vladan Vicevic, quienes colaboraron con una campaña que por poco culmina en la Copa Mundial.
Por ahí dicen que la tierra es de quien la trabaja, pero en el fútbol la intención y la expresión podría cambiar. El fútbol es quien lo ama, una camiseta también.
Cristian Echeverría es reportero del diario
La Opinión
de Los Ángeles. Desde 1994 es reportero de fútbol y ha trabajado para varios diarios en Guatemala y El Salvador, así como para la revista
Don Balón
en sus ediciones de España y México. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o de sus clubes.