Sin palabras, anonadado, sorprendido, molesto. Se pudieran agregar otros calificativos similares de cómo se sentía el entrenador de Toronto FC, Mo Johnston, al dar declaraciones a la prensa sobre lo que se vio en la cancha del BMO Field este sábado ante más de 20 mil aficionados.
Otro partido jugado como nunca, pero como siempre, durante estos 822
minutos de récord, el cuadro de expansión se cansó de tocar la
puerta de Real Salt Lake y salió con las manos vacías.
"Estoy sin palabras. Estoy decepcionado. Otro juego igual que la
semana pasada. Hicimos mejor las cosas pero otra vez no llegó el gol.
La diferencia, y gracias a Dios por ello, es que ahora no nos marcaron
penaltis en contra, si no, hubiéramos perdido", dijo Johnston ante los
periodistas que tenían una sola pregunta. ¿Qué pasó con el gol?
Johnston no tenía respuesta, pues como dijo, "los muchachos hicieron
de todo, abrieron espacios, dominaron, arrastraron las marcas,
driblaron, tiraron de lejos, tuvieron más tiempo la pelota, pero no
anotaron".
"Dominamos casi el 90 por ciento del partido, y la verdad no tengo
palabras para explicar lo que pasa en el equipo", comentó.
Ante la pregunta que si al equipo le faltaba alguien que probara con
tiros de larga distancia, Johnston defendió al combinado y dijo que si
hay elementos que pueden tirar desde los 30 metros, y que ese no es el
problema por el cual el equipo no anota.
Por su parte Miguel Canizales, el mediocampista de origen salvadoreño
que tuvo su segunda oportunidad en dos partidos, también tuvo palabras
para lamentar la falta de tino en el equipo para hacer temblar la red
del equipo rival.
Pero Canizales estaba más contento por esta otra oportunidad que le brindó
el entrenador Johnston, y se mostró confiado en ganarse la confianza y
contar con más tiempo en los futuros partidos.
Fue más allá en su optimismo y dijo que espera formar parte del equipo
para la próxima temporada de Toronto FC en la MLS.
Volviendo al partido de este sábado, Canizales dijo que la suerte
sigue lejos de los camerinos escarlatas, ya que por más que jueguen
bien, que dominen los partidos, la pelota se niega a cruzar la línea
de gol.
Mientras este joven hispano disfrutaba su momento de gloria, al volver
a la alineación de su equipo, en el camerino de Real Salt Lake
estaba el argentino Fabián Espindola con una cara de pocos amigos.
Pero la rabia, según comentó, era consigo mismo, ya que, dijo,
estaba disgustado por haber reaccionado violentamente en la jugada que
derivó en su expulsión.
Siendo el actor principal de esa jugada, Espíndola habló de lo sucedido y
dijo que le cometió falta a Marvel Wynne porque el torontiano le había
dado un codazo que el árbitro no vio.
"Después de la falta me calenté y le dejé ir también un codazo. Esa
fue una reacción que aún no me explico. Estoy caliente conmigo mismo
porque fue una irresponsabilidad mía haber dejado al equipo con diez
jugadores", dijo muy disgustado.
Mientras tanto el entrenador de RSL, Jason Kreis, expresó su malestar
porque venían a traer los tres puntos, pero se les complicó el partido
y por poco lo pierden.
"Tenemos que trabajar duro en los partidos que vienen", dijo el
técnico visitante.
Romy Hernández colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.