Locales estuvieron a la altura

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La noche del jueves se dio la lógica en los partidos de ida del repechaje por la Copa Libertadores, con los dueños de casa aprovechando la elevación de sus respectivas ciudades para tomar ventajas, aunque mínimas, en sus respectivas series que se definirán la próxima semana.


En el Estadio Olímpico de Riobamba (2.754 metros de altura), Olmedo superó a Lanús por 1-0, cortesía de un zapatazo del suplente Estuardo Quiñónez cuando el cronómetro señalaba el minuto 71.


Enfrentando a un equipo cuya propuesta futbolística se basó en atrincherarse en su zona y jugar por el empate sin goles, el cuadro ecuatoriano insistió sin ceder hacia el arco contrario, aunque sin éxito, a lo largo del primer tiempo. Sin embargo, los factores geográficos finalmente les pasaron la cuenta a los argentinos, cuya energía y habilidad de recuperación decayó notoriamente con el avance del reloj.


Con piernas frescas, Quiñónez aprovechó la insipidez de los Granates, dejando plantado a su marcador cerca de la bandera del corner para luego pisar el área por la derecha y despachar un zurdazo al segundo palo del golero Carlos Bossio.


Aunque dejó muchas dudas sobre el terreno de juego, el actual campeón argentino confía en su habilidad para revertir la situación y asegurar sus boletos para el Grupo 2 en la revancha del próximo martes, a celebrarse en la ciudad de Buenos Aires.


Mientras, pese a vencer 1-0 a Montevideo Wanderers, el Cienciano quedó con gusto a poco, ya que no aprovechó al máximo la ventaja de la altura en el Estadio Garcilaso del Cusco, sobre todo tomando en cuenta el pobre nivel mostrado por los charrúas.


Un rapto de inspiración de Masakatsu Sawa a los 13 minutos fue la única cuota ofensiva del representante de Perú. En las inmediaciones del área y con su espalda al arco, el japonés amortiguó un pase en profundidad con el pecho, se dio una media vuelta y eludió a dos zagueros, culminando su obra maestra con un zapatazo ajustado al palo derecho.


Aparte del golazo con sabor nipón, la hinchada local tuvo pocas razones para festejar y lamentó la falta de jerarquía de los "rojos", que estarán obligados a proteger este resultado el próximo jueves en la capital uruguaya.


Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.