La situación no podía ser más clara (y embrollada) para Club Libertad. Todavía sin puntos en lo que iba de la Copa Libertadores de América, el elenco guaraní estaba obligado a ganar sí o sí la noche del miércoles si pretendía mantener intactas sus chances de seguir con vida en el torneo continental.
Tarea sumamente complicada para el campeón paraguayo, ya que al frente tenía al club más fuerte de la llave. Invicto tras dos partidos, incluyendo un impresionante 6-0 sobre Arsenal de Sarandí hace algunas semanas, Fluminense amenazaba con mandar a la UTI a un rival tambaleante, sobre el cual pendía la amenaza de la eliminación virtual.
Sin embargo, los presentes en el Estadio Defensores del Chaco tuvieron motivos para ilusionarse con la resucitación copera de sus ídolos. Imprecisos y sin mayor profunidad en el ataque, los dueños de casa igual lograron adelantarse en el marcador sobre la media hora gracias a una jugada de balón parado.
Un tiro de esquina por la izquierda de Oswaldo Martínez encontró la cabeza del atacante Juan Samudio, quien envió la pelota a un costado inatajable para el portero Fernando Henrique.
Lamentablemente, la alegría paraguaya duraría apenas diez minutos. Una gran pared por la derecha entre el volante Darío Conca y Gabriel sacó al arquero Horacio González de su marco y permitió a Washington definir a placer con un frentazo que igualó la cifra.
Entrando en coma, Libertad sólo atinó a mirar como Washingston se enredaba solo en el área guaraní, tras recibir un córner de Conca, pero ante la inmovilidad de los zagueros igual pudo recomponerse y decretar el 2-1 definitivo.
Aunque todavía faltaban 40 minutos para revertir la historia, los gumeros no levantaron cabeza, dejando en evidencia su estado crítico.
Salvo un milagro que debe comenzar a tomar forma el próximo 2 de abril frente al mismo Fluminense, aunque esta vez como forastero, Libertad tendría que ponerse a pensar exclusivamente en la liga paraguaya. El Fluzão, por su parte, tiene los mismos puntos que Liga Deportiva Universitaria de Quito (siete), aunque lidera el Grupo 8 por mejor diferencia de goles.
Mientras algunos ya empiezan a despedirse de la Copa Libertadores, San José de Bolivia se metió de lleno en la pelea por el Grupo 6 al sorprender 2-1 al poderoso Santos.
Pese a un comienzo inseguro, que derivó en un temprano 1-0 en contra por obra de Kléber, los altiplánicos reaccionaron con firmeza, emparejando las acciones sólo cinco minutos después por intermedio de Luis Cerruti, cuyo remate cruzado puso de pie a los 20.000 espectadores, incluyendo el mandatario Evo Morales, que vieron la primera presentación copera del equipo minero en el Estadio Jesús Bermudes.
Al mismísimo Presidente de la república boliviana casi le dio un infarto a los 52 minutos al ver como el portero local Daniel Vaca manoteaba un nuevo disparo de Kléber que se dirigía a las redes. No obstante, cuando el carioca se aprestaba a festejar su segunda conquista de la noche, un defensor local se lanzó al piso para rechazar el balón junto antes de que cruzara la línea de gol.
Claramente afectado por la altura (1.709 metros) de Orura, los visitantes no se exigieron demasiado durante la segunda mitad, optando por preservar el empate que les dejaría en el tope de su grupo. No obstante, Gerson Luis García, en una gran maniobra individual que culminó con el tanto de la victoria 2-1, aseguró que los tres puntos se quedaran en casa a los 61 minutos.
De esta forma, Santos y San José comparten el segundo lugar de la tabla con cuatro unidades y miran hacia arriba al puntero Cúcuta Deportivo.
Todavía con la espina clavada por la humillante derrota 3-0 asestada por Nacional de Montevideo en su último encuentro, el Flamengo llegó a su cuarto duelo del Grupo 4, justamente la revancha frente a los charrúas, con sed de venzanga.
A pesar de las ganas de desquitarse, el Mengão se vio en aprietos al comenzar las acciones en el Maracaná, debido a un fulminante cabezazo de Adrián Romero que el arquero Bruno logró rechazar con una estirada espectacular.
Con más ganas que ideas, Flamengo acosaba el arco visitante, aunque sin poder vulnerar el cerrojo defensivo impuesto por los uruguayos.
Sin embargo, una salida insegura del cancerbero Washington Viera y una buena dosis de fortuna le posibilitaron a Marcinho dejar todo emparejado a los 24 minutos.
Luego de numerosas llegadas adicionales al pórtico charrúa, los brasileños se impusieron a los 65 minutos cuando el palo izquierdo de Viera, que había rechazado un remate de Juan, habilitó la cabeza de Marcinho, el autor de ambos goles locales en el 2-1 final que además encaramó al Fluminense a la cima de la tabla, con siete puntos.
Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
