Una lección Real

En un momento clave y cuando el mundo está pendiente de un conteo regresivo que nos lleva pletóricos rumbo a Alemania, es importante no perder la cabeza y cada experiencia propia o ajena vivirla como una lección de cara al inmediato futuro. Quedan pocos días para conocer las listas de los protagonistas de ese escenario maravillosos que será el Mundial de Alemania y todos los invitados, a su manera, se alistan y preparan con el objetivo de hallar su mejor colectivo y ese se arma con base en individualidades. Pero cuidado. No han pasado muchas horas después que un conjunto lleno de individualidades fue mediáticamente humillado en España por otro con menos individualidades, pero con más sentido de equipo y de colectivo.


A todos debe servir el porrazo durísimo del Madrid en la Copa del Rey a manos del Real Zaragoza que se convierte un poco en el "enterrador oficial de los elefantes". Ya su carácter y su ímpetu hace poco lo había sufrido el Barcelona. Ahora el turno fue para un Madrid que priorizó la liga y en la rotación sintió la penitencia de su visita a la Romareda.


Cuidado Brasil que desde estas mismas páginas hemos apostado por los penta como ultra favoritos para el Mundial, pero cada día el fútbol se encarga de demostrarnos que no hay oncenos infalibles y que los más poderosos terminan siendo vulnerables ante el ímpetu de los más chicos. Una vez más se evidencia que la preparación psicológica sigue imponiéndose en este moderno escenario de los deportes que entienden el poder humano emitido desde su centro control en el cerebro. Ya no hay atletas invencibles.


Lo del Real Madrid es una dura lección de vida y un grito de alerta para los grandes y para las selecciones que se observan con antelación como favoritas. Igual en los Mundiales siempre parecen ganar los mismos, pero siempre hay una primera vez y contra ella deben estar prevenidos muchos que objetiva y pacientemente observan como se desarrolla la preparación de cada una de las selecciones que estarán en la gran cita mundialista.


Nos hemos imaginado por un solo instante la selección de los Estados Unidos disfrazada en el Mundial de "Zaragoza" los problemas serios que daría en la primera zona ante Italia y la pelea de iguales con los Checos. Por ahora nadie habla del equipo de Bruce Arena en el mundillo externo del fútbol y quienes hablan no apuestan mucho por ella y la excluyen casi de entrada en la primera ronda. Yo no juego en ese bando, no. Creo irremediablemente en el trabajo serio de Estados Unidos y me encanta el bajo perfil con el que llega al Mundial. Ahí puede estar el secreto y entonces el preocupado debe ser Italia que no querrá ser a esta altura el Portugal de Corea en el debut americano de aquella justa mundialista.


El ilógico mundo del fútbol pareciera ahora al revés, pero no. Ese es su orden. Los grandes no deben tener miedo, pero tampoco pueden perder el respeto. Cualquier "Zaragoza" puede atravesarse y la película diseñada para que Brasil, Alemania, Argentina, Inglaterra y Holanda sean protagonistas de pronto en su rodaje termina interpretada por un actor de reparto. No ha pasado, pero repito : siempre hay una primera vez.


Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles.