Salt Lake City... una decisión feliz

Cuando la MLS tomó en el año 2002 la decisión de eliminar dos franquicias, Tampa y Miami, muchos pensaron en el comienzo del fin. Pero en realidad se equivocaron de principio a fin. Lo que pareció ser la disminución de las posibilidades de seguir creciendo, resultó simplemente un ajuste de enfoque o mercado, para buscar, hoy día, dos plazas con una proyección de futuro realmente admirables, con posibilidades propias para convertirse en dos de los equipos con mayor protagonismo dentro del ascendente fútbol norteamericano.


A lo que seguramente va a significar la presencia de las Chivas USA, expansión del famoso club mexicano Chivas de Guadalajara, generando una revolución en torno a su desarrollo como equipo, se agrega la ciudad de Salt Lake City, para completar doce equipos, sueño que nuevamente vuelve a ser realidad.


Tomar la decisión de elegir entre plazas realmente fuertes no fue fácil, todo lo contrario. En juego estaban ciudades como Cleveland, Philadelphia y fundamentalmente Houston, donde el fútbol ha cobrado una enorme popularidad y se practica en sus divisiones inferiores por millones de jóvenes de ambos sexos en escuelas y universidades. Todos contaban con argumentos propios para merecer la posibilidad de tener un representante entre los privilegiados equipos que integran la MLS.


Finalmente fueron muchos y muy importantes los argumentos que pueden barajarse para que la ciudad elegida, con una historia muy particular, atípica en el contexto norteamericano, fundada en 1847 y dedicada desde siempre al trabajo sin pausa y a un crecimiento como pocas, cuente a partir del 2005 con su equipo de fútbol en el círculo superior.


¿Por qué creemos que ha sido acertada la decisión? Entre otros argumentos, por el entusiasmo que existe entre los 765.000 habitantes con que cuenta Salt Lake City, capital del estado de Utah que alberga en su totalidad 1.800.000 habitantes, que han tenido participación directa, por ejemplo, en la realización de los Juegos Olímpicos de Invierno en el 2002, constituyendo un verdadero suceso para toda esa zona.


Con la confirmación de Salt Lake City se traslada el fútbol a una zona en la que hasta el momento, no había tenido participación, teniendo en cuenta que se trata de uno de los centros de mayor crecimiento dentro de todo el territorio norteamericano, que es además una de las diez ciudades de menor índice de criminalidad, que tiene el mayor promedio de natalidad con un muy alto número de graduados, tanto en colegios como en universidades.


Salt Lake City es un ejemplo del esfuerzo de superación a lo largo de toda su historia, basada en un centro religioso que hoy por hoy es orgullo de todos sus miembros y de los que no pertenecen a las mismas creencias. Y así sus ciudadanos llevaron adelante su agricultura, su política y una estabilidad social como pocas.


De la mano de Dave Checketts, vinculado a varios deportes por muchos años y cabeza principal del grupo inversor, junto con su hermano Dan han hecho posible este gran acontecimiento. El nuevo equipo comenzará jugando en el Rice-Eccles Stadium, propiedad de la Universidad de Utah, con capacidad para 45.000 espectadores, pero con la intención, en pocos años, de construir un escenario propio, con una capacidad acorde con las necesidades reales del fútbol en este momento, para lo cual, la ciudad y diferentes importantes firmas comerciales, podrían tener participación asegurada en su construcción. El costo de esa construcción, sería muy inferior de la erogación, que por ejemplo, requiere el estadio que dentro de muy poco tendrá MetroStars en la ciudad de Harrison, Nueva Jersey. En ese aspecto, ya son realidad el Estadio Crew en Columbus, Ohio y el Home Depot Center, orgullos de la Liga, que albergan la cantidad de público exacta para poder tener juegos en los cuales el público sienta el clima de este deporte y puede trasmitir a los jugadores, todo el calor y el entusiasmo propio de un auténtico fanático del fútbol.


La expectativa de la presencia de su propio equipo de fútbol aumentará día a día, cuando se barajen los nombres de las estrellas que serán parte de una revolución y es seguro que quienes vivan esa experiencia, no se arrepentirán de haber elegido jugar el primer año allí.


Y las bondades de la ciudad podrían seguir, con las facilidades de comunicaciones que en todo aspecto cuenta, con dos aeropuertos, uno de ellos con los últimos adelantos en materia de tecnología, separados por apenas diez minutos y ubicados en plena ciudad. Lo mismo sucede con los medios de información, liderados por cuatro periódicos locales, radios y canales de televisión.


En lo personal, no tengo dudas, Salt Lake City es una acertadísima elección.


Robert Sierra, quien comparte la conducción del programa "Sólo Fútbol" y en las transmisiones radiales de MetroStars por Radio WADO en Nueva York, es un periodista con años de experiencia en Uruguay y en los Estados Unidos. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer ni de sus clubes.