El United fue demasiado para los Revs

Joshua Gros

FOXBOROUGH, Mass - Una vez sonado el pitazo final del árbitro principal Alex Prus, los jugadores del New England Revolution se miraban atónitos, una clara señal de que todavía no lograban asumir la derrota en casa por 3-0 a manos del D.C. United.


Los actuales punteros de la Conferencia Este llevaban cinco fechas invictos y no habían caído en casa desde el pasado 26 de mayo, frente a los Kansas City Wizards.


Desde el arranque del partido, los argumentos de los Revs eran claros: adueñarse del balón con una presión fulminante. Sin embargo, no esperaban encontrarse con la respuesta de los capitalinos, que les obligaron tragar su misma medicina, dejándolos sin oportunidades de mantener su juego.


Los jugadores rojinegros llevaron a cabo el planteamiento del técnico Tohm Soehn a la perfección, ahogando las salidas de las Revs y cerrando todos los espacios, robando la iniciativa constantemente. El saldo final fue tres goles no contestados, una recompensa justa por un gran esfuerzo.


El Revolution simplemente no pudo zafarse en ningún momento del partido de la presión capitalina, llevándose así la peor derrota en casa desde que el 11 de agosto del 2001, cuando el Miami Fusión le propinó un 4 - 0 en su antigua casa, el Estadio Foxboro.


El técnico de los tetracampeones sustuvo que la preparación mental de sus jugadores incidió en el marcador final.


"Creo que empujamos a nuestros muchachos a la mentalidad de triunfo y ellos lograron cumplir con los planes que habíamos tenido llegando como visitantes, algo que no es fácil de lograr".


Para Soehn, la disciplina y el ordenamiento de los jugadores capitalinos cercioraron la victoria a domicilio del United.


"Estuvimos muy organizados y se lo hicimos muy difícil para que ellos (el Revolution) se refortalecieran en todo momento. Además, estuvimos mucho mejor que ellos en la lucha por el balón y aprovechamos así mejor nuestros chances de go", finalizó el entrenador.


Un visiblemente frustrado Steve Nicol reconoció la superioridad de su rival, enfatizando al mismo tiempo la falta de tiempo de recuperación que tuvieron sus dirigidos, quienes recién el jueves pasado jugaron 90 arduos minutos con los Wizards.


"No jugamos bien, estuvimos débiles desde el arranque, cediendo espacios. Dimos muchas oportunidades y no aprovechamos las nuestras. Simplemente estábamos cansados, muy cansados, en la cancha".


Nicol se refirió al partido como si los Revs hubiesen estado en otro lugar. El sector medio fue neutralizado por el United, y su médula espinal Shalrie Joseph jamás pudo conectarse con los atacantes.


El adiestrador escocés también descartó que su línea defensiva se haya desmoronado tras la salida del central Michael Parkhurst, quien abandonó el campo de juego al minuto 37.


"No podemos decir que empeoramos después de que salió. Mucho antes de que Parky se fuera del partido estábamos perdidos ya. Sólo podemos esperar que su lesión (a la rodilla) no sea algo grave o de largo plazo".


Cuando se le pidió un análisis final de los acontecido sobre el campo de juego del Gillette Stadium, Nicol evitó las ambigüedades y fue directamente al grano.


"El primer gol fue un error, segundo gol fue una falla defensiva. Sin embargo, todavía tuvimos chances. Cuando llegó el tercer gol ya estábamos perdidos. Simplemente jugamos muy mal esta tarde".


Gerardo Cordero es editor de deportes del periódico El Planeta, editor de la revista Sus Deportes, co-anfitrion del programa radial Sus Deportes de 1300 AM en Boston, y colabora con sus artículos en MLSnet.com. Este artículo no fue sujeto a la aprobación de la Major League Soccer o sus clubes.