Más auténtica, aunque repetida, no podía ser la Copa MLS 2007. Una final que llega para corroborar el buen momento y el crecimiento real de este deporte en Norteamérica, aunque sin representantes hispanos.
Es difícil poder coincidir a favor siempre, pero por ahora esta final -la duodécima- de la MLS evidencia claramente la supremacía del fútbol efectivo sobre el fútbol arte. Y no es una crítica. Es la autentica realidad que de paso ratifica la identidad y el estilo de cada país con el fútbol que practican sus equipos más representativos.
Houston se caracteriza por su mecánico estilo de moverse en la cancha cerrando espacios cuando no tiene el balón y desplegando movilidad cuando recupera la pelota. No es menos claro para esas "artes" el New England Revolution, aunque es un poco mas vistoso cuando intenta "tejer" en zona alta.
Es una apuesta al resultado y una prueba más de la dinámica europea que caracteriza a estos dos rivales por sus propios técnicos. Ya en el 2006 nos hicieron tomar una lección de lo mismo y terminamos satisfechos aunque distanciados de nuestro paladar futbolero.
¿Pero qué va a pasar en este juego de la final con el publico latino? ¿Se sentirá marginado de la fiesta o simplemente hará reflexiones al futuro y disfrutar del espectáculo? Difícil por ahora saberlo y mucho menos adivinarlo, aunque lo único cierto es que para ver buen fútbol hay que ver todos los partidos y en el que menos creemos terminamos por enrojecer las manos de tanto aplaudir y salir afónicos de tanto gritar. Por eso es bello el fútbol, porque nos permite el repentino cambio de emociones y muchas veces hasta nos avergüenza con nuestros constantes giros de nuestros " sólidos" criterios.
Será la gran fiesta final del fútbol de los Estados Unidos. Es cierto que sin latinoamericanos, pero al fin y al cabo es la gran fiesta. La que cierra una temporada especial y con tintes históricos. Fue la "perestroika" futbolera de América. Se abrieron los caminos, se rompieron los diques, se abrieron las chequeras, se ordenó la casa luego de revisar las cuentas y la liga entendió que se podía gastar para darse un gustito. Llegó David Beckham, a quien sigo considerando en sana espera y quien creo verdaderamente abrirá las puertas definitivas de la MLS al futuro. Su nombre es mágico, es el "ábrete sésamo" del fútbol ante el planeta del balón visto desde lo comercial y estoy seguro que si está recuperado, para la siguiente temporada será la gran figura del torneo por encima de muchos que creen que es sólo una figura del mercadeo.
Se cierra la temporada para el debut de "los franquicia" que no decepcionaron. Esplendido Cuauthémoc Blanco en Chicago, impresionante lo de Juan Pablo Ángel en Nueva York y un poco menos mediático, pero atractivo lo de Denilson en Dallas. Jugadores como Juan Carlos Toja bienvenidos a la liga, técnicos como Juan Carlos Osorio también bienvenidos y apretón valiente de manos a la cúpula del fútbol por los aciertos. Desde aquí cuesta trabajo muchas veces criticarlos, pero de igual manera lo hacemos con el nivel de respeto que cada quien se merece y cuando la ocasión lo amerita. Por ello antes de esta final y cuando ya está anunciada la expansión hacia el noroeste, sólo nos queda un guiño amistoso al comisionado de no olvidar el sureste. Créame comisionado, que por allí en diez años la actitud ha cambiado.
Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
