MLS con sabor a década

Si hay alguien que se merece estar el próximo domingo en la final del fútbol de la MLS en los Estados Unidos es el presidente honorario de FIFA João Havelange porque él es el autor intelectual y el motor de esta realidad que en buen presente vive el balompié profesional en Norteamérica. Havelange junto con Alan Rothenberg se empecinaron en revivir el fútbol en un país que vivió por muchos años solo de la cultura del béisbol y el agregado que con ellos tuvo el baloncesto y el mal llamado fútbol americano.


Por estos días revive la pasión y el Home Depot Center de California cerca de Los Ángeles albergará la final del fútbol de la MLS con dos equipos que ya tienen estrellas como Kansas y D.C. United, pero que para el onceno de Washington puede significar hacer más historia. El D.C. podría sumar su cuarto título en nueve años de competencia y de paso podría con su técnico Peter Nowak ser el primer hombre en ser Campeón como jugador y como técnico en una liga que solo cuenta con nueve velitas apagadas. Nowak fue Campeón jugador con aquel Chicago de 1998 que empezaba su andar futbolístico en los Estados Unidos y hoy está a punto de coronar una campaña casi excepcional con muy buenos números y con un equipo que de a poco fue enamorando a su afición. La muestra se vio en la emotiva semifinal del estadio Kennedy en donde la energía que nos vendió el escenario creo que dejó abiertas las puertas para que desde ya la capital piense en su propio estadio y no tenga que jugar en una cancha decorada con rayitas o fracturada con montículos de arena.


La Liga encontrará este fin de semana su sexto campeón ya que D.C. por ahora ha ganado tres y San José ha sumado dos mientras que Chicago, Los Ángeles y Kansas han alzado la Copa una sola vez. A Kansas no hay que ignorarlo. Cuidado, su fútbol parece excesivamente frío, pero fácilmente puede sorprender apoyado en la capacidad luchadora y técnica de Diego Gutiérrez y en la explosión que pueda tener adelante un hombre como Josh Wolff. Además no podemos ignorar que Bob Gansler a quien muchos recordamos como el técnico de la selección de Estados Unidos en el Mundial de Italia 90 que de alguna manera asustó al equipo de casa en ese entonces, es hoy y desde hace rato el timonel y la cara de este equipo que ya alzó la Copa en el 2000 con su propio mando y ahora querrá igual repetir con esta generación de jugadores.


Nueve años de Liga con sus altas y sus bajas, pero a la que hoy ya con una enorme tranquilidad le podemos decir que se ha consolidado y que ya no vive los miedos del no saber si comenzase al año siguiente. No; la liga existe y es una sana realidad para el fútbol y el deporte de los Estados Unidos. Es cierto que a Liga se le reclaman nombres de cartel mundial que tengan un alto nivel de convocatoria, pero debemos, aunque nos cueste, entender que la MLS como cualquier otra empresa es un negocio que no se quiere quebrar y que sus finanzas han sido manejadas con guante blanco y con mesura para no caer en excesos que la hubieran llevado directa a una bancarrota. Hoy por hoy todo nos indica que la liga apuesta por sus propios nombres y por algunas sanas importaciones que terminan ascendiendo a los altares locales como Carlos Ruiz en Los Ángeles o Cristian Gómez en Washington o Amado Guevara en Nueva York sin pasar por alto nombres consolidados y propios como Landon Donovan en San José, Taylor Twellman en New England o al súper figura de Freddy Adu quien a pesar de su corta edad es un símbolo de la infancia y de la juventud futbolera americana. Es cierto que el fenómeno Adu va amarrado a la publicidad y al mercadeo, pero no ha sido gratis para el jugador que con sus virtudes se ha ganado ese lugar entre los ídolos preferidos de Norteamérica.


¿Qué nos queda a esta altura cuando solo restan los minutos finales del último juego de este año? No olvidar nombres forjadores de esta corta historia como Carlos el Pibe Valderrama o como Marco Etcheverry o como Mauricio Cienfuegos quienes con su especial toque latino se sumaron a nombres como los de Alexis Lalas o Marcelo Balboa o Tony Meola o Cobi Jones y entre ellos pusieron la primera piedra de esta estructura hoy muy sólida llamada MLS.


Las tareas por realizar aún deben ser muchas como por ejemplo trabajar en mejorar la asistencia a los estadios que por ahora deja un promedio en nueve años de 15.000 aficionados por partido. Un poco bajo si se tiene en cuenta que en la Liga varios de sus equipos juegan en grandes metrópolis que no han sido bien trabajadas para llevar público a sus estadios. Queda por mejorar la penetración del fútbol de la MLS a través de la televisión abierta y quizá sería muy útil que dos equipos de esta Liga en un futuro muy próximo pudieran hacer parte cada año de la histórica y soñada Copa Libertadores de América. Comisionado, Usted de aquí en más tiene la palabra.


Ricardo Mayorga es el primer comentarista de las cadenas Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Angeles.