Roma desahucia al Real Madrid

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Por cuarto año consecutivo, el Real Madrid se despidió de la Liga de Campeones en la ronda de octavos de final. En esta oportunidad el verdugo copero de los merengues fue la Roma, equipo que se planteó inteligentemente en el Santiago Bernabeu para contener a un rival desesperado y liquidar cuando los españoles se quedaron con diez hombres, por la doble amonestación Pepe a 20 minutos del final.


Tras caer 2-1 en el partido de ida disputado en la capital italiana, los blancos salieron decididos a revertir la serie apenas sonó el pitazo inicial del colegiado Kyros Vassaras, aunque mostraron más ganas que ideas claras para inquietar al área visitante.


De hecho, la Roma generó la primera situación de peligro a los 18 minutos, mediante un fuerte zapatazo de Alberto Aquilani que chocó contra el vertical. El volante luego recuperó su propio rebote y exigió una excelente tapada de Iker Casillas.


El Madrid no tardaría mucho en responder, sin embargo. Un pelotazo de Robinho rompió la trampa del off-side y dejó a su compatriota Julio Baptista con sólo el arquero Doni (coincidentemente, otro brasileño) a vencer, pero El Tanque mandó su disparo a las tribunas, dejando en nada una oportunidad de oro para los dueños de casa.


Cuando se aproximaba el descanso, Vassaras entró al ojo del huracán al hacer caso omiso a una clara falta de Mancini sobre Míchel Salgado en el área italiano, un error de bulto que generó la ira de todo el estadio madridista.


Instantes después del reinicio, Baptista ejecutó un tiro libre directo que pasó por arriba de la barrera romanista y superó por completo a un estático Doni, aunque el travesaño terminaría ahogando el grito de gol del carioca.


Sin poder romper el murallón italiano, los nervios se apoderaron de un Madrid que veía como su sueño europeo se esfumaba cada vez que miraba el tablero en cero. Los de Bernd Schuster quedaron con un nudo en la garganta al minuto 66 al ver como Mirko Vucinic golpeaba el larguero con un fulminante disparo que casi hundió sus esperanzas.


Lamentablemente, la presión se hizo insostenible para el defensor Pepe, quien sólo pudo detener un nuevo avance de Vucinic con una fuerte "caricia", agresión que le significó su segunda cartulina amarilla de la noche.


La Roma se tardó apenas tres minutos en aprovechar la expulsión blanca, con un gran frentazo de Rodrigo Taddei tras ganarle en la altura a los argentinos Fernando Gago y Gabriel Heinze.


Sin embargo, los merengues estaban decididos a morir con las botas puestas y nivelaron la cuenta poco después, por intermedio de un adelantado Raúl.


Con la obligación de marcar por lo menos un gol para seguir con vida, el Madrid, que ya contaba con un hombre menos, entregó demasiados espacios atrás, situación que explotó Vucinic en tiempo de descuento para cabecear el 2-1 final que metió a la Roma en cuartos de final y dejó a los españoles en la cuneta.


En Inglaterra, Michael Ballack (5), Frank Lampard (25) y Salomon Kalou (48) graficaron las diferencias abismales entre el Chelsea y el actual campeón griego Olympiakos con contundente 3-0.


Desde un comienzo, los Blues establecieron su supremacía sobre el terreno del Stamford Bridge a base de un gran juego colectivo, fundamentándose en una buena y fluida distribución del esférico por todos los rincones del campo.


Ballack adelantó a los dueños de casa (que empataron sin goles en la ida) con un cabezazo que maniató al portero Antonis Nikopolidis, una mera víctima de una zaga que se hizo agua, sobre todo durante el primer capítulo.


Cuando el cancerbero visitante extremó recursos para tapar un fuerte remate inglés a los 25 minutos, sus compañeros sólo atinaron a observar mientras el área greiga se poblaba de camisetas azules y Lampard se apoderó del despeje, canjeando la "asistencia" en la segunda diana inglesa.


De nada sirvió el descanso al Olympiakos, ya que, además de su ineptitud en la zona posterior, jamás puso en real aprietos a un Chelsea que ya se sentía cuartofinalista. El marfileño Salomon Kalou confirmó esta sensación a tres minutos de iniciarse el complemento, embocando un tiro de esquina servido por Lampard al fondo de la red.


Aunque el conjunto heleno se avivó durante los momentos finales, el daño ya estaba hecho y el Chelsea se unió al selecto grupo de ocho de la Champions.


Pese a imponerse por la cuenta mímina en su enfrentamiento decisivo con el Shalke 04', el Porto tuvo que dar un paso al costado luego de caer en la lotería de los penales.


Los lusitanos buscaron aprovechar su localía para revertir el 1-0 sufrido en suelos germanos hace dos semanas, pero sus esfuerzos fueron en vano durante casi todo el lance, en gran parte a las maravillosas intervencions del arquero Manuel Neuer, quien detuvo sendos cabezazos a bocajarro de Tarik Sektioui en cada fracción.


Sin embargo, a cuatro minutos del tiempo reglamentario, Lisandro López igualó la eliminatoria 1-1 con un agónico gol que forzaba el alargue. Tras dos mitades de 15 minutos sin goles, ambos clubes se vieron obligados a resolver el asunto mediante los aleatorios penales.


Aparantemente tocado con la varita mágica, Neuer otra vez más se puso el equipo al hombro, tapando dos disparos desde los 12 pasos para confirmar los pasajes del Shalke a la siguiente fase.


Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.