CARSON, Calif. - El Galaxy sigue sin poder levantar cabeza en la MLS. Al cuadro angelino se le escapó de las manos un partido que tenía controlado y terminó cayendo 2-1 a manos del Real Salt Lake, en un resultado que confirma una vez por todas que ha sido el equipo más discreto del 2007.
Los galácticos no pudieron contar con su salvador de las últimas fechas, Joe Cannon. El arquero se sumó a la larga lista de lesionados y fue reemplazado por Steve Cronin, quien hacía su primera aparición de la presente temporada emelesera bajo los tres palos.
El compromiso comenzó promisoriamente para el Galaxy, que abrió la cuenta recién a los seis minutos de juego mediante un acertado cabezazo de Alan Gordon, tras un buen pase del capitán Landon Donovan.
Los dirigidos por Frank Yallop gritaron un nuevo gol de Gordon a los 19 minutos, pero el juez de línea indicó una posición fuera de lugar del delantero, quedando anulado la jugada.
Un nuevo festejo galáctico se frustó sobre la media hora, cuando Kyle Martino fue derribado por Eddie Pope en plena área Real, acción que ameritaba la sanción méxima. Sin embargo, el colegiado Abbey Okulaja se hizo el desentendido y no cobró nada.
Aunque controlaron gran parte de las acciones durante la primera mitad, los galácticos pecaron por no haber castigado a los monarcas cuando los tenían arriconado y a su merced. Era sólo una cuestión de dar el tiro de gracia. Los visitantes aprovecharon esta bondad, montando un peligroso ataque justo antes de finalizar la fracción inicial.
Todo comenzó con Alecko Eskandarian, quien se llevó a los defensores angelinos hasta el borde del área, justo Mike Randolph le cometió falta. Este último se ganó la amarilla por la infracción y el argentino Javier Morales probó de tiro libre, exigiendo a Cronin con un complicado remate que por poco niveló la cuenta.
Desde los primeros instantes del complemento, un ambicioso Real Salt Lake dejó bien en claro que quería abandonar el Home Depot Center por lo menos con un punto en el bolsillo. Los angelinos, por su parte, apostaron por el contragolpe, una estrategia que pagaría dividendos al minuto 50, cuando Gordon, tras recibir un pase largo en el corazón de área, fue empujado por Carrey Talley. Okulaja sí apreció la falta en esta oportunidad y decretó penal a favor del Galaxy.
Tal como ocurrió a mediados de semana ante Pachuca en la final de SuperLiga, Donovan tiró débilmente a la izquierda y el guardameta monarca Nick Rimaldo adivinó a la perfección, tapándolo casi de la misma forma en que lo hizo el Tuzo Miguel Calero.
A partir de ese momento, toda la fortuna se volcó a favor de los monarcas. Cuando Rimando no pudo con un remate de Cobi Jones, su propio travesaño lo salvó, quedando el rebote a los pies de Andy Williams, quien enfiló hacia la zona contraria. Tras avanzar varias yardas, el jamaicano encontró a Robbie Findley, su actual compañero y ex galáctico. Dotado de una rapidez envidiable, el joven delantero, que había entrado al campo de juego sólo nueve minutos antes, se burló de la marca de Randolph y definió maravillosamente ante el achique de Cronin.
Con la igualdad, Los Ángeles entró en un pánico que dejó prácticamente paralizados a sus jugadores. Cuatro minutos después, en una jugada casi idéntica al tanto de la paridad, Findley marchaba hacia el área rival con el arco en la mira, pero esta vez Troy Roberts no quiso complicarse y le cometió la falta. Aunque Cronin tapó el resultante tiro libre, no pudo controlarlo totalmente y el rebote cayó a los pies de Eddie Pope, quien procedió a marcar su primera diana de la temporada, un raro festejo de gol que además signficaba el 2-1 a favor de Real Salt Lake.
El partido quedó sentenciado a trece minutos del pitazo final cuando Roberts recibió su segunda amarilla de la noche por una fuerte entrada sobre Chris Wingert, dejando a los galácticos con diez hombres y sin esperanzas. Pese a que logró hilvanar algunas jugadas interesantes, el Galaxy ya no pudo más y terminó llorando una nueva derrota.
Andrea Canales colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
