HOUSTON. De la misma botella amarga el Houston Dynamo volvió a tomar un trago. De nuevo el equipo Pachuca volvió a ser su verdugo y esta vez en su propio estadio y ante su fiel afición que lo acompañó en masa.
El equipo mexicano con su reconocido fútbol práctico y muy ofensivo se impuso 6-5 por la via de los disparos desde los doce pasos luego que el marcador en el tiempo regular finalizo igualado a dos tantos. Con ello el onceno que orienta Enrique Meza se ganó el derecho de estar en la final del torneo SuperLiga.
No fue la noche del equipo Naranja, las circunstancias no estuvieron a su favor y a pesar de haber iniciado ganando con anotación a los cuatro minutos por parte de Dwayne De Rosario. Pero después de este gol la historia cambió un tanto.
Hay que reconocer que el dominio durante los noventa minutos regulares fue en su mayoria impuesto por el Pachuca, que supo aprovechar su ventaja numérica luego de la expulsión del defensa Patrick Ianni cuando trancurría el minuto 15. Esto obligó al técnico Dominic Kinnear a recomponer la línea defensiva, por lo cual retrazó al volante Brian Mullan para que hiciera las veces de marcador de punta derecha y pasando a Craig Waibel como defensa central.
La dinámica que había puesto el equipo Naranja en los inicios bajo en su intensidad, el onceno Tuzo por el contrario se lanzó decidido en busca del gol que igualara el marcador.
Y este llegó al minuto 27 en jugada que se desprendió por la punta izquierda a través del jugador Carlos Rodríguez, quien al llegar al fondo logró centrar el balón a ras de piso para que entrara Juan Carlos Cacho y la empujara al fondo para lograr la paridad.
Pachuca se mostraba claro en su ofensiva, Gabriel Caballero y Cristian Giménez se constituyeron en un peligro permanente sobre la portería custodiada por Pat Onstad.
El Dynamo intentaba sacudirse y de vez en cuando se acordaba de atacar con un rival que le rotaba el balón de costado a costado buscando los flancos por donde penetrar con peligro.
Los dos equipos se fueron al descanso un tanto agotados, la alta temperatura reinante los había desgastado y necesitaban de un reposo que les permitiera replantear las armas para la segunda parte.
Pachuca salió para la fase complementaria un tanto refrescado con el ingreso del colombiano Andres Chitiva, quien reemplazó a Fausto Pinto. Este cambió le dio al equipo mexicano en la mejor presencia en el frente de ataque. Y fue el mismo Chitiva, quien al minuto 54 convirtió el gol que le daba la victoria parcial a su equipo.
Houston Dynamo no bajó los brazos, herido de muerte saco fuerzas para seguir luchando, y cuando el reloj marcaba el minuto 82 y la derrota parecía inminente, Eddie Robinson saltó como el ángel salvador al convertir el gol que igualaba las acciones. En un cobro de tiro libre desde la izquierda ejecutado por Richard Mulrooney Robinson se levantó como el ave Fenix y logró conectar el balon con su testa y lo introdujo al fondo de la red para entonces revivir las esperanza un tanto perdida.
Dos minutos después fue expulsado el jugador Andrés Chitiva, lo cual igualaba también el número de jugadores en ambos equipos.
Terminado el tiempo regular losn equipos se fueron a los tiempos de alargue de 15 minutos manteniendo el marcador igualado. Se aplicó entonces la regla de la definición de cobros desde el punto penal y el equipo mexicano tuvo la virtud de ser más efectivo ganando con marcador global de 6-5. Por Dynamo fallaron en sus ejecuciones Brian Ching y Joseph Ngwenya. Convirtieron Wade Barret, Chris Wondoloski, y Richard Mulrooney. Por el Pachuca falló Damián Álvarez, y convirtieron Fernando Salazar, Gabriel Caballero, Luis Gabriel Rey.
