¡Viva el Rey!

Honor a quien en la cancha, con buen fútbol y con goles, se hace merecedor de todas las reverencias. Y para el D.C. United no se deben regatear los elogios. Fue el mejor cuando tenía que ser el mejor.Por eso, es un dignísimo campeón, el primer tetra-campeón en la historia de la MLS.


Porque incluso, en los momentos de mayor adversidad, cuando José Burciaga los saludó con un golazo de antología, que además, es uno de esos tantos que se dice son 'de vestidor', antes que apachurrarse, sin detenerse a lamer la herida, el equipo capitalino se alzó como los grandes para hacer las tres cosas que mejor sabe hacer: atacar, atacar y atacar.


Ni la magia de un gol tempranero, ni todas las demás suertes del Wizards bastaron para detener al D.C.


La propuesta de Bob Gansler estuvo ahí en El Home Depot Center, orden, balance, disposición, pero afortunadamente para el fútbol, todavía no existe fortaleza defensiva que resista al talento, a la capacidad de improvisación, a la contundencia, a la vocación ofensiva y a las ganas de pensar primero en romper la red enemiga antes que anudar la propia.


La muestra fehaciente del agobio sufrido por la extrema defensa de Kansas City, fue que sus tres eficientes mastines, en un lapso de siete minutos, fueron reducidos a inocentes corderitos ante la potencia de Alecko Eskandarian, el desborde de Ernie Stewart y la presencia intimidante de Jaime Moreno, Cristian Gómez y el resto de los atacantes del D.C.


En el primer gol, Eskandarian superó dentro del área a uno de los mejores marcadores hombre a hombre de la liga, a Nick García, para hacer una media vuelta que produjo el zurdazo del empate.


En el segundo, Alecko se llevó al durísimo Jimmy Conrad y en el tercero, el venenoso servicio de Stewart desde la punta derecha, propició el autogol de Alex Zotinca, ante el agobio de Eskandarian.


Cierto, hubo también alguna colaboración involuntaria en las fallas de apreciación del cuerpo arbitral, a quienes, por cierto, les tengo una queja: ¿de dónde se saca una reposición de nueve minutos en un juego?.


Pero, en fin, los errores arbitrales son también parte de este jueguito que tanto nos apasiona y en la MLS ya han adquirido tintes de institucionalidad.


Mención aparte merece Peter Nowak, a quien más que elogiarlo, hay que agradecerle por regalarnos, junto a su equipo y al Revolution, uno de los más estrujantes encuentros en la historia de la MLS.


Gracias, Peter, por sentir así el fútbol.
Gracias por interpretar así la sencillísima partitura del fútbol.
Gracias por querer así al fútbol.
Gracias, Peter..., por el fútbol.


Finalmente, no puedo dejar pasar la oportunidad de mencionar a Freddy Adu, quien por encima de toda la parafernalia, de todo el incienso mercadotécnico quemado en torno su irrupción en la MLS, cumplió con su condición de niño en un juego de adultos.


Hizo su parte durante la temporada regular para llevar al D.C. United a la liguilla, anotando goles, ofreciendo una variante al esquema ofensivo de Nowak, quien, por cierto, también tuvo la sapiencia de no precipitarlo, llevándolo pasisto a pasito, a pesar de las presiones.


Ya en la postemporada, Adu mostró todo lo que ha madurado en su incipiente carrera profesional, convirtiendo con frialdad clínica uno de los penales frente al Revolution.


Pero, insisto, sigue siendo un niño y lo demostró en la final.


Porque cuando ingresa al duelo, con su equipo ganando por tan sólo un gol y jugando con diez elementos, lo conducente hubiese sido gastar, consumir todo el tiempo que fuera posible.


Pero con la alegría que debe producirle a un adolescente el intervenir en un juego de éste calibre, Freddy corrió a todo lo que daban sus piernas para entrar a la cancha.


Ya aprenderá y cuando lo haga, tal vez pueda, al fin, ganarle ese refrescante Sierra Mist a Pelé.


Rigo Cervantez (pupyodie@hotmail.com) es un conocido periodista de mas de 20 años, trabajando con medios de renombre como Televisa y La Opinión. Hoy en dia se desarrolla como comentarista en las transmisiones radiales de RadioVisa 830 AM en Los Angeles de los partidos del Los Angeles Galaxy. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.