New York Red Bulls alcanzó este sábado una histórica clasificación a la ronda de playoffs de la Temporada 2006, al eliminar a Kansas City, venciéndolo por 3 a 2 en un encuentro que se tornó de características dramáticas sobre el final, con una gran emoción y la incertidumbre sobre el resultado final, rondando en el estadio.
Fue la noche del capitán local Amado Guevara, quien transformó dos penales bien sancionados por el juez del compromiso Ricardo Salazar en goles, ejecutando con gran categoría ambas infracciones en los minutos 30 y 59 y que puso broche de oro a su notable actuación, cuando en acción individual, remató sorpresivamente sobre el arco del portero Bo Oshoniyi, para consquistar un tercer en el minuto 74, que prácticamente terminó con las pretensiones del equipo visitante.
"Estoy feliz, quería convertir tres goles, se lo había dicho al Sr. Embajador de mi país Iván Romero, que estuvo presente y me alentó para poder concretar una buena actuación. No solo los goles, sino el esfuerzo de todos, fueron los argumentos del triunfo, merecimos loa victoria, era el objetivo de hoy, ahora hay que pensar en lo que viene, yo no me conformo con clasificar. Los playoffs son otra historia y quien sabe, como ya lo habíamos hablado, que podamos ser la gran sorpresa de la ronda final. Le dedico el triunfo al Sr. Embajador, a mis compatriotas hondureños y a todos los parciales de Red Bulls, que una vez más me expresaron su adhesión. Para ellos los goles y el triunfo y quiero destacar el esfuerzo de Youri (Djorkaeff), quien terminó su carrera, como un auténtico grande que ha sido en el fútbol mundial", dijo el capitán Amado Guevara.
No todas fueron buenas para los dirigidos por Bruce Arena, pero el equipo supo sobreponerse a todo, incluso cuando necesitaba ganar y estaba perdiendo a partir del minuto 23, cuando el holandés Dave van den Bergh ponía en ganancia a su equipo, sacó a relucir una actitud digna del mayor elogio, que se constituyó en el mayor argumento de Red Bulls, que esta noche contó con un importante marco de aficionados que lo apoyaron desde la tribuna esperando la clasificación.
Sería injusto entrar en el análisis individual de los actores, puesto que el gran mérito de todo el plantel, fue en esta ocasión la entrega, el no dar nunca un balón por perdido y la confianza, que aún en desventaja en goles y en fútbol, se podría cambiar la historia, en los minutos que restaban para la finalización.
Cabe sí destacar el accionar del capitán Amado Guevara, que jugando desde atrás, tuvo el panorama de cancha suficiente para contener y sorprender en ocasiones llegando al área rival y además, pudo ir regulando el físico y llegar entero al final del compromiso. Guevara volvió a ser el gran líder que el equipo necesitaba y tuvo el premio al retirarse ovacionado por los aficionados, una vez finalizado el encuentro.
Otra vuelta muy importante fue la del lateral izquierdo Todd Dunivan, quien reapareció en este importante encuentro y se transformó en protagonista.
Luego de un gran pase suyo, vino el penal contra Chris Henderson que le permitió a Guevara marcar el primer gol, otra habilitación de Dunivant, terminó con un remate de Djorkaeff, que de milagro salvo el portero rival y estrelló un balón contra el horizontal, cuando se descontaba el gol del local, todo esto en el primer tiempo, siendo posteriormente un jugador muy importante en defensa, cuando Kansas se volcó decididamente arriba en busca del descuento.
Y no es menos cierto el esfuerzo desplegado por Youri Djorkaeff, aún sin tener el brillo técnico de otras jornadas, pero colaborando como un obrero más con sus compañeros, al igual que el chico Josmer Altidore, golpeado permanentemente, debiendo ir al sacrificio entre dos hombres muy fuertes como Nick García y Jimmy Conrad y aún sin poderse destacar, peleó siempre de igual a igual con los experimentados rivales.
Kansas apostó al resultado y una vez más quedó confirmado que quien piensa de esa forma, generalmente termina perdiendo. Decíamos antes del partido de lo peligroso que resultado cuando un equipo tiene el empate a su favor y esta no fue la excepción. Arrancó mejor, dominando el balón en el medio campo y muy ordenado en defensa, favorecido por el fútbol generalmente aéreo del rival, pero se olvidó durante tres cuartas partes del encuentro del ataque como factor fundamental para lograr la victoria y cuando quiso reaccionar ya era tarde.
Frente al fútbol especulativo del visitante, un desesperado Red Bulls, con una sola meta, ir hacia adelante como se pudiera, especialmente después del gol inicial de Kansas. La actitud, las ganas, la fuerza física, fueron suficientes en esta ocasión para llevarse por delante al rival y terminar en un gran festejo, transformando la fecha, en una de las mejor recordadas en los últimos tiempos.
Kansas se olvidó del fútbol habilidoso de otras jornadas de Davy Arnaud, de la potencia ofensiva de Josh Wolff, que jugó tres cuartos de partido desde atrás y de los piques a la espalda de los zagueros rivales de Scott Sealy y pagó caro el pensar que la clasificación ya estaba ganada. A pesar que el gol de Sealy en el minuto 84, puso suspenso al desenlace, Red Bulls aguantó con uñas y dientes y fue el gran vencedor.
Un párrafo aparte para el acertado trabajo del conductor del encuentro Sr. Ricardo Salazar, quien aplicó bien la ley de ventaja, sancionó con autoridad las infracciones, sacó con magnífico criterio las tarjetas y sacó adelante un partido que no era fácil de arbitrar por las posiciones que ambos rivales se jugaban, bien secundado también desde las líneas por Craig Lowry y Adam Wienchowski.
Para Red Bulls fue una jornada histórica. Lo que vendrá de aquí en adelante, es regalo y partido son partidos y hay que jugarlos, también está comprobado a través de la historia y seguramente Bruce Arena y sus colaboradores, trabajará intensamente esta semana, para continuar corrigiendo defectos y fortaleciendo las diferentes líneas, pensando en el gran encuentro del próximo sábado ante DC United, en la primera jornada de los playoffs.
