Un paisa en Nueva York

Sigue sorprendiéndonos la MLS y pareciera que no quería detenerse en los anuncios y en las contrataciones hasta que el filo del reglamento o el límite del libro de pases lo permitan. El turno de ricos invirtiendo sigue de moda en la Gran Manzana, ahora con la llegada del colombiano Juan Pablo Ángel, un delantero quizá un poco desaparecido en las últimas fechas de la Premier League de Inglaterra, pero no por ello menos importante dentro del equipo inglés Aston Villa. Hablar de Juan Pablo es un poco llover sobre mojado si revisamos su biografía y sus antecedentes futbolísticos que quizá es lo más importante en este momento para el aficionado neoyorquino.


Juan Pablo tuvo su mejor temporada en Inglaterra en el 2003 y de ahí en más se mantuvo aunque no volvió a destacarse tanto como en esa temporada. Es un jugador del que se habla muy bien desde Inglaterra, especialmente por su disciplina no sólo como futbolista sino como ser humano. Su alto sentido de la responsabilidad es tal vez su mejor carta de presentación como profesional y su poderío como goleador fue la razón fundamental para que Bruce Arena se fijara en él y lo siguiera hasta lograr el pase que se concretó en las últimas horas.


Su origen es de raza. Nació y creció en Medellín, Colombia, en una ciudad que tiene por naturaleza inculcado el trabajo y la lucha heredada de los viejos "arrieros" de la zona. Por ello nunca bajó los brazos cuando llegó a la Argentina procedente del Atlético Nacional. En River Plate al comienzo le costó, no sólo por cómo debió adaptarse al colectivo de la banda roja, siendo el reemplazante del chileno Marcelo Salas, entonces vendido a la Lazio de Italia, sino porque desde la siempre enemiga vereda del frente otro grupo de colombianos marcaron época en las filas de Boca Juniors. Mientras Juan Pablo luchaba por un puesto en la delantera de River, Óscar Córdoba, Jorge Bermúdez y el Chicho Serna se consolidaban en el Boca ganador de todo de aquellas épocas.


Pasó por la dirección técnica del "pelado" Ramón Díaz y luego por la mano mágica de Américo Rubén Gallego, en donde llegó a formar parte del famoso tridente con Pablo Aimar y Javier Saviola, para luego, con el regreso de Ariel Ortega, armar la mítica "banda de los cuatro" en River Plate. Su vocación ganadora y goleadora lo llevó a Europa por una tasa cerca a los 14 millones de dólares, cifra que en su momento fue histórica para el Aston Villa, que jamás había pagado una suma semejante por un extranjero. Llegó y triunfó con el Villa aunque los altibajos marcaron de ahí en más su campaña por el viejo continente.


No ha sido trotamundo, todo lo contrario. Su estabilidad habla mucho de su comportamiento y quizá con más minutos y la regularidad que se supone que tendrá ahora en Nueva York, le deben dar a Juan Pablo el nivel de otras épocas. A sus 31 largos años es todavía un atleta en verdadera competencia, aunque el haber superado la barrera de los treinta quizá lo coloque dentro del margen de crítica lógico para quienes pretenden jugadores con menos recorrido y más reconocimiento mundial. Sólo sus goles hablarán por él. Es el idioma universal de los goleadores de raza y con ellos siempre colocan un cierre en la boca de sus detractores. Juan Pablo conoce bien esa historia desde Nacional, River y Aston Villa y no menos desde su propia selección en donde llegó a dividir opiniones sobre su presencia en el combinado colombiano.


Ahora en Nueva York, este paisa con el carriel en el hombro y la lucha en su sangre querrá sin duda demostrar de que está hecho en una Liga que apuesta al presente y que no quiere defraudar a sus hinchas. Es una apuesta bien pensada si se quiere, además, armar un gran equipo y seducir a los cerca de dos millones de colombianos -muchos paisas- que se parten el alma viviendo y trabajando en la capital del mundo.


Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.