Mayorga: Schuster renueva a Madrid

Es toda una novedad para la España clásica y muy Madridista por estas horas, el fútbol que le hemos visto a la versión Schuster del Real Madrid y así lo expresa desde su columna en el periódico As, el excelente analista Alfredo Relaño, cuando desde su muy respetado rincón editorial nos recordó la espantosa cátedra futbolística que nos dibujo por años y por estos lados el buen Ricardo Lavolpe hoy voluntariamente "exiliado" en su propio país de origen luego del remezón que dejó su paso por México en algo más de 25 años y cuatro de ellos dirigiendo al combinado azteca.


No se si la admiración de Relaño nace del Madrid que "sale jugando" desde el fondo tocando la pelota y haciéndola crecer dentro del campo apoyado en la gran técnica de sus nuevos jugadores y en la dinámica de correr que exhiben las muy europeas nuevas caras de este Madrid de Bernard Schuster. Pero lo que si me queda claro es que la propuesta madridista fue adecuada para los dos primeros partidos, pero por culpa de los rivales en turno. Primero porque el Atlético del "Vasco" Aguirre fue un poco tímido en gran parte del partido y porque el Villarreal de Pellegrini siempre regaló la iniciativa. Eso fue lo que capitalizó bien el Madrid. El error táctico del rival, pero tendremos que ver un poco más la Liga para poder analizar las salidas desde el fondo con rivales más exigentes y estudiosos que fundamenten su estilo no solo en la posesión de le pelota.


El fútbol es eso. Posesión de balón y saber que hacer con él desde mi parte, pero que hago cuando no lo tengo o como respondo cuando el presing desde la salida del rival (leamos equipos como los de Bielsa) ahoguen a mis laterales y mis marcadores. Ahí cambia el libreto y ahí es cuando el fútbol nace en la precisión combinada con velocidad para poder superar la dinámica de marca que me plantea el adversario. Por ahora en España solo un equipo juega adelantado cuando no tiene la pelota y ese es el Sevilla. Corre todo el tiempo, presiona la salida del contrario, se roba muchos balones muy cerca del arco rival, juega por las bandas y usa a la perfección el ancho del terreno. Menos desgaste desde lo físico, más riesgo para el otro y se lleva el partido al lugar que más conviene estar con la pelota: lejos de su portería.


El fútbol de hoy ya no permite hablar de un sistema durante un partido de 90 minutos como se hacía antes. Hoy los equipos deben y preparan sus variantes con base en lo previsto y con base en lo fortuito. El gol es el táctico del fútbol y es el que obliga a los cambios de sistemas. Allí conoceremos la realidad de un equipo que como el Madrid deslumbró en sus dos primeras salidas de Liga proponiendo el partido a su antojo. La comodidad ayuda y eso es lo que hasta ahora expresa el Madrid de Schuster y solo el tiempo nos dictará la realidad de quien o quienes son capaces de incomodar al buen Bernardo con sus pretensiones de fútbol espectáculo. Si lo logra, bienvenido al futuro porque la liga de las estrellas no es fácil y menos mantenerse con ideas tan fijas.


Claro que España permite estos análisis, como los permite Argentina, Inglaterra y hasta el conservador sistema italiano. El resto con el perdón de la Bundesliga son de marcados extremos. O es el excesivo abuso de la técnica o el desmedido apoyo del músculo y el fútbol no es una ciencia exacta. Ojala además esto, estén estudiando desde la interna directiva de los angelinos del Galaxy en los Estados Unidos a donde se trajó a Beckham, pero sin arropo futbolístico. Solo Donovan y a veces Pavón entienden al inglés. El fútbol del Galaxy es espantoso y el pobre David ya empieza a "pagar los platos rotos".


Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años para cadenas como Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles. Mayorga colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.