Oda al trabajo en equipo

El brasileño Luciano Emilio se consagró como el Jugador Más Valioso en su primera temporada en la MLS, pero su equipo verá desde las gradas de su propio estadio la Copa MLS.


Tanto Emilio como el boliviano Jaime Moreno y el argentino Christian Gómez formaron un tridente ofensivo de miedo a lo largo del 2007, pero al llegar el momento de la verdad ninguno de los tres pudo resolver en favor del D.C. United frente al Chicago Fire en las Semifinales de Conferencia, dando así paso a un nuevo capítulo de eliminación para el puntero de la temporada regular.


Todo parece indicar que los jugadores con mejor nivel individual recibieron nada más un premio de consuelo, a excepción del Defensor del Año, Michael Parkhurst, quien sí jugará la final de la MLS este domingo.


Brad Guzan y Preki honraron la gran campaña de Chivas USA ganando los premios al mejor portero y técnico, respectivamente, pero aún siendo mejores que Kansas City en la primera ronda de la Liguilla deberán conformarse con ver la final por la tele.


El Rebaño angelino jugó el mejor torneo desde su creación, pero no contó con que el factor suerte le traería esta vez un mal sabor de boca. Tampoco ninguno de los Jugadores Franquicia verá acción en el césped del Estadio RFK.


Pese a su condición de campeón y bicampeón, el Houston Dynamo y el New England Revolution sonaron poco en el transcurso del torneo. Sin embargo, hoy han demostrado que el fútbol sigue siendo un deporte de equipo y no necesariamente de unos pocos. Lejos los equipos más regulares de la MLS, ambos basaron su trabajo en la continuidad de sus técnicos, a pesar de sus antecedentes diametralmente opuestos.


Cada uno tiene cosas que el otro desearía. Steve Nicol ha conseguido ser el amplio dominador del Este, pero tiene a cuestas la nada agradable marca de haber perdido tres finales. Dominic Kinnear, por su parte, no ha perdido en sus tres apariciones en la máxima cita emelesera, dos como asistente de Frank Yallop en San José y la temporada pasasada ante el mismísimo Revolution.


Kinnear y Nicol saben de memoria cada uno de los movimientos de sus jugadores, hasta dónde pueden contar con ellos y, claro, las falencias que pueden mostrar todos en su momento.

Queda claro que todos los jugadores que se presentarán sobre el terreno de juego del coliseo capitalino no se extrañarán en un momento vital como este.


Será muy curioso ver cómo encara el juego el Revolution, ya sabido que su rival de turno ya le ganó la partida el año pasado.


También perder una cuarta final sería rebasar el estigma que persiguió al Los Angeles Galaxy (1996, 1999 y 2001) hasta que puso fin al maleficio en el 2002 frente a nada menos que el club de Nicol.

Sin embargo, un viejo dicho reza que la moneda está en el aire y que los 90 minutos de los que consta la final deberá decidir el futuro de ambas escuadras.


Ambos equipos quedaron incrustados como los rivales incómodos de los líderes en la postemporada, pero poco a poco fueron mostrando que tenían los mejores argumentos para hacerse con el título.

Cristian Echeverría es reportero del diario La Opinión de Los Ángeles. Desde 1994 es reportero de fútbol y ha trabajado para varios diarios en Guatemala y El Salvador, así como para la revista Don Balón en sus ediciones de España y México y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.