Magro empate a cero entre Toronto y Real

Nick Rimando

TORONTO - Si las victorias morales dieran puntos, el Toronto FC sería campeón de la MLS. Sin embargo, los logros se alcanzan con goles más que méritos y, a pesar de haber jugado uno de sus mejores partidos de la temporada contra Real Salt Lake, el cuadro de expansión no pudo vulnerar la portería de Nick Rimando, concluyendo las acciones con un magro empate sin goles que no le sirvió a ninguno de los equipos. Además, los escarlatas llegaron a la cifra de 822 minutos sin anotar un solo gol.


Dominando el partido casi de principio a fin, con una posesión del balón del 85 por ciento, al cuadro de expansión no le alcanzaron 90 minutos, más cuatro adicionales, y aunque terminó prácticamente encima del arco de la visita, nuevamente el público se quedó con las ganas de gritar a todo pulmón el ansiado gol.


Los dirigidos por Mo Johnston tuvieron a su favor: el público, la condición de local, el haber contado con la mejor delantera, el rival con diez jugadores. No obstante les hizo falta lo más importante para echarse los tres puntos a la bolsa: hacer temblar la red monarca.


En el primer tiempo, el equipo de RSL llegó solamente en un par de oportunidades, sin inquietarle el sueño al portero local Kenny Stamatopoulos. El resto es parte de la historia, con los locales Andrea Lombardo, Collin Samuel y Carl Robinson probando desde diversos ángulos.


Fue el Real Salta Lake el que inquietó primero a la valla contraria en el primer minuto de juego; a los cinco, los dueños de casa respondieron con una proyección por el sector derecho a través de Tyrone Marshal para luego encontrar a Collin Samuel, quien centró hacia el área buscandon Lombardo, pero este último no pudo hacer contacto con el balón. En segunda oportunidad, el seleccionado Sub-20 de Canadá tocó la pelota de espaldas al arco, pero sin fuerza.


Dos minutos más tarde, Carl Robinson recibió un pase largo por la derecha, se proyectó y quiso sorprender con un tiro directo, pero el esférico salió desviado por un lado que ya cubría Rimando. Por su parte, RSL intentaba sorprender con pases largos por el centro, aunque sin demasiada efectividad.


Mientras, Toronto usaba las dos puntas y el centro para desestabilizar la última línea. A los 15 minutos, Todd Dunnivant fue derribado cerca de la raya de fondo, aunque el resultante tiro libre se cobró sin consecuencias.


El monarca Chris Brown intentó sorprender a Stamatopoulos con un remate sobre el paral derecho, pero el cancerbero torontiano controló sin problemas.


Se corrían los 22 minutos cuando Jim Brennan ejecutó un tiro libre, con Andrew Boyens cabeceando en busca de algún compañero, pero contó solamente el intento porque nadie estuvo atento.


A los 24 Marvel Wynne ganó balón a la defensa, enfiló hacia el marco y soltó un disparo que controló con dificultad el arquero Rimando, pero de nuevo no había nadie para coger el rebote que quedó suelto en el área chica.


La defensa de Toronto le tenía medida la talla a su ex compañero Alecko Eskandarian, quien en los primeros 25 minutos de juego probó jugar por todos los sectores en la delantera, pero fallaba en cada intento por llevar peligro a la valla de Stamatopoulos.


A los 29, Lombardo recibió un pase por la derecha, se quitó la marca y centró para que en primera instancia Samuel habilitara Todde Dunnivant, pero el defensa perdió la batalla contra el arquero.


La rivalidad llegó a su mayor temperatura al minuto 34 cuando el argentino Fabián Espíndola tiró una patada para Marvell Wynne, que ya había adelantado el balón. Se formó una gresca en la cancha y la peor parte la llevó el propio Espíndola, saliendo expulsado y dejando a RSL con diez hombres en la cancha.


En las postrimerías del primer tiempo, al 44 minuto de juego, Chris Pozniak tuvo la gran oportunidad en un tiro de esquina. El balón lo envió atrasado Jim Brennan, Pozniak tuvo tiempo para sentarse y pensar la dirección del tiro, pero quiso sorprender y mandó el tiro a las nubes.


En el reinicio del partido parecía que no hubo descanso, porque Toronto siguió con la misma tónica de dominio constante.


Alecko Eskandarian parecía no estar tranquilo y al minuto 48, en una falta sobre Jim Brennan, se ganó la tarjeta amarilla. Dos minutos más tarde, fue recriminado de nuevo por el árbitro central por reincidir con juego brusco.


El récord sin anotar de Toronto tuvo la mejor oportunidad de quedar para la historia en 784 minutos, cuando al 52 Samuel cabeceó desde el sector derecho del arco monaraca, pero Rimando neutralizó recostándose sobre su derecha.


En una esporádica jugada de RSL, Chris Brown le ganó un balón al defensa torontiano Adam Braz, pero su disparo salió por sobre el travesaño.


El primer balón que tocaba el mediocampista Miguel Canizales, que al minuto 57 había sustituido a Chris Pozniak, estuvo a punto de terminar en la red, pero la suerte no estaba de su lado en ese momento.


Jeff Cunningham entró a la acción a los 68 del partido, ante la algarabía de un público que de pie esperaba el grito de gol en cualquier momento. Samuel, al minuto 72, recibió un centro por la derecha y advirtió con un cabezazo desviado y sin fuerza.


Real Salt Lake retrasó sus líneas media y defensiva para juntar un mar de piernas que tapaba cualquier balón que se intentara filtrar por abajo.


Otra clara oportunidad para Toronto llegó al minuto 87, el enésimo cabezazo de Samuel, pero se perdió por la última línea.

El árbitro Tim Weyland dio cuatro minutos adicionales al partido, pero ni esos le alcanzaron a Toronto para anotar, reinando un gran silencio entre los 20.098 aficionados que vieron casi todo el partido de pie.


Romy Hernández colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.