Guerrero, siempre guerrero

Thiago Martins

Cuando concluyen los 90 minutos, Thiago Martins es la estampa del guerrero. Sucio, golpeado, herido y con la condecoración del sudor en la camiseta. Vencedor en su propia batalla y vencido en la colectiva. Con las manos vacías. Demasiado vacías para un goleador. Más aún para un goleador hambriento.


Dos goles en 1126 minutos, en 13 juegos y en 25 disparos a gol. Para un hombre que ha luchado toda su vida, el saldo es inversamente proporcional al esfuerzo. Se lamenta, pero no se resigna; se molesta, pero no se somete.


Lo dice este futbolista brasileño, un jugador que eligió Thomas Rongen por lo que tiene dentro y por lo que tiene afuera. Pero los goles llegan a cuenta gotas, pero menos que las que transpira en cada juego.


Ante Terremotos de San José, Thiago tuvo un gol en bandeja, en la boca del arco, de esos que la ociosidad define como que "es más difícil fallarlo que meterlo". Y lo falló. Quiso hacerlo de bandera, quiso reventar pelota, portero, portería y red... y por supuesto su racha de sequía.


Lo toma con humor brasileño, es decir con buena cara al mal tiempo. "Ja, vengo trabajando mucho, la semana entera, en las finalizaciones de las jugadas de gol. Trabajo en ello cada día convencido de que el siguiente juego vendrá ese gol", explica Thiago.

"Vengo trabajando mucho en las finalizaciones de las jugadas de gol. Trabajo en ello cada día convencido de que el siguiente juego vendrá ese gol".
<strong>-- Thiago Martins</strong>

"Infelizmente el domingo [ante Terremotos] no fue mi día. Estoy seguro que si tengo 100 balones como ese que fallé, te garantizo que voy a hacer 99, pero esta vez no se pudo, ¿increíble no? Así suele pasar, tuve una jugada de gol clara y fallé. Así pasa a los delanteros desperdiciamos esas oportunidades, pero hay que poner la cabeza en alto y trabajar, trabajar en eso, en la finalización de la jugada, porque ya no es posible seguir así".


Thiago no se desanima y sube el volumen, como mensaje propio, pero también como reflexión del colectivo. "El equipo está trabajando bien y tenemos que continuar haciendo lo bueno que estamos haciendo, tenemos que crear más oportunidades para que los delanteros tengamos más chance de marcar los goles", afirma.


En lo personal, el ariete brasileño ha visto multiplicadas sus funciones en el equipo. Ya no es el jugador en punta, sino que ahora debe auxiliar a sus compañeros y participar en la elaboración de la jugada. "Pasan dos cosas además: los rivales me marcan mejor y ahora tengo más trabajo, tengo que hacer labores defensivas, ayudar en la salida del equipo y a veces cuando tengo un balón en el ataque, a veces las piernas no responden plenamente con la potencia que uno quisiera", explica.


Enseguida Thiago se apresura a aclarar: "No tengo problemas físicos, estoy bien, pero hay mucho trabajo que hacer de apoyo al equipo en mi posición. Nada más tengo que acostumbrarme a nuevas funciones y tratar de meter las oportunidades de gol que tengo".


Y detalla parte de sus nuevas funciones. "Es un poco diferente la forma en que tuve que jugar ante Terremotos, un poco más abierto, haciendo otro tipo de funciones, pero sólo tengo que trabajar para encontrar mi ritmo y estar listo para rendir en ese trabajo conforme a las necesidades del equipo".


Rafael Ramos Villagrana es redactor del diario
La Opinión
de Los Ángeles, y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.