Campeón en el limbo

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San José ha obtenido un título extra a los dos que ya suma historial en torneos de liga: el de la inestabilidad. El actual monarca emelesero aún no sabe si su futuro está pintado con el azulcrema del club mexicano América, o bien estaría inmerso en un ambicioso proyecto que incluiría otro estadio y que tendría tinte iraní.


Pero mientras las negociaciones avanzan y los tiempos se acortan, el Earthquakes sigue erigiéndose entre la ironía: es uno de los equipos más regulares en la historia de la liga, pero también ha sido uno de los menos rentables, aunque sus mismos directivos siguen pensando que la popularidad del equipo ha ido en ascenso recientemente.


El área donde se ubica el equipo (a la cercanía de San Francisco y Oakland) pareciera contener un oasis de aficionados que no necesita ser rebuscado sino simplemente atendido. San José debe representar la primera opción futbolera para los habitantes del otro extremo de un estado que se ha distinguido por amar el balompié, en su mayoría hispano parlante.


Al parecer el empresario Tony Amanpour y su grupo tendrían el poder económico para obtener al equipo y tratar de ponerle su mística para relanzarlo en un proyecto que incluiría un estadio específicamente para futbol. Las últimas negociaciones, incluso, apuntan a la seriedad de sus intenciones.


En contraparte, el América de México tiene contemplado mudar al equipo a Texas, donde Houston o San Antonio albergarían un proyecto paralelo al de Chivas USA, para iniciar un torneo con sabor latino.


Pero los directivos mexicanos no pretenden obtener al San José como club, que con su actual plantilla sería de muy poco atractivo para la comunidad latina por falta de representación, sino simplemente una franquicia para transformar un proyecto enfocado a las comunidades que reconocen sus colores y su identidad, ya sea en el norte de California o bien en Texas. El América sopesa ambas alternativas, pero al parecer quiere explorar un mercado tejano que siempre le ha sido agradecido.


Ambas ponencias tienen ventajas y desventajas para la liga. La opción de Amanpour podría representar un argumento más para decir que los estadounidenses han aceptado el futbol y que la MLS es una liga que en corto tiempo debería ser rentable, pero corre el riesgo de ser tratado como una empresa y que sus nuevos directivos no tengan el tacto necesario para saber que un club de futbol se maneja de manera distinta.


Por su parte, el cuadro azulcrema le daría un formato más latino al futbol de esa franquicia, y lo pondría a competir directamente con el orgullo empresarial y deportivo del resto de inversionistas, pero también sería para la MLS aceptar el trago amargo del fracaso en una región que pareciera virgen.


Asimismo, bajo la óptica Amanpour el plantel no sufriría muchos cambios, pero bajo la tutela americanista es obvio que se le daría un tinte mexicano al equipo, por razones culturales y de mercadeo.


San José es uno de los equipos más tradicionales de la MLS y en el mes de octubre podría definir su historia, si se mantiene en su casa, en el área de la Bahía, o si simplemente servirá de "prestanombre" para que otra ciudad en el centro del país estrene equipo.


Hace menos de un año, los Earthquakes eran junto a D.C. United los referentes de la MLS, ahora corren el riesgo de convertirse junto al Miami Fusion y el Tampa Bay, como un miembro selecto del pasado de la liga.


Cristian Echeverría es reportero del diario La Opinión de Los Angeles. Desde 1994 es reportero de fútbol y ha laborado para varios diarios en Guatemala y El Salvador, así como para la revista Don Balón en sus ediciones España y México. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer ni de sus clubes.