Red Bulls vence a Real Salt Lake con espectacular goleada

Bruce Arena

Cuando todo hacia pensar en una definición mucho más pareja, apareció finalmente el fútbol contundente de los New York Red Bulls, para liquidar totalmente las aspiraciones de Real Salt Lake. Cuando aparecen los goleadores, se terminan los esquemas y los intentos defensivos del rival y esa es de alguna manera, el comienzo de la explicación de los seis goles con que terminó en gran festejo, un encuentro que tuvo un primer tiempo bastante equilibrado.


Hay que consignar que Real Salt Lake debió jugar la mayor parte del encuentro con diez jugadores, por la expulsión de Jack Stewark cuando recién comenzaba el partido, pero así y todo, el equipo visitante, logró mantener la paridad en los primeros cuarenta y cinco minutos, con un planteamiento defensivo inteligente, agrupando gente y si bien, sus posibilidades de ataque, quedaban muy reducidas, de todos modos, nada hacía pensar en que terminaría apabullado por un rival, que a esa altura del encuentro, no encontraba muchas facilidades para transitar con éxito el medio campo y que tampoco tenía profundidad en materia ofensiva.


Un correcto trabajo del sector defensivo local, en la presencia de los dos centrales Jeff Parke, con algún problema con la pelota en sus pies y Carlos Mendes, que en general, cubrió en forma más que acertada su zona. La salida en general por el sector derecho, con un Marvell Wynne que fue creciendo con los minutos, y que definitivamente fue un jugador importante por la fuerza para llegar arriba, colocando un gran centro que significó el segundo gol del partido y de Edson Buddle, y Todd Dunivant por la izquierda, quien cumplió bien su misión e incluso rubricó su accionar con un golazo, al culminar una pelota que John Wolyniec cambió de frente casi al final del compromiso.


El problema de los primeros cuarenta y cinco había estado en el sector medio, Danny O'Rourke demasiado recostado en la última línea, Kovalenko sin mayor gravitación por el sector derecho y Chris Henderson, que si bien fue el que más intentó agrandar el terreno, no culminaba con acierto. En el medio, solo aparecía en buen fútbol en la presencia de Amado Guevara o de un muy esporádico Youri Djorkaeff, mientras que John Wolyniec era bien controlado por Eddie Pope o por Nelson Akwari, quien saltó al terreno de juego luego de la expulsión de Stewart, debiendo retirarse del campo el mediocampista Mehdi Ballouchy.


Red Bulls era un poco más que su rival, pero los goles no aparecían y la centralización del fútbol favorecía las aspiraciones y el esfuerzo del visitante que terminó aguantando a pie firme el marcador en blanco en el primer tiempo.


Para el comienzo del segundo período, el entrenador local Bruce Arena, realiza un cambio fundamental. Salta al terreno de juego Edson Buddle en sustitución de Chris Henderson, lo que permitía una mayor fueza ofensiva, quedando éste de punta con John Wolyniec e incluso el trabajo de mediocampo, con Dema Kovalenko más retrasado y moviéndose por el sector izquierdo, con O'Rourke por derecha y Amado Guevara más adelantado, comenzaba a dar buenos dividendos.


En el minuto 54 llega el primer gol de Edson Buddle y lo que era un partido parejo, comienza a tornarse en un equipo que se lleva por delante al rival en fútbol y en gol, hasta que el propio Buddle, con un notable centro de Wynne marca el segundo. Allí se terminó todo y hasta el final, la fiesta del campo se prolongó a la tribuna y se festejó como hacía mucho tiempo no se veía. Red Bulls goleaba y justificaba el marcado, ante un rival que se quedó parado en el terreno de juego, resignado a su suerte, sin poder creer lo que estaba sucediendo. Así en el minuto 71, el propio Edson Buddle marca el tercero del equipo y de su cosecha personal y posteriormente, en el 76, Jordan Cila, en el 78 Dunivant y en el 86 Wolyniec fueron anotando goles que plasmaban en realidad la superioridad expuesta en el terreno.


Desde luego que quedan cosas por corregir, pero ganar y golear es muy importante. Los tres puntos, dejan al equipo en el tercer lugar de su Conferencia y son, sin duda, una invitación a seguir creyendo que se puede estar en la definición, que la posibilidad de llegar a la final del torneo, más allá de clasificar para los playoffs, no está tan lejana, en la medida que se capitalicen en experiencia los errores que se han cometido. Los refuerzos del equipo, comienzan también a dar sus frutos, el libreto de Arena, parece comenzar a verse y lo más importante, la tribuna vuelve a creer y a soñar.


A Real Salt Lake se le vino al noche sin darse cuenta, y solo le quedó la fuerza de Jeff Cunningham, que intentó siempre conseguir su gol, sin conseguirlo y muy poco más, muy lejando al conjunto que había gustado y ganado en las últimas tres fechas, que miraba con posibilidades de ascender su ubicación en la Conferencia del Oeste.


El triunfo, el festejo y la ilusión de cosas mejores fueron para el dueño de casa, que contó con buenas figuras y encontró nuevamente un gran goleador.


Luego del encuentro, el autor de los tres goles expresó: "estoy muy contento, quizás el hecho de haber visto el primer tiempo desde el banco de suplentes, me permitió ver con mejor panorama el partido, por fortuna pude convertir para bien mío y de mis compañeros y espero continuar en esa línea, a pesar que desde luego se vienen encuentros realmente muy difíciles".


El entrenador local, Bruce Arena, expresó que era conciente que en la primera parte su equipo estuvo por debajo de lo que esperaba, pero en la segunda parte, aprovechamos bien la superioridad numérica, con dos delanteros de punta, Wolyniec y Buddle que rindieron en muy buena forma. "Nuestro jugadores tuvieron una muy buena concentración y eso es muy importante, para eso hemos trabajado en estas tres últimas semanas, cambiamos muchas cosas y esperamos continuar en esa dirección, aunque también es cierto que hay muchos jugadores lesionados y eso incide en el rendimiento general del equipo".