Matt Taylor se convirtió en el héroe

Matt Taylor

Rafael Ramos Villagrana


CARSON, California.- Nunca antes había ocurrido. Porque nunca antes había habido motivos. Ante la puerta de salida de los jugadores más de 200 personas permanecían apostadas. Rojiblancas todas como lo confesaba evidente la camiseta que vestían. Cada jugador recibía su propia dosis de gloria, su propia dotación de mimos y de aplausos.


Agradecidos, atiborrados de goles, satisfechos de lo que el equipo había hecho, los aficionados de Chivas USA aguardaron durante más de una hora la salida de sus ídolos.


Ezra Hendrickson lo había dicho, lo había comprobado y los ratificó la noche del sábado. "Tenemos la mejor afición de la MLS". En una victoria, 5-1 sobre Real Salt Lake, los seguidores perdonaron las 13 derrotas anteriores y se agruparon ahí, ante el portal vetado, para desahogarse, para rendir pleitesía, para hacer sentir el peso de una tradición.


Ellos mismos habían homenajeado al mejor de todos en una noche en la que todos trataron de ser los mejores. "Taaaaaaaaaaaylor, Taaaaaaaaaaaylor, Taaaaaaaaaaaylor", había aullado la tribuna. Él los oyó. El hombre excluyente de Chivas USA percibió el susurro que bajó de la tribuna.


No pudo decirles gracias personalmente, como hubiera querido, es que, demonios, estaba demasiado entretenido enloqueciendo a la zaga de Real Salt Lake.


Pero Matt Taylor se lo llevó al vestidor, donde fue el jugador reclamado por la prensa para que explicara dónde había estado las anteriores de noches de agonía rojiblanca.


Había estado ahí, pero en el lugar incorrecto. Ahí, pero con asignaciones distintas. Y Matt Taylor lo disfrutaba.

"Sí, escuché a la gente de la tribuna y fue algo maravilloso".
<strong>-- Matt Taylor</strong>

"Sí, escuché a la gente de la tribuna y fue algo maravilloso. Creo que este es un triunfo de todos, un triunfo que necesitábamos, que necesitábamos mucho", dijo Taylor con el puño cerrado para ponerle mímica a sus reflexiones.


"Él (Hans Westerhof, técnico) me tuvo confianza, me permitió jugar en la posición que me gusta, en la forma que disfruto, en la forma que puedo ser útil y traté de corresponderle en la cancha", reseñaba Taylor.


"Jugué entonces con libertad, buscando la pelota, moviendo la pelota, yendo a espacios, abriendo por derecha, jugando diagonales y tuve una noche satisfactoria, sin duda", dijo con esa sonrisa larga.


Y habla de la repercusión de la victoria. "Ganamos confianza, una confianza que ya necesitamos. Jugamos bien, hicimos buen fútbol, hicimos goles, aún tenemos mucho que trabajar, pero esta noche hay que disfrutarla", explicó.


Promete más golizas

El vestidor debutaba a la felicidad. La anterior victoria había dejado tranquilidad. La del sábado por la noche dejaba, además, esperanza e ilusiones. Hans Westerhof era agredido, virtualmente, a pura euforia.


Thomas Rongen, su amigo y su antecesor y lo palmeó con violencia de afecto, con esa mirada entre ambos de puro afecto. Y Westerhof, como en la adversidad, se lo sigue tomando con calma.


"Jugamos bien, hicimos muchos goles, pudieron ser más, estamos satisfechos del rendimiento, cumplimos nuestra norma de jugar agresivo y jugar para ser atractivos para la afición. Esta noche lo hemos conseguido", subrayó.


Pero, siempre el pero...

"Tenemos que trabajar más, porque aún cometemos errores, pero estamos en el camino de lo que queremos conseguir", dijo.


"Queremos jugar más ofensivo aún, más espectacular, queremos ganar y ser espectaculares. Este es un buen comienzo, pero aún tenemos que trabajar más fuerte, pero victorias como ésta nos facilitan el trabajo de la semana", explicó.


E hizo una promesa y enseguida la reiteró. "Ésta (goliza) de 5-1 no es la última, habrá más en este torneo, muchas más... te lo aseguro, te lo garantizo", dijo sonriente.


Westerhof remató: "Una victoria como esta, en un momento como el que vivíamos con 13 derrotas, es la mejor droga, el mejor estimulante para un grupo competidor como el nuestro".


Se le dijo que en la temporada, sólo ha habido tres goleadas por cinco goles. Una a favor de Chivas USA y dos en contra.


"Es lógico. Nosotros estamos jugando para conseguir lo que queremos. Queremos jugar bien, jugar agresivos, ganar, golear, gustar, y eso sólo se consigue con riesgos y estamos dispuestos a correrlos", subrayó.


Rafael Ramos Villagrana es redactor del diario
La Opinión
de Los Ángeles, y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.