El primer brindis

La Copa Oro comienza esta semana con las mismas dos selecciones favoritas de siempre, con un batallón centroamericano tratando de convertirse en huéspedes y no precisamente en invitados, y con las joyas del Caribe, que llegan apostando a ser los "caballos negros" de cualquiera de los llamados favoritos.


El liderato de México en la CONCACAF está en juego, así como el valor del nuevo rostro de Estados Unidos y la etiqueta de cuadros peligrosos que recae sobre Costa Rica, Panamá o bien Honduras.


Hugo Sánchez vuelve para reverdecer el liderato azteca en el área, que quedó en veremos hace dos años con la coronación estadounidense, bajo el mando de Bruce Arena.


Esta vez, lo que puede ayudar a que nuevamente se encuentren en la final los dos amos del área, es la ausencia de selecciones invitadas.


Para la selección mexicana el reto es simple: empezar a amalgamar a su selección mundialista, cuando por nombres parece haber encontrado al mejor equipo de su historia. Y para Estados Unidos, sobre la marcha seguir demostrando que su liga local es capaz de nutrir a un seleccionado con ansias de revancha, luego del papelón de la Copa del Mundo de 2006.


No había existido una selección con tanta influencia de la MLS como esta, principalmente por el buen momento de Landon Donovan, la jerarquía que ha demostrado Pablo Mastroeni, además de las revelaciones de Brad Guzan y Jonathan Bornstein.


La base europea, con un pasado notorio emelesero, hace gala de un espíritu combativo, que lo pone un paso adelante que sus pares mexicanos a nivel individual, al menos en este momento.


Los pronósticos son simples para todos. La idea de una final entre Estados Unidos y México en Chicago pone de nuevo los sentimientos a flor de piel, sobre todo si se toma de referente el último clásico entre ambas selecciones que se realizó en Phoenix, Arizona, con victoria 2-0 en favor del cuadro de Bob Bradley.


México sigue al frente en Copas de Oro y por ende en el liderato de la CONCACAF, mientras que Estados Unidos ha marcado supremacía sobre su rival de patio en los últimos años


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Lo que diferencia a los aztecas es que aceptaron la convocatoria del "griego" Nery Castillo, quien sería la gran atracción de esta selección en el primer gran torneo del año.


Saliendo del dúo de favoritos de este torneo, habría que ir pensando en lo que ha logrado futbolísticamente Costa Rica en los últimos tiempos.


Ya sin su generación dorada que los llevó a dos Copas Mundiales consecutivas, los ticos buscan de la mano de otro histórico, Hernán Medford, ganar su primera Copa de Oro, luego de quedarse a la orilla en el 2002, ante el cuadro de casa.


Álvaro Saborío, del FC Sion de Suiza, llega como la nueva arma ofensiva del equipo tico, acostumbrado a darle sorpresas a mexicanos y estadounidenses. Sin embargo, este torneo y este territorio ha sido prohibido para los tricolores.


Pegado a los ticos, el equipo catracho siempre ha sido un cuadro impredecible. Además, fue subcampeón en la edición de 1991, y es por eso que tampoco se lee puede descartar.


Sin embargo, la selección a la que se le debe seguir el paso es a Panamá.


Los canaleros tienen un gran entrenador en Alexandre Guimaraes, mientras que sus últimas presentaciones en mundiales juveniles también ha logrado cosechar un grupo capaz de golpear fuertemente en esta competencia.


Con la fuerza de los favoritos, el entusiasmo de los equipos de media tabla y la incógnita de los no mencionados, la Copa Oro le dará un cambio a la estadística del área.


Cristian Echeverría es reportero del diario La Opinión de Los Ángeles. Desde 1994 es reportero de fútbol y ha trabajado para varios diarios en Guatemala y El Salvador, así como para la revista Don Balón en sus ediciones de España y México y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.