Galaxy pierde final infartante con Pachuca

CARSON, Calif. - Pachuca de México se proclamó campeón de SuperLiga 2007, superando al Los Angeles Galaxy en la tanda de penales luego de terminar 1-1 después de tiempo regalmentario.


Ni un guionista de Hollywood pudo haber escrito un desenlace tan espectacular para la versión inaugural de este prestigioso torneo que, según lo demostrado la noche del miércoles en el Home Depot Center, está por convertirse en una competencia clásica de Norteamérica.


Ambos equipos evidenciaron un claro nerviosismo durante los primeros minutos del cotejo, dedicándose más a estudiar el planteamiento táctico de su rival que imponer su estilo de juego.


El Galaxy daría el primer aviso, sin embargo, en el minuto siete. Tras recibir un pase del hondureño Carlos Pavón, David Beckham centró al corazón del área mexicana, pero Landon Donovan elevó su cabezazo por encima del travesaño.


Los Tuzos no tardaron mucho en responder, sin embargo, generando el primer tiro de esquina del cotejo y amenazando con su primer remate a portería a los 16 minutos de juego, con un potente disparo de Christian Giménez que exigió más de lo esperado a un solvente Joe Cannon.


Los galácticos, con Beckham desplazándose generalmente en el sector derecho, mostraron ambición e invadieron reiteradamente el territorio de Pachuca, pero sin la profunidad necesaria para inquietar al masivo portero colombiano Miguel Calero. Al Galaxy le faltó la jugada final, el toque final, para crear por lo menos un tiro libre o de esquina para aprovechar las virtudes de Beckham.


Los aztecas, por otro lado, eran más desequilibrantes, y dieron un nuevo susto a los dueños de casa al minuto 27. Tras concluir una gran maniobra personal, Marvin Cabrera se desmarcó y mandó un pase en bandeja a Giménez, pero el argentino no estuvo afinado en su definición y rozó el horizontal.


En una metáfora de lo que ha sido la actual temporada para el Galaxy, el eventual gol de Pachuca terminaría siendo marcado por un propio jugador angelino. A los 28 minutos de juego, Damián Álvarez econtró a Giménez, quien intercambió con Juan Cacho. Giménez metía el pase final frente al gol cuando apareció Pete Vagenas, pero en vez de despejar el peligro depositó el balón en su arco, autogol de Vagenas y el 1-0 parcial a favor de los Tuzos.


Las cosas pasaron de mal a peor para los galácticos tres minutos después cuando Beckham chocó duramente con Fernando Salazar, cayendo ambos inmediatamente al piso. Ni pasaron cinco segundos cuando Beckham hizo la señal para pedir el cambio. El mundo de Los Angeles se derrumbaba y un inconsolable Beckham se maldecía, preguntándose cómo la suerte le pudo haber jugado una tan mala pasada.


Aunque al comienzo parecía que todas las esperanzas se hacían humo con la salida de Beckham, los galácticos levantaron el ánimo y no se dieron por vencidos. Tal vez en homenaje a su capitán o quizás por amor propio, pero lo cierto es que Los Ángeles mejoró notoriamente, compartiendo posesión del esférico con Pachuca, aunque sin poner en aprietos a Calero.


En la segunda mitad, la entrada de Cobi Jones provocó gritos entre la afición local, casi quedándose sin voz dos minutos después tras un disparo de lejos de Jones que casi niveló el marcador.


Con un hambre de gol incontenible y una energía no vista durante los primeros 45 minutos de juego, el Galaxy puso toda la carne a la parrilla durante el complemento, atacando insistentemente, explorando todos los medios posibles.


Un nuevo cabezazo de Donovan en el minuto 57 obligó a Calero a extenderse hasta su límite para desviar el remate. Un minuto después, Mike Randolph mandó un pase preciso a Alan Gordon, quien cabeceó a quemarropa directamente a las manos del cancerbero colombiano.


Mientras avanzaban los minutos, el Galaxy empezaba a caer en la desesperación, y los Tuzos aprovecharon la ocasión para bajar el ritmo al juego y monopolizar la pelota, táctica que implementaron a la perfección.


La intensidad del partido se mantenía altísima, sin embargo, pero las oportunidades de los galácticos llegaban sólo a través del contraataque.


Cannon se lució con otra tapada de lujo al minuto 81, cuando en un cara a cara con Rafael Márquez Lugo salió intacto gracias a sus increíbles reflejos.


El empate estuvo al alcance del Galaxy al minuto 86, con un disparo que casi venció a Calero, pero el colombiano se voló para evitar la caída de su valla.


Cuando todo parecía perdido para el Galaxy, cuando el Pachuca ya se preparaba para la vuelta olímpica, llegó el gol de la salvación. Jones amortiguó un despeje con el pecho y centró al área mexicana. Randolph cabeceó pero el traveseño dijo que no, quedando Randolph y López para disputar el rebote. Roberts ganó y cedió el balón a Klein, quien, bendecido por los dioses del fútbol marcó la igualdad con una chilena de antología.


El Galaxy seguía con vida y Calero, junto a los restos de sus compañeros, miraba atónito como los jugadores locales celebraban la hazaña de Klein.


En el tiempo suplementario Abel Xavier casi anotó un nuevo autogol, pero Cannon, con otra maravillosa tapada, impidió que el cabezazo mal dirigido cruzara la línea de sentencia. Durante los 30 minutos de tiempo extra, los galácticos se veían agotados, con problemas para contener al suplente de Pachuca Luis Gabriel Rey. Uno que no sentía los rigores del partido era el suplente Edson Buddle, que entró al minuto 79. Sin embargo, en una jugada de contragolpe, completamente solo y a unos pocas yardas del gol, Buddle inexplicablemente quitó el pie al acelerador, bajando de velocidad. El defensor finalmente lo alcanzó y neutralizó el peligro. Buddle se perdió el gol del campeonato.


Los 120 minutos de fútbol no fueron suficentes para decidir el ganador, entonces todo se definiría mediante los aleatorios tiros penales. Dos monstruos bajo los tres palos, Cannon versus Calero.


Márquez Lugo intentó primero para Pachuca y acertó. Calero adivinó bien en su primer desafío y tapo el flojo remate de Vagenas. Rey marcó su penal, pero Cannon igualó la cuenta con una gran tapada del remate de Caballero. Klein batió al arco rival, al igual que Julio Mansur y el mismo Buddle.


Finalmente, Cabrera reventó el travesaño y todo el campo galáctico gritaba, ya se sentía campeón. Era sólo una cuestión de marcar un gol y todo se resolvería. Sin embargo, Donovan no aguantó la presión y tiró un débil remate a la izquierda que Calero rechazo sin mayores contratiempos. A empezar de cero de nuevo, pero esta vez con muerte súbita.


Carlos Rodríguez anotó para Pachuca y luego se acercó Xavier para alargar la serie. El defensor portugués ni se acercó a la portería, mandando su disparo a las nubes, lo que generó el festejo desenfrenado de Pachuca, que celebraba un nuevo título en el plano internacional.


Andrea Canales colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.