El fútbol en los Estados Unidos vive un momento muy particular. Su Liga Profesional, MLS, está a punto de arrancar la décima temporada, con una expectativa realmente impresionante, con el debut de los dos nuevos equipos y la necesidad de otros, de confirmar que sus nombres, están dispuestos a ser y hacer algo más.
Ya se vive el debut de las Chivas USA con todo lo que
ello implica para la zona, frente nada menos que al
Campeón, D.C. United, en el gran encuentro de la fecha
inaugural. El representante de la Capital de la
Nación, va a California, con la seguridad de un
ganador, procurando imponer su hegemonía. Y no es menos cierto que el Real Salt Lake, con Clint Mathis y Eddie Pope, llegará al estadio de Los Gigantes de Nueva Jersey, con un solo objetivo, la victoria frente a MetroStars, con una rivalidad, que por integración ya se adelanta.
Una vez más los equipos de la MLS han confirmado su
valía. Si bien es cierto que solo D.C. United avanzó a
las semifinales del Torneo de Campeones de CONCACAF,
Kansas City Wizards tuvo el partido final en sus manos
y dejó escapar un triunfo seguro, cuando en los
descuentos ganaba por 1 a 0. La inexperiencia para ese
tipo de encuentros, la falta de habilidad para hacer
correr el reloj y si se quiere la honestidad, propia
de la idiosincrasia del jugador norteamericano, fueron
factores decisivos para que el Saprissa de Costa Rica
empatara en los últimos segundos y posteriormente
lograra en tiempo extra, su clasificación a la
siguiente ronda. Pero quedó claro que no existió una
superioridad marcada de un conjunto sobre el otro.
Hubiera sido realmente interesante que los mexicanos
Monterrey y Pumas tuvieran que medirse con D.C. United y
Wizards. Ahora todo ha quedado en las manos del equipo
de Peter Nowak y los aztecas, es seguro que no la
tendrán nada fácil.
Todo eso es bueno, nos entusiasma a seguir y motivará
seguramente a los aficionados a concurrir a los
diferentes estadios, no bien comience el nuevo
campeonato. Pero esta semana es muy particular. El
hexagonal final de la zona estará en marcha y todos
los que vivimos en los Estados Unidos, estaremos de
alguna manera haciendo fuerza por el equipo de todos.
Es la semana de la selección, que va por su segunda
victoria, que la acerque cada vez más a la ansiada
meta, el Campeonato del Mundo de Alemania 2006.
Desde luego que yo no me animaría a decirle a un
mexicano que grite por los Estados Unidos y comprendo
esa situación, pero quizás a los hijos de esas
personas, ya se les está haciendo difícil ver con los
mismos ojos que sus padres a la selección de su país
de origen y arrancan un romance con la oncena de su
país de residencia o de nacimiento.
Los antecedentes poco valen a la hora de estos grandes
enfrentamientos, pero está claro que ya no existe
ningún gigante en la CONCACAF y que los números de los
últimos tiempos, son claramente favorables a la oncena
dirigida, y muy bien, por Bruce Arena. El del domingo
es un encuentro muy particular. Quizás México ha
logrado reunir más nombres, sobre todo en el orden
internacional, pero el sistema, la táctica y la
entrega, vuelven a estar de lado de sus rivales del
norte, cuyo entrenador parece haber encontrado una
renovación de valores que se hacía impostergable y que
no ha disminuido el potencial de la escuadra blanca.
La selección de LaVolpe, transita un camino lleno de
dificultades y dudas, dentro y fuera del terreno de
juego, con una división que se pone de manifiesto aún
con jugadores que integran el plantel. México ha
logrado sobrevivir, pero no se ha salvado todavía. El
entrenador ha prometido ganar todos los partidos como
local, como argumento fundamental para que lo dejen
trabajar en paz y ha aprendido con sangre a no hablar
tanto, como lo hacía cuando asumió su cargo al frente
del Tri.
En el otro bando la situación es totalmente diferente.
Una derrota no cambia el proceso ni afecta el futuro
ni de jugadores ni de técnicos. La idea futbolística
es sólida, como la relación entre sus miembros, ganar
o perder será solamente una contingencia del juego,
aunque por supuesto, que ninguno de sus integrantes,
quiere dejar en el Estadio Azteca, un invicto que se
ha prolongado por un muy buen tiempo.
El fútbol está de parabienes, el aperitivo del
arranque de la Liga no podía ser mejor, para calentar
los motores, para hacer que la discusión futbolística,
se prolongue durante los días que faltan para el
inicio de la décima temporada. La mayoría de los
habitantes de este país, estaremos del lado local,
pero aún para quienes deseen lo contrario, la mejor de
las suertes y que esto sirva para seguir cimentando un
fútbol que sigue su ascenso y necesita de todos.
Robert Sierra, comparte la conducción del programa "Sólo Fútbol" y en las transmisiones radiales del MetroStars por Radio WADO en Nueva York, es un periodista con años de experiencia en Uruguay y en los Estados Unidos. Si quiere hacerle algún comentario, escríbale a Sierramls@yahoo.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.