BRIDGEVIEW, ILL. - La frase de que "el que perdona pierde" nunca se aplicó mejor para el Chicago Fire la tarde del domingo frente a los Wizards. Pese a crear numerosas opciones de gol frente al arco Hechicero, el cuadro rojo cayó por la cuenta mínima, su primer descalabro de la temporada 2008.
Mientras los equipos todavía se acomodaban en el campo del Toyota Park, Kansas City sorprendió a una desprevenida zaga local. Jack Jewsbery sacó ventaja de un pase en profunidad de Claudio López y, ante la salida indecisa del portero Jon Busch, sacó un disparo cruzado que abrió el marcador cuando el cronómetro señalaba apenas cuatro minutos de juego.
Los dueños de casa casi quedaron fuera de combate instantes después cuando Scott Sealy volvió a saludar a las redes. Sin embargo, el juez de línea invalidó el tanto por un aparente offside del trinitense.
Pese al golpe anímico, la reacción local no tardaría en llegar, específicamente desde los pies de Cuauhtémoc Blanco, siempre intentando filtrar buenos pases para destinatarios que llegaban lejos a la cita con el balón.
Mientras el Temo buscaba poner orden en el cuadro rojo, encontraba en Justin Mapp un aliado en la creación de jugadas sobre la portería de Kevin Hartman. Mapp empezó a mostrarse por las bandas para luego enviar algunos centros, aunque en algunas ocasiones su exceso de confianza lo traicionó.
Tras apoderarse del esférico en su zona, Chad Barrett prolongó para Mapp, quien, cerca del ombligo de la cancha, se animó a lanzar un potente zurdazo que hizo contacto con uno de los de azul para ceder al Fire un tiro de esquina sin consecuencias.
El compromiso se volvió de ida y vuelta, aunque los dirigidos por Denis Hamlett generaban llegadas más punzantes.
Al minuto 35, el Águila de Fuego se asoció con Barrett, tratando de armar una pared que el mexicano no logró finquitar por encontrarse sin espacio. Tras el despeje, el belón le quedó a Tomasz Frankowski, pero su remate se estrelló en piernas rivales.
Blanco quiso tomar cartas en el asunto con un lanzamiento de falta que obligó una atajada a mano cruzada del "Gato", ya a esas alturas la gran figura del partido.
Los hombres de rojo desaprovecharon la opción más clara a cinco minutos del descanso. Tras hacerle la faena a un defensa, Blanco dejó el balón para Gonzalo Segares, quien envió un centro rasante desde la izquierda que se paseó frente al portero para llegar a los pies de Barrett. Era sencillamente una cuestión de extender la pierna y empujarla, pero el atacante increíblemente mandó la pelota a las nubes cuando tenía todo el arco a su merced.
Literalmente segundos después de la reanudación, el Piojo se encontró con espacios y casi abultó la ventaja de Kansas City, pero su disparo medido al poste izquierdo de Busch pasó apenas desviado.
Mientras Chicago se internaba en el área Hechicera sin concretar en la pegada final, los Wizards esperaban cualquier oportunidad para ir en contraataque.
El recién ingresado Sasha Victorine tuvo el segundo gol visitante al alcance cuando su cabezazo se cerraba con dirección a la red, pero Busch pudo reaccionar, enviando el balón sobre el travesaño.
Minutos más tarde, Tyson Wahl gatilló un zapatazo que le devolvió el poste izquierdo, quedando el rebote para Chance Myers, aunque el novato elevó demasiado con la frente.
En la enésima jugada hilvanada por Blanco, Segares y el suplente Andy Herron se enredaron dentro del área rival y cuando por fin el recién ingresado pudo rematar, el ángulo no le favoreció.
En los últimos minutos, los Wizards optaron por los balonazos para evitar que Chicago tuviera la posibilidad de conseguir el empate, aguantando los embates locales para conseguir los tres puntos y afianzarse del liderato de la Conferencia Este.
Raquel Ortiz colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.
