Sentimientos de emoción, satisfacción y alegría se desbordaron para la historia del fútbol de Ecuador luego de 120 minutos de gran intensidad en el partido de vuelta de la Gran Final de la Copa Libertadores 2008. El marcador terminó a favor del Fluminense de Brasil por 3-1 en tiempo reglamentario, pero el global 5-5 empujó a ambos escuadrones a jugar el alargue y penales, instancia máxima donde los albos vencieron por 3-1 a los cariocas, ante los casi 90 mil aficionados que llenaron el Estadio Mario Salgado Filho, para entrar así en la historia por la puerta grande.
Ante el descalabro del "Flu", el Maracaná quedó vacío y ahí, en la inmensidad de esa preciosa soledad, Patricio Urrutia, capitán de la Liga Deportiva Universitaria de Quito, con una bandera de su país en la espalda, alzó el trofeo más cotizado de los clubes sudamericanos para convertir al escuadrón de Edgardo Bauza en una nueva leyenda ecuatoriana, tras vencer desde los doce pasos al conjunto de Renato Gaucho.
El equipo albo aseguró con su triunfo el boleto para viajar a Tokio, Japón, donde se disputará el Mundial de Clubes en diciembre próximo como representante de la Conmebol. Sin duda alguna, la LDU ganó con justicia el título, ya que dejó en el camino a cuadros contendientes como San Lorenzo, de Argentina; al "Caballo Negro" libertador, América de México, y finalmente al que estadísticamente demostró ser el más fuerte de todos los clubes del certamen continental: El "Fluzao", de Río de Janeiro.
El "Patón" Bauza sabía que la victoria no sería fácil en la casa del cuadro tricolor, a pesar de que inició ganando el partido apenas a los 5' con gran tanto de Luis Bolaños, al concretar una gran jugada individual de Joffre Guerrón. Con una nueva herida en la piel y el global 5-2, los locales comenzaron a fraguar una posible remontada con el primer tanto de la noche de Thiago Neves, quien a los 10', puso el empate 1-1 con disparo lejano con la colaboración del arquero José Francisco Cevallos.
El agobio fue tremendo para los ecuatorianos, vinieron los embates de Gabriel por el costado derecho y los esfuerzos en la zona de ataque de Cícero, Darío Conca y Washington para acercarse en el global a la visita. Y fue precisamente Washington, quien en un desborde por la izquierda, luego de recibir un largo saque de banda, se animó a mandar un tiro centro que le quedó a modo de nuevo a Neves para empujar el 2-0, a los 26'. La torcida sacó a relucir sus bengalas escarlatas y el Maracaná se volvió un manicomio rojo, verde y blanco.
La esperanza por hacer la hombrada del "Flu" llegó en el segundo tiempo con la tercera anotación de Thiago Neves, a los 56'. El "10" marcó un golazo de tiro libre y dejó a tiro de piedra la oportunidad para conseguir el sexto del Fluminense en la serie Final para dar por concluida la hazaña. Sin embargo, Renán Calle y Norberto Araujo redoblaron esfuerzos, se juntaron con los volantes Enrique Vera y Paúl Ambrossi para rebotar todos los envíos desesperados al área por parte de los atacantes cariocas.
De hecho, a tres minutos del final, el DT de la LDU sacó al cerebro del mediocampo, Damián Manso, presintiendo que Renato Gaucho metería toda la carne al asador y esperó que no hubiera una sorpresa en los segundos finales. En tanto, el timonel brasileño hizo dos cambios ofensivos en los alargues, con los ingresos de Mauricio y Roger, pero ya no hubo tiempo para que cayera el tanto del desempate ante el cansancio evidente en ambos equipos, a pesar de que a los 119' se fue expulsado el capitán Luiz Alberto por cortar una oportunidad manifiesta de gol de Joffre.
La moneda estaba en el aire. La tensión se podía cortar con un cuchillo en el ambiente y el árbitro argentino Héctor Baldassi hizo sonar su ocarina para iniciar la fatídica tanda de penalties.
Por parte de la LDU marcaron el "Pato" Urrutia, Franklin Salas y Guerrón -quien seguramente anotó su último gol con el cuadro ecuatoriano para partir al Getafe, de España- y falló Jairo Campos. Por el "Fluzao" únicamente anotó Cícero y erraron sus cobros Conca, Thiago Neves y Washington, siendo el héroe de la noche el arquero Cevallos, al atajar los tres tiros fallados del rival.
Ya con la Copa en las manos luego de haberla recibido por parte de Nicolás Leoz, presidente de la Conmebol, los jugadores de la Liga fueron a agradecerle a un pequeño grupo de nobles aficionados el apoyo brindado en los más de 120 minutos que duró el cotejo. El "Pato" Urrutia y sus compañeros dieron la vuelta olímpica y le entregaron a la afición de Quito un triunfo de sabor dulce, luego de los descalabros del Barcelona de Guayaquil, que se fue como subcampeón en los años 1990 y 1998. El festejo siguió este jueves en la capital ecuatoriana y no tiene para cuándo terminar.
Abel Reyes Díaz, investigador de contenidos editoriales deportivos, ha trabajado también en Editorial Televisa como Editor en Jefe y copywriter de Fox Sports México, así como en el Periódico Reforma y Grupo Radio Centro; colabora a la vez con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
