Fluminense hizo su negocio ante Boca Juniors

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Fluminense viajó hasta Buenos Aires para volver a demostrar por qué es el mejor equipo de la Copa Libertadores 2008. Con un extraordinario manejo de partido, reacción casi inmediata cuando recibió daño por parte de Boca Juniors, el aún actual monarca continental, los pupilos de Renato Gaucho sacaron un empate 2-2 en el juego de ida de semifinales y tienen grandes posibilidades de avanzar a la Gran Final, gracias al par de goles de visitante que le clavaron a los xeneizes en la cancha del Racing.


Con una sólida base como estratega, el DT del "Flu", Renato Portaluppi -quien jugó con el "Scratch du Oro" la Copa del Mundo Italia 90 y quedó fuera de México 86 al ser recortado en la última lista mundialista-, mandó de inicio un once titular precavido, con sólo un atacante al frente, su ariete preferido, Washington. Claramente, el cuadro carioca se dedicó a esperar a su rival y lo animó a llegar, a tocar la puerta, a disparar, siempre con la esperanza de detener los embates con las atajadas del gran arquero Fernando Henrique y de crear, a su vez, un contragolpe que le diera tranquilidad a la visita y desconfianza a los bosteros.


Pitó el árbitro uruguayo Roberto Silvera y comenzó la batalla de tácticas en el rectángulo verde. Por parte de Boca, fue Juan Román Riquelme quien empezó a descifrar el enigma que le planteó desde el banquillo el timonel del Fluminense y lo hizo temprano.


Cuando apenas habían transcurrido 11 minutos, Riquelme anotó el primero, luego de que recibiera un pase en diagonal retrazada de Rodrigo Palacio. La alegría se desbordó en la grada del Estadio de Racing que, a pesar de los 5º centígrados de temperatura en el ambiente, hizo que la hinchada entrara en plena ebullición en pleno invierno, con 45 mil fanáticos festejando el tanto del "10" argentino.


Sin embargo, la reacción del "Flu" fue inmediata. Thiago Neves recibió una falta fuera del área por costado derecho, se perfiló para cobrar un tiro libre y le puso el balón en charola de plata a Thiago Silva para que con la testa anotara el empate (14'). Desde el banquillo, Gaucho celebraba el 1-1 momentáneo y sabía que su escuadrón iba por el camino correcto rumbo a la Final.


Fue entonces que el elenco de Carlos Ischia comenzó a remar contra la corriente. Jesús Dátolo, Morel Rodríguez y Cristian Chávez apoyaron a Riquelme para crear peligro, buscando siempre darle el esférico al centro delantero estrella Martín Palermo para que le diera el último pase a la red.


No obstante la presión local, el Tricolor se plantó bien en su zona defensiva. Luiz Alberto, Mauricio y Silva fueron encimados, pero siempre hicieron un segundo esfuerzo para evitar que cayera su meta. Quien hizo un partido aparte fue Junior César, cuyos desbordes por izquierda, tuvo, al minuto 45, el chance de darle el triunfo parcial a su escuadra. El ex jugador del Santos Laguna se paró frente a las barbas del portero Pablo Migliore, pero sacó un tiro raso que salió desviado ante los reclamos de su compañero Washington, ubicado en mejor posición.


Arrancó el segundo tiempo con la consigna para Arouca de marcar personal a Riquelme; por algunos minutos lo logró y anuló al creativo xeneize; sin embargo, en un tiro libre, que Román tardó casi tres minutos en cobrar, Boca Junios encontró el 2-1 (64') con un golazo que deseaba inclinar la balanza a favor del cuadro pampero.


Pero una vez más, Fluminense mostró su carácter como visitante y empató 2-2, gracias a un regalo de Migliore, a quien le pesó la novatez a la hora de la verdad bajo los tres palos del cuadro bostero. Thiago Neves -único convocado que milita en el balompié brasileño por "Dunga" para disputar las eliminatorias mundialistas en sus dos primeros partidos ante Paraguay y Argentina en junio-, tomó el balón fuera del área, se perfiló de zurda y disparó con poca fuerza; el balón salió llorando del botín del "10" carioca, pero se le escurrió al suplente de Mauricio Caranta y se incrustó lentamente en su portería (76') ante la tristeza de la hinchada local.


La frustración de no ampliar el marcador se hizo evidente en los jugadores locales al finalizar el partido y se vio reflejada cuando Junior César le pidió intercambiar camiseta a Riquelme. La respuesta del "10" auriazul fue seguirse de frente y no mostrar ni decencia ni "Fair Play" con el lateral volador.


Seguramente, Boca Juniors sabe que "Flu" no es lo mismo que el Atlas. La vuelta, que se desarrollará el próximo 4 de junio en el Maracaná, será muy distinta al duelo celebrado en México en la ronda anterior, ya que a pesar de haber salido con un empate 2-2 en los dos enfrentamientos, los cariocas lucen más poderosos y se vislumbra muy lejana una nueva hazaña xeneize en Río de Janeiro, como la que lograron en el Estadio Jalisco ante los Zorros.


Abel Reyes Díaz, investigador de contenidos editoriales deportivos, ha trabajado también en Editorial Televisa como Editor en Jefe y copywriter de Fox Sports México, así como en el Periódico Reforma y Grupo Radio Centro; colabora a la vez con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.