Se rompen los moldes

Estamos asistiendo, por estos días, a una curiosa transformación del fútbol en donde pareciera que el estricto imperio de los resultados pasó a ser secundario en beneficio del espectáculo. Las tradicionales escuelas tácticas no es que pierdan esencia sino que el ímpetu ofensivo empieza a contagiarse y el mundo balompédico se puso a disposición del fútbol ataque. Los ordenes parece que se invierten y la capacidad creativa se impone para superar al fútbol defensivo que desde los años ochenta campea producto del estudio a conciencia de los rivales. Siempre fue, desde entonces, el ajedrez llevado a la cancha y el beneficio colectivo ha trabajado como un reloj engrasado mas para evitar que el adversario produzca más de lo que "mi equipo" pueda producir y generar.


No son pocos los ejemplos de estos días y en todas las latitudes directores técnicos que por tradición o por escuela preferían el resultado, desde sus equipos están expresando lo contrario. Eventos como la Copa Libertadores de América tradicionalmente de resultados cerrados y de partidos mezquinos se han convertido en toda una estenografía novedosa pletorita de emociones y de goles.
Si. Hay mas errores para el análisis es cierto, pero eso no importa si los aficionados presentes y televidentes al final del partido aplauden a rabiar con un sentimiento de gratitud por los noventa minutos observados. Técnicos como Jorge Burruchuga, fiel a la escuela Bilardista de los números por encima del espectáculo, soltaron sus amarras técnicas y en la Liga como en la Copa brindan espectáculo aprovechando al máximo las condiciones de sus dirigidos. Ese Estudiantes del "Burru" lo demostró en su juego copero ante el Sporting Cristal del Perú logrando una voltereta histórica y revirtiendo un tres a cero para retirarse ganador con un generoso cuatro a tres.
Hace solo unos meses hablar de un tres a cero en la primera parte parecía sentenciaba un resultado, pero hubo un partido bisagra en la historia y fue la ultima final de la Champions, aquella en la que el Liverpool de Rafa Benítez no se achico ante la poderosa máquina del Milan y torció en la cancha la historia de un partido perdido. De ahí en mas no han faltado ejemplos y a lo de Estudiantes habría que agregarle el partidazo de los Tigres frente al Cali en Monterrey por esta segunda zona de la Libertadores en donde se agarraron a goles los dos rivales hasta llevar el juego a un cinco a cuatro que no fue más porque se acabo el tiempo. Y que decir del súper partido que ofrecieron en la Argentina el pasado domingo por el campeonato doméstico Colon ante River en el "Cementerio de los Elefantes". Fue un dos a dos con sabor a más.
Que bueno y que lindo ver fútbol así. Con trabajo táctico, pero sin excederse en especulaciones y en donde los talentosos vuelven a poner condiciones, marcan diferencias y permiten el regreso de las genialidades para combinarlas con la estrategia. Se gana en todos los sentidos. El Barcelona español es otro ejemplo latente de ello con su triunfo -no tan holgado- pero triunfo al final sobre la aun conservadora postura del Chelsea aferrada a la fuerza más que al talento que también poseen. En la Champions, Messi, Ronaldinho y Etto nos hicieron recordar pretéritos lujosos y nos trajeron de regreso pasajes Maradonianos que hicieron diferencia ante los ingleses de Mourinho en una cancha más apta para el Cross Country que para el fútbol. No importó el terreno. Barcelona jugó a lo que sabe y logró un resultado merecido ante la mezquindad del onceno londinense que anuncio patadas antes y cumplió su libreto.
Que viva el fútbol. Que vivan los goles. Que viva el espectáculo. Que prosiga lo táctico sin restar talento y que lo moderno y estudiado del fútbol permita dentro de sus colectivos poder compartir el arte de los mejor dotados sin obligarlos a una camisa de fuerza estratégica que recorta su ambición. Que buen presagio de Mundial cuando se anuncia que después de mucho tiempo asistiremos a un evento lleno de talentos. Al final no puedo olvidar en esta nota llena de goles a una selección que callada hace su trabajo con muchos goles y para mirar con respeto. Estados Unidos no se podía quedar atrás y en una sola salida ante Guatemala con solo los"emeleseros" dejo su impronta de estilo con cuatro goles. Lo dijimos al principio, el estilo se contagia y parece que es para bien. El Mundial espera con esas notas.
Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles.