El calendario en el año del Mundial

La Copa Mundial FIFA está a poco más de ocho meses de distancia y el mundo entero condiciona casi todas sus actividades en torno al único evento que concentra la atención de la humanidad toda: el balón de futbol que trotará por las canchas de Alemania a partir del 9 de junio de 2006.


Las guerras se dan una tregua, las diferencias políticas y religiosas se zanjan en aras de la gloria futbolística, todo con tal de ser parte de una fiesta que se celebra cada cuatro años, que dura alrededor de un mes y en la que hay únicamente 32 invitados de honor.
La audiencia, sin embargo, la compone el planeta entero y por lo menos el mundo del fútbol se detiene para hacer una caravana a la magna procesión.
Incluso, la FIFA, organismo rector del balompié en el mundo, ha venido diagramando el calendario internacional para la actividad del deporte, con base en fechas asignadas para las competencias locales, así como torneos de clubes y de selecciones nacionales regionales y los torneos mundialistas.
Y dentro de ese esquema, la Major League Soccer no puede sustraerse al compromiso internacional que significa el hecho de ser una entidad que se dedica a la práctica de un deporte con implicaciones mundalistas.
Es decir, cuando la plana mayor de la liga se siente a elaborar el calendario de juegos para la temporada 2006, debe tomar en cuenta la cita mundialista de Alemania, entre el 9 de junio y 9 de julio.
Dando por hecho de que la liga estadounidense tiene un calendario que no se alinea con la grán mayoría de las ligas profesionales del mundo, que utilizan el verano como época de receso, algo se puede y se debe hacer para que el aficionado emelesero tenga su espacio para seguir las incidencias de la Copa Mundial.
Cierto que existen varios elementos que condicionan a la MLS, que limitan su capacidad para darle flexibilidad a su calendario, y para ello basta citar el caso de los estadios, que en muchos casos son escenarios arrendados y con disponibilidad limitada.
Tampoco se puede alargar la temporada por las extremosas condiciones climatológicas del noreste del país durante el otoño.
La mejor opción debería ser una temporada de ménos juegos, 28 en lugar de los 32 de la campaña regular del 2005, para abrir una breve ventana en el mes de junio por donde el aficionado estadounidense se asome hacia Alemania y comulgue con el resto del planeta, siguiendo las incidencias de la Copa Mundial y, especialmente, apoye, in situ, o a la distancia a su selección nacional.
Porque ese es otro elemento a considerar. En muchas instancias se han dado casos en que la federación estadounidense, la US Soccer y la MLS, operan como si cada una fuese una isla, cuando en realidad forman un todo: ambas se dedican al negocio del fútbol.
Hemos visto en el pasado cómo ni una ni otra entidad respeta o repara en los calendarios de la otra, cuando lo ideal es que, para citar solo un ejemplo, la liga debería parar cuando la selección nacional dispute un juego de eliminatoria mundialista, en fechas específicamente marcadas por la FIFA para ese propósito y en las que todas las ligas del mundo se pliegan al mandato del máximo organismo.
Por su parte, la federación debería planificar su actividad y la celebración de sus juegos con base en el calendario de la liga.
Después de todo, la selección nacional de Bruce Arena se integra casi siempre con un buen porcentaje de jugadores de la MLS.
Y volviendo al tema de la copa mundial, varios de los jugadores más importantes de la liga, figuras como Landon Donovan, Eddie Johnson, Pablo Mastroeni, Chris Armas, Eddie Pope, Taylor Twellman, Eddie Gaven y algunos otros más, estarán el próximo verano jugando en Alemania y la afición que los sigue en cada fecha de la MLS con sus respectivos clubes, estará pendiente de sus hazañas en la cita mundialista.
Por ello, no sería mala idea darle un respiro a la actividad doméstica emelesera durante al ménos tres semanas, en las primeras rondas de la Copa Mundial, que es donde hay mayor cantidad de encuentros.
Recordemos que durante la pasada cita mundialista en Corea y Japón, los horarios de los juegos permitieron que la afición interesada en esa competencia, siguiera los encuentros de su selección nacional en horas de la madrugada, sin que hubiese conflicto con la programación habitual de la MLS.
En Alemania, los horarios de algunos juegos podrían coincidir con los de la programación emelesera y se perdería un buen número de aficionados.
Incluso, las cadenas de television ESPN y ABC, sumándose a Univisión, ofrecerán una amplia cobertura de los juegos del Mundial de Alemania a su audiencia, una razón adicional a considerer por la dirigencia de la MLS, en cuanto a los factores de distracción que plantea la Copa Mundial de la FIFA en el 2006, y obrar consecuentemente.
Rigo Cervántez es un conocido periodista con más de 20 años de experiencia, trabajando con medios de renombre como Televisa y La Opinión. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.