La paciencia es una virtud

¿Ser pacientes será una expresión que quepa en el mundo futbolístico de hoy cuando los resultados no perdonan y la exigencia apremia?


Difícil apostar por el término aunque los ejemplos empiezan a sumarse si comenzamos por el orden jerárquico que desde Europa nos envía la Premier League inglesa, cuyos apellidos más ilustres no son otros que Ferguson o Wenger. Ambos directores técnicos, del Manchester United y el Arsenal, respectivamente, son el ejemplo más claro y evidente que la paciencia termina por derrotar a los números. Claro, de inmediato dirán algunos que desde la trinchera de los Diablos Rojos y los "Gunners" hoy se puede hablar de este término, pero ellos también tuvieron un comienzo y sus resultados al principio de sus gestiones no fueron los mejores.


Hoy, cuando miramos a México por ejemplo, nos encontramos con otro molde similar y es el de Pachuca. No hace mucho tiempo, el técnico Enrique Meza estuvo a punto de ser defenestrado por los resultados al frente de "los Tuzos", pero que con el aguante y la "paciencia" se logró el objetivo de ganar torneos en casa y en el extranjero. En este caso, los directivos fueron pacientes y, aun más importante, creyentes en la gestión de Meza, que en primera instancia parecía el bombero de turno que apagaría los fuegos a la salida de José Luis Trejo.


Paciencia en la selección mayor de los Estados Unidos en su momento, cuando Bruce Arena comenzaba a moldear el combinado mayor norteamericano. Con base en trabajo y aguante, logró establecer unos patrones de comportamiento y competencia que perduraron ocho años, dejándole a Bradley un listón muy alto para el futuro de las barras y las estrellas.


Paciencia en el Real Madrid de Fabio Capello, que al final obtuvo una nueva estrella de La Liga, aunque al final la política de la directiva madridista fue más fuerte que los mismos títulos.


¿Habrá paciencia con Frank Yallop, el cuestionado técnico del Los Angeles Galaxy? Merece tenerla el trabajo del estratega angelino y quizá al año entrante se podrá hablar de un equipo diferente. Hay casos extraños que merecen un análisis mas profundo, porque la paciencia debe tener algunas otras combinaciones que respalden ese intento. El fenómeno Beckham, aunque suene extraño, obliga a otra circunstancia y ese equipo no aguanta más contrastes. Desde el punto de vista administrativo y logístico, Europa resiste la paciencia si revisamos los torneo largos del viejo continente y la marcada tendencia a recuperarse muchos y a caer otros luego del corto descanso de Diciembre.


La primera conclusión se cae de su peso. Los torneo cortos de América son sin duda los que más atentan desde lo deportivo para que los equipos logren ganar identidad y mantener continuidad. En este lado del mundo, cinco malos resultados son sin duda una razón urgente para empezar a buscar nuevos rumbos, mientras que en los torneos largos, los plazos son mucho más generosos y la presión termina por ser menor para los directores técnicos.


En Europa se han dado casos de cambio de estilo, de dibujo táctico, de filosofía, de actitud y hasta de sistema dentro de un solo torneo, lo que le permite al entrenador hallar sus respuestas desde la interna y de paso aprender a sortear las bajas que se dan en el colectivo por las lesiones.


En América cuesta mucho pensar en estas apuestas. El imperio de los números termina por pasar facturas rápidas. Creo que es hora de revisar lo de los torneos cortos en América. Es cierto que son un poco más emotivos y sus finales cada seis meses nos entregan la mentirosa idea de una doble celebración. Así no se vale. Mientras en Europa un título se gana, en un año en América en el mismo curso se ganan dos.


Es igual que si yo quiero entonces hacerme doctor en Europa y dedico seis años de estudio en la universidad. A ese ritmo en la Argentina, México o Colombia estaría practicando la medicina en tres años. ¿Es lo mismo? No. Y por ello Europa mira con respeto mayor los títulos del Madrid, del Milan o del Manchester United que los de Boca, Pachuca o Medellín.


Pongámonos todos iguales. Juguemos a lo mismo y tengamos la paciencia europea del fútbol para obtener resultados que hagan de los clubes, selecciones y jugadores un verdadero Universo llamado fútbol y con apellido serio de Profesional.
Ricardo Mayorga, ha sido comentarista por doce años de Telemundo, Univision y Telefutura en Estados Unidos además de periodista sindicado de radio y columnista de periódicos como Triunfo en Atlanta, El Tiempo Latino de Washington y HOY en Nueva York, Chicago y Los Ángeles y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.