CARSON, Calif. - El Galaxy de Los Ángeles vuelve a la acción este próximo miércoles cuando visite al Real Salt Lake de Utah, esperando poner fin al pésimo inicio de una gira de 11 días y cuatro juegos fuera de casa.
El equipo angelino perdió con Colorado Rapids y el FC Dallas sus primeros partidos de esta serie de visitas ratificando que es un mal visitante.
El cotejo ante a la "realeza", que llega de perder por marcador de 0-3 ante San José, será el penúltimo de la mini-gira de cuatro juegos, que lejos de ser una agradable y positiva para la galaxia, se ha vuelto en una pesadilla. La realidad en calidad de visitante contrasta con el rendimiento en el Home Depot Center, donde se hace inexpugnable.
Al parecer la amnesia futbolística, así como el pánico escenico, han vuelto a afectar a los de Steve Sampson, quienes siguen mostrando los mismos síntomas de la era Schmid, cuando al igual que ahora, carecían de caracter al cortar el ombligo umbilical que les une al Home Depot Center.
Para evitar la desgracia de alejarse aún más del FC Dallas, quien recibe al "Benjamin" de la liga, Chivas USA, la misma noche en el Cotton Bowl, los galácticos deberán lavarse la cara y derrotar a un cuadro, que apesar de haber perdido el pasado fin de semana, les venció en el estadio Rice-Eccles por marcador de 2-1, hace unas semanas atrás.
Para dicho encuentro, el Galaxy, que ya contará con los servicios de Guillermo "Pando" Ramírez, unicamente reporta las bajas de Chris Albright, Alan Gordon, Joseph Ngwenya y Paul Broome, quienes vienen recuperándose de distintas lesiones.
Esta será la cuarta y última ocasion en la que ambos equipos se enfrenten a lo largo de la temporada regular. El Galaxy cierra su mini-gira el próximo sabado en San José, para luego volver a casa, donde recibirá al New England Revolution en pleno Día de la Independencia estadounidense.
René Romano es conductor del programa
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en Los Angeles, Director de
Rojomania.com
, columnista del Diario
Al Día de Guatemala y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
