Días de fútbol

Si Woddi Allen nos heredó en el cine Los Días de radio, hoy el balón no hay duda que al planeta le hereda los Días de Fútbol. Y es que, miremos por donde miremos, el mundo es fútbol, fútbol, fútbol. Es época de eliminatorias y todos tienen un solo objetivo y es el de poder tomar el tren de Alemania 2006.


Para algunos la tarea parece mas fácil, pero hoy solo uno tiene cupo fijo en el torneo y es el equipo de casa. Increíble. La matemática aun tiene con vida en Europa, Sur y Centroamérica a todos los protagonistas importantes y está bien por el interés y por la emoción que conlleva la fase más difícil del Mundial que es la eliminatoria.


En la CONCACAF vivimos el clásico en el Infierno Azteca que parece petrífico a buena parte de los seleccionados de Estados Unidos que a pesar de siempre ser visitantes aun en territorio americano, esta vez sintieron el rigor de las más de cien mil cabezas que gritaban en el coloso de Santa Úrsula. Es la única explicación medianamente lógica para un partido tan mal jugado por Estados Unidos. La Reputación de táctico dotado de Ricardo Lavolpe pasó por encima de un tímido Arena que esta vez no quiso ser osado en la cancha del Azteca.


Y es que llama la atención porque nos habíamos acostumbrado a ver a Estados Unidos jugando sin complejos y más allá de las presiones que cualquier cancha implicara. Esta vez no. Sintieron el efecto público y parecieron en actitud futbolística estar pensando más en la altura del D.F. que en la realidad táctica del partido. Cortos de espíritu ellos, en posiciones cambiadas el y con ímpetus sobrados México hicieron del partido un cóctel que fue exquisitamente digerible para los del Tri y angustiosamente amargo para la visita.


En pocas palabras, México jugó bien y Estados Unidos mal. Lavolpe lo hizo bien cuando los de Arena por quince minutos en el comienzo del segundo tiempo reaccionaron y el técnico de México movió bien el equipo para reasegurar la pelota y el partido. Resultado corto a mi juicio, pero igual sumó tres puntos para los de casa que su doble jornada la concentraron en el trabajo del clásico más que en su posterior visita a Panamá.


Que lección le deja a Arena esta doble jornada. Quizá que para poder volver a cobrar vigencia especialmente ante México hay que salir a proponer, más que a observar y que para poder hacerlo hay que elegir bien no solo pensando en las historias recientes -léase Johnson- sino respetando el pasado y la experiencia -léase McBride-.


A que jugó Damarcus Beasley quien vuela en la Champions con su PSV holandés, pero el domingo se vio perdido y hasta sin desborde que es una de sus mejores armas. Cual fue la real posición de Claudio Reyna a quien vimos más recuperador que armador y cual fue el verdadero estado de ánimo de Landon Donovan muy lejos de su normal nivel. Johnson jugó de espaldas todo el partido y Lavolpe ganó el duelo por los costados con Carmona y Lozano primero y luego con Ramón Morales.


Ya México ganó su partido y por más disecciones que le hagamos en el papel el resultado no cambia. Deben quedar lecciones del clásico porque aun habrá uno de vuelta y aunque creo que la ida a Alemania no está comprometida sí vale la pena corregir a tiempo.


De lo demás en el Mundo todo camina con lógica: Argentina y Brasil por el sur. Inglaterra e Italia en Europa. De a poco el recambio se siente en los resultados de Francia, y España como siempre es una incógnita. Fútbol y Fútbol y eso que aun faltan un poco más de quince meses para que esa misma palabra por un mes más paralice a la Tierra.


Ricardo Mayorga, es el primer comentarista de las cadenas Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles.