FRISCO, Texas. - Aunque llegaba a su encuentro con Real Salt Lake con dos victorias al hilo, aún existía una sensación de inseguridad dentro del plantel de FC Dallas. ¿La razón? Su mediocridad jugando de local. Diez de los 13 puntos acumulados por el Toro hasta entonces se habían conseguido fuera del Pizza Hut Park.
Esta notoria ineficacia en casa tuvo preocupado al cuerpo técnico durante la semana y fue justamente un tema que se trató en profundidad durante las sesiones preparativas en anticipación a los monarcas.
A mediados del segundo tiempo, todo iba encaminado hacia el triunfo cuando, de repente, llegó el inesperado cobro de penal del árbitro Jozef Batko. Los ánimos de los texanos casi cayeron al suelo cuando, desde los doce pasos, Freddy Adu igualó el marcador y todo parecía que los tres puntos se esfumaban una vez más.
Sin embargo, el Toro jamás se dejó por vencer (o empatar, en este caso) y mostró los dientes para fulminar a su rival.
A sólo ocho minutos del pitazo final, el lateral Chris Gbandi tiró un hermoso zurdazo que rozó la parte superior del poste derecho y tomó tierra entre la valla defendida por Nick Rimando.
El Toro venció a Real Salt Lake por 2-1, quitándose un gran peso de encima y dando una enorme satisfacción a su fiel hinchada.
Según el asistente técnico Óscar Pareja, Dallas realizó "un partido bien planteado que afortunadamente nos salió bien y gracias a ello pudimos regresar al triunfo en casa, para esta afición que nos sigue respaldando".
Por su parte, Arturo Álvarez se mostró satisfecho con el trabajo del equipo, pero resaltó que la clave del éxito tuvo que ver con la habilidad de los locales para definir en los momentos concretos.
"Esta ves nos salieron los goles. Llegamos y concretamos. Gracias a Dios en esta ocasión me tocó a mí y espero seguir convirtiendo muchos más goles para el bien del equipo".
Jimmy Venegas colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
