Toronto se queda sin pan ni pedazo

Rohan Ricketts

En un partido que tenía que ganar sí o sí, Toronto FC le regaló un empate 1-1 en su propia cancha al Montreal Impact para dar en bandeja de oro al club de la USL la representación canadiense en la Liga de Campeones de la CONCACAF.


La igualdad a un gol por bando le bastó a los francófonos para clasificar a dicha instancia regional y de paso adjudicarse la Nutrilite Canadian Championship League, ante un BMO Field repleto que observó cómo su equipo fracasó en sumar el primer título de su historia.


Al final de los 90 minutos reglamentarios, más cinco de reposición, los aficionados no daban crédito a lo que veían sus ojos, tratando de descifrar si en el fútbol existe la suerte, sobre todo al ver a un cuadro escarlata batallar hasta las últimas instancias, pero sin poder vencer a un rival que se olvidó de que en la actualidad deambula en la parte baja de la USL para humillar a un Toronto FC que llegó a este minitorneo como el claro favorito.


Durante los primeros movimientos del cotejo, ambos equipos ensayaron tibiamente algunas jugadas ofensivas, con una leve ventaja para Toronto, que comenzaba a hacer pesar su condición de local.


Por la derecha, Laurent Robert buscaba a sus compañeros en el ataque con balones cruzados, casi asociándose por el aire con Abdus Ibrahim al minuto 11, pero el arquero Matt Jordan le ganó el duelo por alto.


La estrategia aérea dio resultados sobre el primer cuarto de hora, cuando en una triangulación Robert se conectó con Jim Brennan, quien envió un centro a Rohan Rickets para que éste martillara el balón y venciera a Jordan.


La apertura de la cuenta animó a los dueños de casa, particularmente a Rickets, tan inspirado que probó con un nuevo tiro directo al arco, aunque a las manos del cuidavallas del Impact.


No obstante, Montreal no se quiso quedar atrás y comenzó a soltarse por las bandas. Al minuto 26, Joey Gjertsen cobró un peligroso tiro de esquina que Roberto Brown cabeceó bien ante la complacencia de la zaga local, que dejó completamente indefenso a Sutton, sin nada que hacer para detener el remate del ex Colorado Rapids.


El gol de la igualdad desequilibró a Toronto, que comenzó a equivocarse innecesariamente y cometer errores infantiles, como un mal despeje de Marco Vélez cerca de la media hora que posibilitó el segundo córner en apenas tres minutos a favor de los visitantes.


Mostrando toda su potencia ofensiva, el Impact continuaba creando peligro sobre la portería de Sutton, incluyendo un potente zapatazo de Gjertsen que, para el alivio de los emeleseros, careció de dirección.


Marvell Wynne debía salir de su banda para crear proyecciones por el sector derecho y a los 37 arrastró la marca hasta cerca del área grande, donde Simón Gatti lo derribó para ganarse la tarjeta amarilla. Al cobro del lanzamiento de falta llegó Amado Guevara, cuyo disparo pegó en la barra defensiva, provocando un tiro de esquina sin consecuencias.


Montreal volvió a recurrir al juego brusco para detener los avances locales, como al minuto 39 cuando Robert fue frenado por Placentino, para un nuevo tiro libre y una segunda amonestación.


En el segundo tiempo, los escarlatas entraron con más fuerza, amenazando con retomar la ventaja poco después del reinicio, aunque, en su afán por inclinar la balanza a favor de su equipo, Ricketts controló el esférico con la mano antes de rematar al arco, por lo que su intento ya no tenía validez.


Adam Braz, ex Toronto, se ganó la tercera amarilla del árbitro Silviu Petrescu tras detener descaradamente una escapada por la izquierda de Guevara.


A continuación, Nevio Pizzolito casi anotó el segundo para Montreal, aunque no pudo hacer contacto con el balón luego de una pésima salida de Sutton ante un tiro de esquina que Carl Robinson finalmente despejó del área local.


Con el correr de los minutos, los visitantes se preocuparon de asegurar el empate ingresando a Cedric Joqueviel por Braz en la línea defensiva.


La desesperación hizo presa a Toronto FC, que veía como el tiempo pasaba inexorablemente, sin poder desenmarañar la telaraña defensiva para anotar el segundo gol que le diera la tranquilidad, ya que a pesar que lo intentaban desde todos los ángulos, la pelota se negaba a tocar la red contraria.


El milagro casi llegó a cuatro minutos del final, momento en que Guevara, en una jugado de balón parado, lanzó un centro que encontró la cabeza de Julius James, pero su remate pegó en el paral derecho de Jordan.

Ya sobre la hora, todo el equipo de Montreal se concentró en su área, mientras que los locales buscaban a toda costa el segundo gol, en vanos intentos que por ratos hicieron que los más de 20 mil aficionados gritaran a todo pulmón pidiendo la ansiada anotación.


Sutton se unió al intento ofensivo y dejó su arco desprotegido, buscando un balón milagroso que le llegara de cualquier parte.


Eso no fue suficiente, como tampoco el tiempo que marcó el final de una contienda que dejó a Toronto FC sin pan ni pedazo.
Romy Hernández colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.