Del estuario del Rio de la Plata a la gran ciudad del espectáculo, de la Boca en Buenos Aires a Carson en California, del barrio de la Rivera con olor a tango al moderno Home Depot Center en las mismás goteras de Los Ángeles. Si en ese espacio parecía escribirse solo hace unos días una contrastante historia de fútbol. Boca celebraba sus cien años de existencia con una espectacular fiesta donde Maradona fue el eje y a una ausencia como la de Bianchi nunca le hallamos explicaciones. Pero más allá del centenario de Boca, aquí en casa en medio del vértigo modernista del imperio la MLS comenzaba su temporada celebrando su décimo aniversario que no es poco en un país en donde costó mucho llegar y mucho más costó quedarse.
Parece fácil decir que son diez años, pero no. Ha sido el resultado de un trabajo metódico y muy americano en donde el fútbol se priorizó como empresa y al final se entendió que era un deporte y que aparte era el más popular y prestigioso de la tierra. Cuando los dos conceptos se encontraron y de paso se respetaron se logró lo que ya recoge resultados en Estados Unidos y es un fútbol de mejor competencia que camina paralelo a la organización metódica con que en este país se diseñan las rutas críticas y los indicadores económicos. Como debe ser. Sin agredirse mutuamente, el futbolista a la cancha y el dirigente a su escritorio. Cada cual procura hacer bien su tarea.
La realidad futbolística nos llevó emocionados a la apertura que al final se vio algo confundida y empanada por la triste coincidencia horaria con el fallecimiento del Papa que ase robo, como era de esperarse a todos los medios de comunicación del planeta. Al final y en medio del dolor por causas diferentes, el fútbol empezó y el partido de apertura que no logro llenar el estadio, dejo un cruel sinsabor en el resultado para las debutantes Chivas Gringas que intentaron exhibir algo de oficio en su colectivo, pero terminaron cruelmente enredados y desdibujados en medio de las piernas bien puestas de su adversario que salió a demostrar porque es el Campeón.
Con recursos gastados por Rongen no sólo en su antiguo D.C. sino en la selección, este Chivas nos quedó debiendo en su apertura futbolística, la estatura que nos había anunciado y con la que nos ilusionamos en la previa del Torneo y terminó siendo un Chivas mediático que se enfrentó a un D.C. futbolístico.
Debe dar más este equipo de Rongen que además tendrá que empezar por aprender el callado y socarrón idioma de los futbolistas que recién desembarcan y que ven el Mister un personaje algo exótico que habla extraño, no come mole y trabaja diferente. Igual, ellos, los futbolistas deben aprender, especialmente los importados de México, que aquí se trabaja con otros métodos y se vive otra cultura aunque California no solo históricamente fue mexicana, sino es hoy por población una extensión demográfica de México en la moderna civilización americana. Todos esos elementos influyen en el rendimiento deportivo y quizá el Rebaño Gringo lo consiga, pero deben todos poner de su parte para alcanzar el objetivo. A Vergara no le gustan los fracasos y por eso está donde está.
Volviendo al juego, fue un justo resultado en donde el visitante se acomodó mejor y alcanzó los números, mientras que las Chivas el apuro por el uno a cero lo convirtieron en desorden y con algún oficio, pero poca conclusión se les fue el partido sin poder estrenar en el torneo su grito de gol. Matt Taylor se canso de desperdiciar cuando tuvo oportunidad ante una defensa del DC de la que se esperaba menos.
Lindo espectáculo a pesar de las casi 8 mil sillas vacías, primera derrota de Chivas en casa, partido que satisfizo y un DC que desde la fecha uno, parece otra vez querer abrazarse a un sueno.
Ricardo Mayorga, es el primer comentarista de las cadenas Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles.
