Cuando River Plate de Argentina se despidió tempranamente de la Copa Libertadores 2007, la hinchada pidió a gritos la cabeza del técnico Daniel Passarella. Sobre la cuerda floja por la falta de éxitos cosechados desde su regreso a la banca Millonaria (ya que dirigió al club entre 1989 y 1994), el tan cuestionado entrenador aseguró de que no ganar ningún título a fin de año, renunciaría sin cobrar ningún peso de ese plazo.
Sin posibilidad alguna de consagrarse campeón del Apertura 2007, Passarella está obligado a poner todas sus fichas en la presente edición de la Copa Nissan Sudamericana para salvarse el pellejo. Por eso sorprendió el esquema que planteó para el partido de ida en las Semifinales frente a Arsenal, un duelo sin goles que brilló por su mediocridad.
Con futbolistas de la talla de Ariel Ortega, Radamel Falcao García y Fernando Belluschi, por lo menos sobre el papel, River es bastante superior a su vecino de Buenos Aires. No obstante, en vez de sacarles jugo a sus agentes ofensivos en su visita a Sarandí, Passarrella apenas se arriesgó, apostándose más por no perder en vez de ganar.
La genialidad de Ortega se mostró dentro de los primeros minutos del pleito, eso sí, pero ni Marco Ruben ni el propio García pudieron canjear las grandes habilitaciones del Burrito en goles. Después, los dueños de casa exigieron a Juan Pablo Carrizo mediante un remate de larga distancia de José Luis Calderón, pero el portero de la Banda Sangre estuvo atento y evitó cualquier peligro.
Casi todas las acciones de la fracción complementaria se desarrollaron en el mediocampo, lo que en vez de generar situaciones interesantes de riesgo, sólo generó bostezos entre la multitud que acudió al Estadio Julio H. Grondona.
Aunque teóricamente el resultado final le da la ventaja a River Plate, ya que podrá definirá la serie en casa la próxima semana, no hay nada asegurado. Los de Passarella estarán obligados a vencer, ya que cualquier anotación de Arsenal valería doble, por la ventaja cedida a los goles de visita. Además, en cuartos de final, los Millonarios aseguraron la clasificación a la siguiente ronda en la ida, empatando 2-2 en su visita a Uruguay frente a Defensor Sporting. Para la vuelta en el Monumental de Núñez, el cuadro charrúa fue ampliamente superior a los locales, pero el 0-0 final aseguró la clasificación de los argentinos.
Lo que más debería preocupar a Passarella, sin embargo, es la grandeza del Arsenal jugando fuera de su recinto. Tras igualar sin goles con Chivas de Guadalajara en casa hace un mes, el Viaducto se impuso 3-1 al Rebaño Sagrado en la vuelta para entrar al grupo de los cuatro mejores. En octavos, celebró el triunfo 3-2 sobre Goiás en Brasil y en la etapa clasificatoria, dio el siguiente paso luego de golear 3-0 a domicilio a San Lorenzo.
El equipo que emerja victorioso el próximo jueves en el Estadio Monumental se medirá en la Gran Final al ganador de la llave entre el América de México y Millonarios. Las Águilas dieron el primer golpe, superando 3-2 a los colombianos en la ida. La vuelta se celebrará en la ciudad de Toluca, ya que el Estadio Azteca estará indisponible.
Jaime Uribarri colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
