CARSON, Calif. - La primera de varias apuestas perdidas por el máximo jerarca del rebaño angelino, Antonio Cué, quedó saldada el martes por la tarde, cuando el máximo dirigente de Chivas USA, invitó a la prensa y al máximo dirigente del Galaxy de Los Ángeles, Doug Hamilton, a un almuerzo.
Ante varios medios de comunicación que se hicieron presentes desde tempranas horas en las instalaciones del Stadium Club del Home Depot Center, Cué le entregó a Hamilton un cheque de 1.000 dólares, que servirá como donación a la fundación del Galaxy de Los Ángeles.
Cué, que junto a su Gerente General Whit Haskel,
llegó con el pelo pintado de verde fuerte y vistiendo una camiseta del Galaxy con el número uno en la espalda. Aún así no dejó de portar la camiseta de Chivas USA abajo.
"No hay problema que vista los colores del enemigo, pues tengo la de Chivas USA debajo, la del Galaxy no me toca la piel", dijo Cué. "Lo único que no me duele es darle el dinero a los chicos de la fundación galáctica, que por cierto, están tomando el camino equivocado", expresó en broma el jerarca del chiverio, que también debe pagarle a la dirigencia del FC Dallas otra apuesta, en este caso un plato de birria.
"Quedan tres partidos más ante el Galaxy y la
próxima apuesta la voy a proponer yo. Confio en mis muchachos, aunque mucha gente no lo haga. Sabiamos de antemano de todos estos retos, pero aunque no han existido buenos resultados, tenemos fe que vamos a
mejorar", agrego Cué, quien aseguró que los demás juegos traerán apuestas y retos mayores.
"La próxima apuesta va a ser el doble de riesgosa
y ojalá que la gente del Galaxy acepte así como lo hice en esta oportunidad", concluyó.
El próximo clásico angelino se llevará a cabo el sábado 28 de Mayo en el Home Depot Center, a las 10:00 p.m hora del este. Para dicho encuentro los rojiblancos fungirán como
locales.
René Romano es conductor del programa
Más Galaxy
en Los Angeles, Director de
Rojomania.com
, columnista del Diario
Al Día de Guatemala y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
